Estados Unidos
Visa a Estados Unidos: estos son los errores más comunes que pueden cerrar las puertas
El nerviosismo y los errores mínimos pueden costar la aprobación de una visa para EE. UU.

Año a año, miles de colombianos aspiran a adquirir sus visas para visitar Estados Unidos, muchos con intenciones de mejorar su economía, adquirir una nueva carrera o tomar unas vacaciones inolvidables.
Pero en muchas ocasiones se les niega este importante documento, pese a ello ni la preparación ni la experiencia bastan para poder adquirirla, puesto que hay casos en los que se les ha negado en más de una ocasión este papel.
Como es el caso que expuso Noticias Caracol, en el cual Lorena Ruiz, una joven colombiana, compartió su experiencia a través de un video de Tik Tok en el cual contó cómo le negaron su visa en tres ocasiones.
Aunque todo parecía indicar que esta vez sería diferente, desde la organización previa hasta la documentación, el nerviosismo le jugó una mala pasada justo cuando más debía mantener la calma.
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Ruiz se describe como introvertida, y pese a haber ensayó sus respuestas, se bloqueó frente a la ventanilla del consulado.
El terror inició al no entender que la entrevista ya había iniciado. Pensó que debía esperar su turno, cuando en realidad la funcionaria ya le estaba haciendo preguntas. “Mi cerebro se demoró en procesar qué estaba pasando”, expresó en su vídeo.

Intentó explicar que viajaba a Nueva York por turismo, pero su respuesta fue tan confusa que le pidieron repetirla.
Luego, cometió un error al mencionar que había viajado a España en 2014, cuando en realidad fue en enero de 2024. Aunque corrigió de inmediato, el daño ya estaba hecho y la impresión fue negativa.
Esta fue su tercera solicitud. En la primera ocasión fue negada por no poseer un empleo formal, y en la segunda escribió mal su ciudad de nacimiento en el formulario.
En esta última, fue la ansiedad la que la saboteó. Aun así, su reflexión fue clara: “Siento que es más que todo actitud”, dijo con amargura, sin victimizarse.
Su historia ha conectado con muchos otros solicitantes que, como ella, sienten que no encajan con el perfil “ideal” que esperan los oficiales consulares: personas extrovertidas, seguras, sin titubeos.
Los errores en el proceso de solicitud de visa son más comunes de lo que parecen. Muchas veces, no es falta de documentos lo que lleva al rechazo, sino cómo se explica la historia, el tipo de visa elegida, o simples detalles mal manejados.
Un ejemplo similar fue el de Claudia, una joven mexicana, a quien le negaron la visa por no poder responder con seguridad una pregunta inesperada sobre su pareja. Bastaron unos segundos de duda para sellar el “no”, a pesar de tener todos los documentos en regla.
Otro error frecuente es aplicar a la categoría de visa equivocada. Hacerlo genera sospechas de intención migratoria oculta, aunque no haya mala fe.
La clave está en conocer a fondo el tipo de visa que se necesita y asegurarse de que la documentación lo respalde.
Lo que más valoran los oficiales es la coherencia entre lo que se dice, lo que se entrega y lo que proyecta.
Estos buscan ver razones sólidas para que regreses a su país de origen: un trabajo, una familia, bienes o vínculos personales.
También analizan la solvencia económica, no solo por los gastos del viaje, sino como reflejo de estabilidad.
En definitiva, más allá de tener los papeles en orden, la entrevista de visa se convierte en una prueba emocional y de seguridad personal.
Y como concluyó Ruiz: “Es más actitud que otra cosa”. Porque la visa, más que un derecho, sigue siendo una decisión subjetiva.