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¿Quiénes eran los Groff-Saini?: la familia detrás de la tragedia aérea en Nueva York
La tragedia ocurrió cuando viajaban hacia Vermont; la investigación sobre las causas del accidente continúa.
Seis personas, integrantes de la familia Groff-Saini, fallecieron en un accidente aéreo ocurrido en Copake, Nueva York, mientras realizaban un viaje familiar con motivo del cumpleaños número 25 de Karenna Groff.
La joven, estudiante de Medicina en el centro académico NYU Langone, había sido reconocida en 2022 por la NCAA como mujer del año, una distinción que destacaba no solo su rendimiento académico y deportivo, sino también su liderazgo y servicio comunitario.
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— Bahas Liganya Paes & Messi, Juga Amerika Utara (@ConcacafID) April 16, 2025
Karenna Groff, eks pemain sepakbola dari Massachusetts Institute of Technology ini meninggal dunia dalam kecelakaan pesawat yang terjadi di New York.
Groff adalah pemenang NCAA Woman of The Year (2022), penghargaan bagi atlet dengan prestasi akademik tertinggi. pic.twitter.com/HAK7mBQM0Z
Karenna viajaba junto a su pareja, James Santoro, un joven banquero de inversiones, con quien compartía una relación estable y proyectos a futuro. Santoro, quien también residía en Nueva York, había acompañado a la familia en esta ocasión especial.
El vuelo estaba siendo piloteado por Michael Groff, padre de Karenna, un neurocirujano con amplia trayectoria profesional y más de dos décadas de experiencia como piloto privado. Groff había descubierto su pasión por la aviación en la adolescencia y solía pilotear en vuelos familiares.
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Su esposa, Joy Saini, también iba a bordo. Saini era cirujana especializada en salud femenina y fundadora de un reconocido centro de salud comunitario en Boston. Su carrera estuvo enfocada en mejorar el acceso a la atención médica para mujeres de comunidades vulnerables, siendo ampliamente reconocida por su labor humanitaria.
Jared Groff, hermano mayor de Karenna, también falleció en el accidente. Trabajaba como asistente legal en Nueva York y tenía planes de cursar Derecho. Lo acompañaba su novia, Alexia Couyutas Duarte, quien había sido admitida recientemente en la Facultad de Derecho de Harvard.
La familia Groff-Saini era reconocida por su trayectoria profesional, pero también por su vocación de servicio y su compromiso con la comunidad.
Los seis ocupantes de la aeronave desarrollaron carreras y proyectos en pro del bienestar colectivo, y mantenían estrechos lazos entre ellos. Las instituciones educativas y profesionales con las que estaban vinculados han manifestado públicamente su dolor por la pérdida, destacando los aportes individuales de cada uno.
Las autoridades han iniciado una investigación a cargo de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) para determinar las causas del siniestro. Hasta el momento, no se han entregado reportes concluyentes sobre las condiciones del vuelo ni del estado de la aeronave.
El accidente ha generado un profundo impacto tanto en sus comunidades cercanas como en el ámbito académico y profesional. La historia de la familia Groff-Saini, marcada por el mérito, la unidad y el compromiso social, ha sido destacada como un ejemplo de vidas dedicadas al servicio y al desarrollo personal.
La investigación continúa mientras la comunidad rinde homenaje a un legado que trasciende.
