Nación
Colombia arrancó el 2025 con numerosas guerras entre grupos armados: esta es la radiografía que atormenta a las regiones
La Federación Nacional de Departamentos presentó un informe sobre las críticas condiciones de seguridad que tienen varias regiones del país.
Un informe de la Federación Nacional de Departamentos reveló que Colombia empezó el 2025 con diez guerras entre grupos armados ilegales. Hay once regiones donde los habitantes están viviendo bajo la sombra de las balas, mientras los delincuentes defienden sus intereses a sangre y fuego.
Norte de Santander
La confrontación más conocida es la que tiene lugar en Norte de Santander entre el ELN y las disidencias de las Farc. Hay 49.000 desplazados, 28.000 confinados, doce desaparecidos y 50 muertos. Los guerrilleros están batallando por el control de la frontera con Venezuela y las economías ilícitas.
Antioquia y Bolívar
En Antioquia y Bolívar ocurre todo lo contrario. El ELN y las disidencias de las Farc se unieron para combatir al Clan del Golfo, que quiere tomar el control territorial para aproximarse a la frontera con Venezuela, en el marco de su plan de expansión para configurarse como el grupo ilegal más fortalecido del país.
Arauca
En Arauca persisten las confrontaciones entre las disidencias de las Farc y el ELN.
Lo más leído
Pacífico
En el Pacífico chocoano hay una alianza entre los elenos, la Segunda Marquetalia, las disidencias de las Farc y los Shottas, en contra del Clan del Golfo, que quiere ser el único actor en la región.
Cauca y Nariño
En el norte del Cauca y Nariño, el ELN y la Segunda Marquetalia buscan eliminar a las disidencias de las Farc.
Valle
En el Valle del Cauca hay una guerra de todos contra todos. En un lado está el ELN, en otro las disidencias de las Farc de Iván Mordisco y en un extremo las disidencias de Jair Bermúdez, grupo que fundó un excabecilla del frente Adán Izquierdo del Estado Mayor Central, cuando mató a uno de los comandantes.
Putumayo y Caquetá
En Putumayo y Caquetá pelean las disidencias de las Farc y la Segunda Marquetalia por el narcotráfico.
La Guajira
En La Guajira combaten el Clan del Golfo y las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada.
Grupos armados, más fortalecidos
La Federación Nacional de Departamentos también aseguró que los grupos armados se fortalecieron en los últimos años y aumentaron ciertos delitos al comparar 2019, 2022 y 2024: extorsión (incremento del 32 %), secuestro (incremento del 44 %) y trata de personas (incremento del 54 %).
El ELN aumentó su control: “Podemos observar la expansión y control territorial en todo el oriente colombiano desplegado hacia la frontera de Venezuela y Brasil, lo cual deja entrever que tiene el control de las economías ilícitas como lo es el narcotráfico y la extracción ilegal de minerales”, afirma la federación.
Lo mismo ocurrió con las disidencias de las Farc, según la agremiación: “En el año 2024 y 2025 podemos observar que recuperaron y expandieron los diferentes subsistemas: territorio, mando y control, militar, finanzas (y) componente político, con una connotación de organizativo coaccionado”.
El Clan del Golfo también creció exponencialmente en algunos rincones y “ha ocasionado disputas entre varios grupos armados por un control de los corredores de movilidad y rutas de narcotráfico, que tiene como objetivo visualizar un supuesto cogobierno criminal en la zona norte y oriental del país”.
“La información recopilada en el informe de seguridad de la FND (Federación Nacional de Departamentos) expone que el número total de hombres armados que componen las diferentes estructuras ilegales podría superar los 20.000″, y solo el Clan del Golfo tendría en sus filas a más de 7.000.
La preocupación de los mandatarios es que hay una disminución en la erradicación de cultivos ilícitos desde el 2019 a la fecha (-907 %) y un aumento en la producción de clorhidrato de cocaína, que podría cerrar el 2025 con una producción de dos millones de kilogramos.
El año electoral que se avecina también es una inquietud: “Es el control social y el sometimiento de los líderes y lideresas de diferentes ámbitos, factores que requieren especial atención para garantizar el ejercicio democrático y la participación ciudadana sin ningún tipo de constreñimiento por grupos violentos que, a través del terrorismo, buscan afectar la gobernanza y los planes diseñados por el Estado para el normal desarrollo de los futuros comicios”, concluyó la Federación.