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“No dar crédito a los creativos detrás del reggaetón es estar ciego”: Alicia Zertuche, del SXSW

En el marco del Bogotá Music Market, ARCADIA conversó con Alicia Zertuche, especialista senior de programación del Festival South by Southwest (SXSW), que se ha consolidado como una de las plataformas de música y tecnología más grandes del mundo.

Felipe Pérez Saffon
13 de septiembre de 2018
Escenario exterior del festival South by Southwest. Foto: Merrick Ales | Cortesía: South By Southwest.

En 1987, un grupo de amigos apasionados por la música y los medios de comunicación de Austin, Texas, decidió emprender la ardua tarea de crear no solo un medio independiente en esa calurosa ciudad del sur de los Estados Unidos, sino también fomentar la escena musical de la ciudad. El resultado: un evento que, sin saberlo, se convertiría en un referente para todos los demás festivales y ruedas de negocios del mundo.

El South By Southwest (SXSW) nace de un afán por crear una plataforma en la cual todos los factores involucrados en la industria cultural pudieran conectarse, con el fin de robustecer las propuestas musicales, al mismo tiempo que inspirar a seguir creando e innovando. más de treinta años después de su fundación, el SXSW es uno de los festivales de música más importantes del mundo, y ha logrado unir la música con el cine bajo un eje transversal de interactividad y nuevas tecnologías que en este tiempo permean todos los ámbitos de la sociedad.

ARCADIA conversó con Alicia Zertuche, especialista senior de programación de este festival, una de las invitadas especiales a la rueda de negocios del Bogotá Music Market (BOmm), una plataforma de la Cámara de Comercio de Bogotá.

Es muy interesante el caso de South By Southwest (SXSW), pues no es solamente un festival de música o una rueda de negocios de la industria musical sino que además dentro de este convergen el cine y los medios interactivos ¿Cómo logran integrar estos tres elementos que aunque relacionados son diferentes en sus dinámicas?

El SXSW se estableció en 1987 y empezó como un festival de música. Los fundadores son amigos que se conocen desde la universidad y la mayoría son periodistas, a uno de ellos le encantaba la música y fue a quien se le ocurrió South By Southwest, pues se encontraban en la búsqueda de un evento que se pudiera enlazar al medio que ellos tienen [el Austin Chronicle].

Los fundadores deciden hacer este evento porque en ese entonces no había herramientas digitales como las hay ahora: ellos quería crear un punto de encuentro donde podría conectarse la gente interesada en la industria musical y así impulsarla. Este modelo que desarrollaron es el modelo que ahora todas las conferencias y festivales a nivel mundial han adaptado y ellos los crearon hace más de treinta años.

En el primer festival se presentaron cientos de bandas en un lapso de cinco días pero las cosas han avanzado tanto que en 1994 ellos inician con el festival de cine y luego con el festival Interact, que gira alrededor de las nuevas tecnologías y medios. El festival ahora dura diez días en los que estos tres elementos se enlazan porque la tecnología lo toca todo.

Como organización, ¿qué esperan que se lleven los asistentes a SXSW después de vivir la experiencia del Festival?

Cuando tienes un mercado así son muchas las metas de los individuos. Nosotros lo que proveemos es una plataforma para las industrias creativas: es un punto de encuentro para que ellos se inspiren, busquen nuevas oportunidades de trabajo y se informen. Lo que nosotros estamos buscando es poder estar siempre a la vanguardia de todo lo que va a salir y también hablar de cosas que han sido importantes o de impacto en la historia del cine, la música y la tecnología. El objetivo: siempre tener contenido que vaya a inspirar a la industria creativa. Nuestra función es impulsar y crear esos puntos de encuentro para que la gente pueda llevar sus proyectos a otro nivel, que quienes vayan puedan inspirarse.

¿Cómo ve el SXSW la industria musical en Colombia?

A nivel de industria musical hay muchísimo talento en Colombia. Creo que Bogotá es una de las pocas ciudades a nivel de América Latina que tiene tanto talento, tantas ofertas de música. Y un evento como BOmm es esencial para darles a ellos las herramientas, porque una cosa es ser creador y hacer música, y otra cosa es entender tu proyecto como un modelo de negocio para en algún momento vivir de tu arte y no regalarlo.

Colombia es un punto muy importante a nivel musical: hay una influencia del folclor colombiano que se puede escuchar dentro de la música comercial y, si vamos a hablar de tendencias, yo creo que estamos viviendo un momento fuertísimo, por ejemplo, en el aspecto del reggaetón.

Hay gente que va a discutir y dirá que el reggaetón empezó con El General en Panamá o salió de Puerto Rico, pero si vamos a hablar ahorita de la cuna de este género de música que se ha comercializado, que ahora está al nivel de lo que estuvo el pop en los 80 y 90, que ha sobrepasado todos los géneros, la mayoría del talento está saliendo de Colombia. No darle crédito a los creativos que están detrás del reggaetón es estar completamente ciego y negar algo que históricamente, musicalmente está impactando no solo la música en español. Eso le abre las puertas a todos los que vienen atrás: la gente se está interesando en Colombia y que digan "Colombia es bueno" abre puertas a nivel global en términos de industria de la música.

¿Qué consejo le daría a un artista joven que quiere darse a conocer?

Lo que yo les diría es que no regalen las cosas y no regalen su arte. Quizás al inicio se les hace fácil subir toda su música y regalarla, pero lo ideal es que usen las plataformas de lo que existe y que realmente hicieran su tarea de cómo se pueden integrar mejor al mercado. Diría que lo vean como un modelo de negocio, pero que no solo se guíen por esto sino que también trabajen sobre su pasión y el arte: esos son dos contrastes que hay que saber integrar. Realmente se tienen que entender todas las facetas de un proyecto, no solo su cara más amable.