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Quiebra una de las tiendas de colchones más queridas por los estadounidenses
La cadena con más de tres décadas en el mercado anunció el cierre de 52 tiendas tras acogerse a una protección judicial que le permite reorganizar sus finanzas y evitar la liquidación total.

En un giro sorprendente, la reconocida cadena de colchonerías American Mattress, con sede en Elk Grove Village-Illinois, presentó una solicitud de protección por bancarrota bajo el capítulo 11 el pasado domingo ante la Corte de Quiebras del Distrito de Delaware, según documentos oficiales.
El proceso afecta específicamente a sus 52 sucursales ubicadas en Illinois e Indiana, mientras que las tiendas en Michigan, Florida y Missouri operan como entidades independientes sin estar incluidas en la petición.
La compañía enfrenta un balance de activos y pasivos estimado entre $1 y $10 millones de dólares, con una nómina de entre 100 y 199 acreedores.

Entre los principales proveedores afectados se encuentran cinco fabricantes de colchones, incluidos Adventure Mattress, Serta/Simmons, Tempur‑Pedic, Bedding Industries of America y Customatic Sleep Technologies, quienes suman una deuda superior a 2 millones de dólares.
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Durante la audiencia inicial celebrada el martes, representantes legales de American Mattress relataron un escenario adverso en los últimos 18 meses, marcado por una “tormenta perfecta” de factores que minaron su desempeño financiero.
Citaron como causas principales la incertidumbre propia de un año electoral en Estados Unidos, que ralentiza el consumo; los costosos reinicios de línea solicitados por dos fabricantes; y el elevado gasto de casi 3 millones de dólares en la remodelación de salas de exhibición.
Aunque muchos puntos de venta se mantenían rentables, varios arrendamientos acabaron erosionando la rentabilidad del conjunto, lo que obligó a la empresa a solicitar el capítulo 11 como vía para abandonar contratos de alquiler desfavorables y reorganizarse sin cerrar completamente.
El objetivo principal es rechazar los locales deficitarios y continuar operando con los que sostienen el negocio.

En paralelo, otra cadena con presencia en Texas, Factory Mattress, también solicitó protección por bancarrota bajo el mismo capítulo en junio pasado, anunciando el cierre total de sus cuatro tiendas en Austin y liquidando inventario con descuentos de hasta el 80 %.
Este hecho refleja una tendencia creciente en el sector de colchones físicos ante la presión de minoristas online y el impacto prolongado de los elevados costos operativos.
Desde la perspectiva del mercado, la industria de colchones tradicional ha sufrido una transformación acelerada. El reinado histórico de playeras como Mattress Firm, que ya tramitó una reestructuración masiva en 2018 y fue adquirida por Tempur Sealy en un proceso de fusión aprobado por una corte federal en febrero de este año, contrasta con el auge de modelos directos al consumidor como Casper, Purple o Leesa, que han implementado estrategias de venta online y tiendas pequeñas para reducir costos.

Expertos en retail coinciden en que las cadenas tradicionales enfrentan desafíos crecientes: la tracción del comercio electrónico, costos elevados de arrendamiento y cambios en el comportamiento del consumidor pospandemia pueden obligar a más negocios a optar por protección judicial o liquidaciones.
La movida de American Mattress se suma a una ola que ya ha afectado marcas reconocidas en mobiliario y decoración, y es una señal clara de que el sector necesita adaptarse o enfrentar más cierres.
La audiencia decisiva está programada para el martes 4 de agosto, donde se evaluará la viabilidad del plan de reorganización y posibles autorizaciones para continuar operaciones fundamentales como nóminas, pagos a proveedores y mantenimiento de inventario.