JUDICIAL

El atentado que enreda a un cónsul hace ocho años

Un escrito de la Fiscalía de 2015 señala al diplomático Bladimiro Cuello por el atentado contra Juan Francisco ‘Kiko’ Gómez. El caso permanece desde entonces en la unidad de fiscales delegados ante la Corte Suprema sin que haya sido presentado a ese tribunal.

13 de julio de 2019
El cónsule en Atlanta (EE UU), Bladimiro Cuello, y (en el círculo)) el condenado exgobernador de La Guajira Juan Francisco 'Kiko' Gómez Cerchar. | Foto: Fotomontaje SEMANA

El político conservador guajiro Bladimiro Cuello Daza vive desde 2011 en Estados Unidos, donde se protege de supuestas amenazas contra su vida. Médico obstetra, siempre se ufanó de “traer vidas al mundo”, pero desde 2015 está enredado por una investigación de la Fiscalía en donde aparece como presunto autor intelectual del atentado contra su sobrino político, el polémico exgobernador de La Guajira Juan Francisco ‘Kiko’ Gómez.
 
En su momento, por las pesquisas del ente investigador, Cuello decidió renunciar en junio de ese año a su cargo como cónsul en Chicago, que ejercía desde febrero de 2014. Sin embargo, a los seis meses, la entonces canciller María Ángela Holguín lo reinstaló en el mismo cargo, pero en Atlanta.

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Los grandes y poderosos socios políticos del diplomático son el senador conservador Efraín Cepeda y el representante a la Cámara por La Guajira, Alfredo Deluque, a la sazón presidente de la Cámara de Representantes, y luego integrante de la comisión parlamentaria de Relaciones Internacionales.

Los grandes y poderosos socios políticos del diplomático son el senador conservador Efraín Cepeda y el representante a la Cámara por La Guajira, Alfredo Deluque

Cuello Daza saltó del Hospital San Rafael de Albania (La Guajira) a la Asamblea Departamental en 1998. Para 2001 hizo parte de la lista al Senado encabezada por el condenado parapolítico conservador William Montes -quien recibió apoyo de Jorge 40 y firmó el Pacto de Ralito- y logró tres ‘palomitas’ en la curul. Luego resultó elegido como representante a la Cámara para el periodo 2006 y 2010.


Juan Francisco ‘Kiko‘ Gómez (centro izquierda) y Bladimiro Cuello (centro derecha), en la campaña de este último al Senado en 2001.

Para 2011 buscaba la Gobernación de La Guajira con el apoyo del entonces gobernador Jorge Pérez Bernier y el exgobernador Hernando Deluque (padre de Alfredo), jefes del grupo político Nueva Guajira, lo que le valió los avales de los partidos Conservador, Liberal, La U, ASI y Aico. Pero sus aspiraciones chocaron con las de Kiko Gómez -Cambio Radical-, quien al final obtendría el cargo, siendo ellos dos los únicos en contienda.
 
Las tensiones entre ambos no podían disfrazarse. En principio, antes de las elecciones, hubo un encuentro personal para intentar un acuerdo político, convocado por Bladimiro para que Kiko suspendiera su campaña, pues esta no había tomado vuelo, excepto en su tierra natal, Barrancas. Ante el fracaso, una segunda reunión se llevó a cabo para definir el asunto entre familia. Asistió Edith García en representación de su hijo, Marcos ‘Marquitos’ Figueroa García, sobrino político de Cuello Daza.

En principio, antes de las elecciones, hubo un encuentro personal para intentar un acuerdo político, convocado por Bladimiro para que Kiko suspendiera su campaña

Durante el encuentro, llevado a cabo en la casa de su suegro en Fonseca (La Guajira), Cuello trató de imponer sus amplios apoyos políticos por encima de la posición de la familia. Propuso entonces que él iría primero y luego Kiko. Según testigos presenciales el episodio terminó mal para Cuello, desatando su enojo. “¿Te vas a hacer matar? Tú sabes que somos una maquinaria inderrotable”, le habría dicho Bladimiro a Kiko.

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El 10 de octubre de 2011, Kiko fue víctima de un atentado en una concentración política en un barrio periférico de Riohacha. Recibió cuatro disparos, resultando herido en una pierna y en su mano derecha. Ganó la gobernación mientras se recuperaba en la cama de su casa de Barranquilla, donde se escondió alertado de otro eventual atentado.
 
Remisión
 
SEMANA tuvo acceso al escrito de la Fiscalía del 24 de junio de 2015 en el que el fiscal Tercero Especializado contra el Crimen Organizado remite la investigación, con los testimonios recolectados contra Bladimiro Cuello, a la Unidad de fiscalías delegada ante la Corte Suprema de Justicia.
 
El documento revela que las primeras pesquisas “llevaron a la identificación e individualización de más de 10 personas, a quienes se les recolectó abundante material probatorio que llevó a la judicialización y posterior condena como autores materiales por las conductas de concierto para delinquir, tentativa de homicidio agravado y porte ilegal de armas”.

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De las diez personas señaladas por la Fiscalía, siete aseguraron estar “interesados en dar a conocer a los verdaderos autores intelectuales que habrían ordenado dicho atentado”. Los testigos que pesan en contra de Cuello son Fredy Rafael Padilla, Luis Celiar León, Yimmi Manuel Bohórquez, Rosember Miranda Pau, Danovis Alfonso López, Óscar Segundo Navarro y Leonardo de Jesús García.
 
Según el fiscal Sarmiento, ellos declararon pormenores de las reuniones donde se estableció que se pagarían 200 millones de pesos por asesinar a Kiko Gómez. En el escrito se dice que el plan tenía una fecha para realizar el asesinato y se asegura que un integrante de la banda criminal los Rastrojos sería el encargado de materializarlo.

En el escrito se dice que el plan tenía una fecha para realizar el asesinato y se asegura que un integrante de la banda criminal los Rastrojos sería el encargado de materializarlo.

Dichas declaraciones “han sido coherentes con los acontecimientos que reposan en esta carpeta y con lo observado por este delegado en el terreno cuando estuvo en La Guajira adelantando esta investigación. Además que los hechos manifestados por los declarantes concuerdan en fechas, lugares y móviles para dicho atentado”, dice el documento.
 
SEMANA se comunicó con el cónsul Cuello a su número celular en Estados Unidos y le planteó interrogantes sobre esta investigación, a lo que respondió que está enterado “de esa falsa denuncia y de sus falsos testigos”.

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Su abogado, Alejandro Hernández, ratificó a SEMANA que su cliente goza de fuero y dijo que él llegó designado al consulado de Chicago “porque el Gobierno tuvo que llevarlo para protegerle la vida”. Manifestó que la “investigación por el atentado contra el señor Gómez Cerchar ha estado en diferentes despachos y el último que la recibió es el de la Fiscalía Primera delegada ante la corte”.

Allí “se ha adelantado —expuso— una muy juiciosa y exhaustiva investigación de la que no ha surgido prueba alguna capaz de comprometer al doctor Cuello”. Agregó que al proceso llegaron condenados por el atentado que “se han presentado para acomodar sus versiones y, así, señalar falsamente” a su defendido. El letrado confía en que la investigación será archivada.
 
“Al unísono”
 
El investigador afirma que la versión fue corroborada por la Policía Judicial, que se desplazó hasta los lugares señalados por los testigos, quienes a esas alturas estaban condenados por organizar y ejecutar el atentado.
 
“Los declarantes al unísono han manifestado que la persona que buscó a los Rastrojos para que le dieran muerte a Juan Francisco Gómez Cerchar fue el señor Bladimiro Nicolás Cuello, hoy actual cónsul de Colombia en Chicago, Estados Unidos, pero que para el día de los hechos que lo incriminan era solamente candidato a la Gobernación de La Guajira”, señala el escrito.
 
Añaden los testimonios citados por el fiscal que Cuello Daza era amigo de Dilger Becerra, quien para el año 2010 y 2011 era el jefe financiero de los Rastrojos en la región y quien fue el puente entre Bladimiro y esa agrupación delictiva.

Añaden los testimonios citados por el fiscal que Cuello Daza era amigo de Dilger Becerra, quien para el año 2010 y 2011 era el jefe financiero de los Rastrojos en la región

Becerra inició su carrera en el crimen de la mano del exjefe paramilitar Hernán Giraldo, de donde pasó al frente Contrainsurgencia wayú y, posteriormente, a los Rastrojos, pero se las arregló para hacerse a la par una carrera política en el Partido Conservador, desde donde impulsó a candidatos guajiros que todavía están activos en el escenario nacional.
 
Becerra, además, tuvo un cargo como abogado asesor del Ministerio de Transporte en La Guajira. La Fundación Pares señala que era tan cercano con la administración del exgobernador Pérez Bernier que su esposa, Claudia Mesa, fue nombrada secretaria de Salud.
 

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Dilger fue asesinado en agosto de 2011 en Riohacha, antes de ejecutarse el atentado. Versiones conocidas por este medio señalan que cayó en medio de una disputa con el clan mafioso Daza, de Barranquilla. Con anterioridad, Becerra habría mandado asesinar a Gabriel ‘Gabi’ Daza, jefe de la banda.
 
Los ejecutores
 
Para ese entonces -señala el documento- el jefe militar de los Rastrojos fue Danovis Alfonso López, conocido como Poncho, encargado de contratar a los sicarios y organizar la logística del crimen contra Gómez. López fue asesinado en mayo de 2017 en una vereda de Riohacha. Quien finalmente disparó fue su segundo, Rosember Miranda Pau, el Tío, detenido en 2012.
 
El exfiscal general Mario Iguarán, apoderado de Gómez Cerchar, hoy detenido en la penitenciaría de La Picota, en Bogotá, ha llamado la atención a la Fiscalía en varias ocasiones porque el expediente después de cuatro años de la investigación y a ocho años de los hechos, todavía no ha sido presentado ante la Corte Suprema por parte de la Unidad de delegados ante esa corporación.

El exfiscal general Mario Iguarán, apoderado de Gómez Cerchar, hoy detenido en la penitenciaría de La Picota, en Bogotá, ha llamado la atención a la Fiscalía en varias ocasiones

En una comunicación a esa misma dependencia, Gómez manifestó su preocupación porque la “investigación no avanza” y se queja de que “solo avanzan las que siguen en mi contra y que hacen parte de todo el complot que se ha armado por mis detractores políticos”.
 
Lo cierto es que mientras Cuello se mantiene en un cargo consular en un país con alto interés diplomático para Colombia, hay serias acusaciones en su contra por las que, si bien ha respondido en una sola ocasión por videoconferencia, aún no se han movido en la justicia. La Fiscalía tiene la palabra.