Así ha sido la angustiante búsqueda del parapentista desaparecido hace tres semanas en los Llanos: ofrecen recompensa para encontrarlo

La pesadilla para la familia del policía pensionado Luis Adriano Sanabria comenzó el domingo 25 de mayo.

Ese día, el hombre tenía una cita con sus amigos parapentistas para ir a Nubes negras, el sitio en inmediaciones del cerro Buenavista, en Villavicencio, desde donde acostumbran a despegar sus parapentes.

Pero algo lo ataba a su cama. No quería volar.

“Ese día no quería irse, estaba como con pereza y me dijo: Negra, el día está como chato. Se acostó en la cama, estaba ahí, hasta que un compañero de vuelo le dijo que el día estaba bueno, que fueran; él se alistó, se despidió y se fue y no fue más”, le dijo a SEMANA Angie Moreno, su esposa.

A eso de las 4:00 de la tarde de ese domingo, Angie sintió un impulso por llamar a su esposo, pero se abstuvo. “Dije: no, él está con los amigos, pero como a las 6 ellos me avisaron”, contó.

Fue por medio de un mensaje de WhatsApp que le alertaron que el papá de su pequeña Salomé, de 3 años, había desaparecido mientras estaba sobrevolando. Una nube negra se lo había llevado.

Tras ser alertados, los bomberos de Acacías y Villavicencio comenzaron a rastrear palmo a palmo la zona donde creyeron que había ido a parar el parapentista por la fuerza de los vientos.

Pero los videos de cuando estaba en el aire, entrando a una nube negra, son las únicas pistas que las autoridades tienen para tratar de dar con su paradero.

“La dificultad número uno es la información, que no ha sido puntual, en estos temas de siniestros siempre es importante tener precisión, a diferencia de una aeronave civil o militar que tienen sistemas que permiten posicionar la última ruta que tiene la aeronave, con el parapentista no tenemos ese componente tecnológico, eso hace que sea más difícil su búsqueda, sobre todo en la zona selvática y boscosa donde estamos buscando”, le explicó a SEMANA el coronel Suurbier Ocampo Muñoz, segundo comandante y jefe del estado mayor del Comando Aéreo de Combate (Cacom) número 2 de la Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC).

En un helicóptero UH-60 Blackhawk precisamente de la FAC, se han realizado nueve sobrevuelos para tratar de ubicarlo, pero han sido infructuosos. Incluso, en uno de esos viajes, los militares tuvieron que rescatar a un alto funcionario de la Cruz Roja que se accidentó durante las labores de búsqueda del parapentista.

“Se resbaló sobre una piedra, cayó y tuvieron que sacarlo en el helicóptero. Fue un poco grave, pero ya está recuperándose”, contó la esposa del parapentista desaparecido.

Aunque ese no ha sido el único obstáculo. Según Angie, que labora en la sección de servicio al cliente de una EPS en Villavicencio, los cambios en su rutina han sido difíciles tanto para ella como para sus familiares, entre los que están sus tres hijos: uno de 11 años, otro de 6, y la pequeña Salomé.

“Fue un cambio muy brusco, empecé la búsqueda, estuve cuatro días en la montaña con los bomberos, la Cruz Roja y varios campesinos, pero por más que uno quiera ir todos los días hay momentos en los que el cansancio físico y emocional pesan y uno dice: ¡Dios mío, no puedo más! Pero hay que seguir dándole a la lucha”, expresó Angie.

Desde el 25 de mayo, sus jornadas comienzan antes de las 5 de la mañana, tiempo en el que debe tener listos a sus hijos para llevarlos a estudiar o dejarlos bajo el cuidado de algún familiar, posteriormente, parte de Villavicencio, donde vive, hacia Acacías, a unos 30 minutos en carro.

Una vez allí, comienza su recorrido por diferentes emisoras para que le ayuden a divulgar algún mensaje que motive a otras personas para sumarse a la búsqueda, operativos que el jueves 5 de junio tuvieron un primer revés.

“La Alcaldía de Acacías nos brindó todo el apoyo, pero de la oficina de Gestión del Riesgo me citaron a una reunión y ahí me dijeron que ya no tenían recursos, que ya el apoyo tenía que ser desde la Gobernación del Meta”, contó Angie.

En ese momento, ella comenzó una vaca entre sus seres queridos y amigos para conseguir los alimentos para los refrigerios que los organismos y los campesinos necesitaban para seguir buscando al parapentista.

“Gracias al aporte de ellos, se logró conseguir una parte para la alimentación de las personas y logramos recoger para lo de la recompensa que estamos brindando, de 30 millones de pesos”, manifestó.

Tres semanas después de la desaparición de Luis Adriano (este domingo se cumplen 20 días desde su último vuelo), en su búsqueda participan bomberos, Defensa Civil, FAC, Ejército y sus ex compañeros de la Policía, que aportó al grupo de Búsqueda y Rescate para tratar de ubicarlo.

“Ellos van a estar cierto tiempo y si no logran recopilar alguna evidencia no van a seguir con esa búsqueda y ahora qué va a pasar, qué vamos a hacer”, se preguntó Angie.

Por ahora, sigue elevando oraciones para que las personas que se internan día a día en la difícil zona del cerro San Cristóbal y en sus inmediaciones (zona selvática) logren dar con alguna señal que permita ubicar a Luis Adriano.

También, sigue pensando en qué responderle a su pequeña Salomé que cada vez que regresa a casa en el barrio Popular, en inmediaciones del estadio de Villavicencio, le pregunta: ¿mami, cuándo viene mi papito?