NACIÓN
Congresistas enviaron carta al papa León XIV por designación de Iván Velázquez como embajador ante la Santa Sede
La posesión del embajador se realizó el pasado 24 de junio.


El pasado miércoles 2 de julio, la senadora Paola Holguín y el representante a la Cámara Juan Espinal, junto a 16 legisladores, enviaron un comunicado a su santidad León XIV en el que manifiestan la inconformidad y preocupación que genera la designación de Iván Velásquez como Embajador ante la Santa Sede.

Por medio de los canales diplomáticos con los que se cuentan, la misiva fue dirigida por medio del Nuncio, monseñor Paolo Rudelli.
La carta fue firmada principalmente por congresistas del partido Centro Democrático, los cuales mostraron su rechazo por la designación de Velásquez.
En primer caso, los funcionarios de los diversos órganos del estado señalaron las razones por la cual no compartían la designación de Iván Velásquez por los diversos procesos judiciales que se adelantan en su contra.
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“La reciente designación del señor Iván Velásquez Gómez como Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la República de Colombia ante la Santa Sede se ha producido en un contexto particularmente delicado. Actualmente, el designado Embajador es objeto de una solicitud de captura y de extradición por parte de la Fiscalía de Guatemala por presunto favorecimiento irregular a Odebrecht, ocurrido durante su gestión al frente de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG)”, se destaca en la carta.
Entre las imputaciones que afronta actualmente Velásquez se incluyen cargos de asociación ilícita, obstrucción a la justicia, tráfico de influencias y colusión.
El pasado 2 de junio, el Gobierno de Guatemala emitió una orden de captura contra Iván Velásquez a raíz de los delitos que se le imputan. La fiscalía del país centroamericano detalló en dicho momento las bases mediante las cuales solicitaban su aprensión.
En otro aparte de la carta los firmantes destacan que, si bien corresponde a las instancias judiciales competentes el esclarecimiento de dichos señalamientos, y reconociendo el principio de presunción de inocencia, no deja de resultar preocupante, ética y diplomáticamente, que una representación de tan alto nivel recaiga sobre una persona inmersa en una controversia judicial internacional de tal envergadura.

El nombramiento de Iván Velázquez no es solo un asunto de política interna, también una cuestión de gran relevancia para la diplomacia internacional del país.
La Santa Sede, como uno de los actores globales más influyentes, mantiene relaciones diplomáticas con numerosas naciones, y la designación de un embajador ante el Vaticano es siempre un acto cargado de simbolismo.