Estados Unidos
Trump entra en guerra con el enemigo silencioso que está matando a Estados Unidos
Con la HALT Fentanyl Act, Trump endurece penas y aplica nuevos aranceles a China, México y Canadá para frenar el tráfico, aunque expertos dudan de su eficacia.

Donald Trump firmó este miércoles la HALT Fentanyl Act, una ley que reclasifica permanentemente todas las sustancias relacionadas con el fentanilo como drogas peligrosas de categoría I bajo la Ley de Sustancias Controladas.
Según la Casa Blanca, este paso busca “derrotar a los traficantes, narcotraficantes y cárteles” que han causado miles de muertes por sobredosis en Estados Unidos.
El mandatario afirmó en la ceremonia de la Casa Blanca que el proyecto significa “otro golpe a los cárteles extranjeros” y aseguró que llevará a los culpables ante la justicia.

La norma introduce penas mínimas obligatorias de diez años para quienes posean al menos 100 gramos de análogos del fentanilo, buscando cerrar lagunas legales aprovechadas por distribuidores.
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Durante el evento, Trump evocó la colaboración con China y Canadá. En referencia a China, manifestó su expectativa de que pronto imponga la pena de muerte a quienes fabriquen o distribuyan fentanilo destinado a Estados Unidos.
En línea con esto, recordó que ya había aplicado aranceles del 10 % a China para presionar a las autoridades a restringir precursores del fentanilo.
El presidente también anunció nuevos aranceles del 30 % para México y del 35 % para Canadá desde el 1 de agosto, justificándolos por su papel en el tránsito de la sustancia hacia el territorio estadounidense.
Estas medidas se suman al esfuerzo por clasificar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas y sancionar bancos vinculados a sus redes.

La respuesta de autoridades mexicanas no se hizo esperar. La presidenta Claudia Sheinbaum instó a que Estados Unidos también asuma su responsabilidad, en particular respecto a la entrada de armas y fondos ilícitos.
Señaló que están próximos a firmar un acuerdo bilateral de seguridad antes del plazo para evitar sanciones arancelarias, aunque reiteró que no aceptarán presencia militar extranjera en su territorio.
Mientras tanto, datos recientes de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) muestran que las muertes por sobredosis han disminuido: 25 % menos en general y 33 % en opioides sintéticos en los doce meses hasta octubre de 2024.
Sin embargo, analistas alertan que los recortes presupuestarios, retrasos en financiamiento a programas de reducción de daños y las nuevas políticas de mano dura podrían revertir este avance.

Expertos recuerdan que reclasificar sustancias y subir penas no ha demostrado reducir las muertes por sobredosis. Organizaciones dedicadas a la justicia penal advierten sobre los posibles efectos perversos de estas leyes, entre ellos un aumento en encarcelamientos y desigualdad racial.
Para representantes de salud publica, la clave sigue siendo ampliar el acceso a tratamientos, distribución de naloxona y cooperación internacional. El reto actual es equilibrar las estrategias de intervención policial y salud pública sin sacrificar el progreso logrado ni exacerbar daños sociales.
Según el Departamento de Justicia y la DEA, la nueva ley brindará herramientas legales más sólidas a agentes e investigadores que siguen laborando para frenar los laboratorios clandestinos ubicados en México, Canadá y China.