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¿Cansados de Autopistas del Café? Profesionales, ciudadanos, empresarios y líderes se quejan ante el presidente Petro
En una carta mencionan que los dos millones y medio de habitantes de Caldas, Quindío y Risaralda han financiado la falta de acción de la concesión.
Una serie de reparos a la gestión que ha realizado la concesión Autopistas del Café durante los 26 años que lleva en la región, fue hecha por varios empresarios, ciudadanos y líderes del sector transportador en el Eje Cafetero.
A través de una carta que fue enviada al presidente de la República, Gustavo Petro, se indica que en el año 1997 se entregaron aproximadamente 190 Kilómetros a la concesión para que fueran rehabilitados y se construyera una doble calzada entre las tres capitales de la región, lo cual no se ha cumplido en su totalidad.
En uno de los apartados de la comunicación se señala que: “En 2022 llevaba ya 26 otrosíes; siete contratos adicionales; tres modificaciones, varias más a los mismos otrosíes y durante ese lapso el contrato se ha sometido a dos tribunales de arbitramento, en 2002 y en 2016, con laudos en 2004 y 2018, claramente desfavorables a la Nación”.
Sin embargo, este escrito va más allá porque señala que se han acumulado favoritismos, obras incumplidas y manipulaciones del modelo financiero; así como peajes con ubicaciones y tarifas privilegiadas.
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También se manifiesta que el contrato actual es diferente al que se otorgó, por lo que ya no es una obra pública, sino una fuente de renta descomunal que maneja una Tasa Interna de Retorno (TIR) del 14,99 por ciento, pero entrega utilidades de 100 puntos porcentuales al grupo Odinsa - Argos y Megacontratos, que tienen la mayoría de acciones de Autopistas del Café; específicamente el 85 por ciento.
Desde la concesión no se conoce por el momento ninguna respuesta, aunque este fuerte comunicado habla de varios informes de la Contraloría General de la República, los cuales pondrían en evidencia todas estas irregularidades.
Una parte de la carta menciona que los dos millones y medio de habitantes de Caldas, Quindío y Risaralda han financiado está falta de acción; la cual se ve reflejada en obras que jamás se llevaron a cabo como la variante sur en torno a Pereira.
Se explica que este proyecto muestra irregularidades de tal nivel, que hay 11 kilómetros de supuesta autopista que en realidad son calles de Pereira y Dosquebradas; incluyendo el viaducto César Gaviria Trujillo que comunica a ambos municipios.
Obviamente, la comunicación enviada al presidente Gustavo Petro sugiere que se le pidan explicaciones claras a Autopistas del Café acerca del mantenimiento hecho al puente El Alambrado durante más de 15 años, así como los verdaderos motivos de su colapso; lo cual genera un grave impacto en la economía del país.
Para que no quede duda del negocio redondo que representa esta concesión, el escrito habla de una utilidad neta proyectada de $ 600.000 millones de pesos entre los años 2020 y 2027, a pesar de que varios trayectos ni siquiera cuentan con doble calzada; y que los accidentes geográficos han tenido soluciones de muy mala calidad.
Tampoco se conoce, por el momento, la opinión del presidente sobre este particular, sobre todo porque la reducción del 58 por ciento en la tarifa del peaje de Circasia, que es la ruta alterna para la comunicación entre los departamentos de Quindío y Valle del Cauca, no incluye a los vehículos livianos, los camperos ni las camionetas; los cuales deben pagar más de $ 85.000 pesos en un trayecto de ida y vuelta.
“Señor Presidente, hay un hartazgo- generalizado con tanto exceso y es hora de solucionarlo”, expresa la carta.
Este duro mensaje lleva copia dirigida al ministro de Transporte William Camargo, al presidente de Odinsa S.A. Mauricio Ossa, además de Jhonatan David Bernal González, quien es el presidente encargado de la Agencia Nacional de Infraestructura, (ANI).
Entre los firmantes se encuentran ciudadanos, empresarios de los sectores del turismo y la hostelería; representantes de Confamiliar y Acopi en Risaralda; ingenieros y hacendados; además de los gerentes de las terminales de transporte de Pereira y Cali.