Estados Unidos

“Nueva York podría volverse como La Habana”: crece la alarma por advertencia que pone en jaque a la ciudad

El aumento de robos, la percepción de inseguridad y tensiones internacionales han encendido las alertas sobre el rumbo que podría tomar la Gran Manzana.

Darwin Schneider Correa Parra

Pasante de Mundo - Semana.

25 de julio de 2025, 6:36 p. m.
Amanecer en la ciudad de Nueva York
Esta analogía no proviene de una visión sensacionalista, sino de un análisis profundo sobre el deterioro del orden urbano. | Foto: Getty Images

Nueva York ha encendido las alarmas después de que expertos compararan su situación actual con la de La Habana, una advertencia que ha causado preocupación entre autoridades y ciudadanos.

Esta analogía no proviene de una visión sensacionalista, sino de un análisis profundo sobre el deterioro del orden urbano combinado con crisis sociales persistentes, lo que podría generar una ciudad fragmentada en términos de seguridad y cohesión social, según advierte un reciente informe local.

En paralelo, datos recientes del NYPD muestran que, aunque los homicidios disminuyeron un 30 % en abril de 2025 frente al mismo mes del año anterior, los robos aumentaron 7,2 % y los delitos de agresión grave registraron un alza sostenida, con más de 8.580 casos reportados en lo que va de año, frente a 8.330 en 2024. Este contraste revela una ciudad con menor letalidad, pero no menos insegura para su población.

Las primeras investigaciones revelan que el agresor estaba solo y la motivación del ataque es aún inexplicable.
Imagen del metro de Nueva York. | Foto: Getty Images

En medio de este panorama, la alarma también alcanza al transporte público. Aunque los delitos en el metro cayeron un 23 % respecto a meses anteriores, los ataques a pasajeros, agresiones y robos persisten como fuentes constantes de temor entre los usuarios.

La reducción global de crímenes no ha sido suficiente para eliminar la percepción de riesgo, especialmente cuando surgen actos violentos impactantes como el asalto a personas de la tercera edad o incluso a menores en estaciones concurridas.

Este deterioro en la seguridad urbana se complementa con tensiones geopolíticas que elevan el nivel de alerta. En junio de 2025, frente a posibles represalias tras los ataques estadounidenses a instalaciones iraníes, el alcalde Eric Adams declaró que la ciudad estaba “en alerta máxima”.

Aunque no se reportaron amenazas concretas en ese momento, se reforzó la presencia policial en lugares comunitarios como sinagogas, mezquitas e instituciones culturales vinculadas a comunidades judía e iraní.

Estas acciones demuestran que la preocupación no es solo interna, sino también externa, reflejando un escenario global donde Nueva York debe combinar vigilancia urbana con seguridad nacional.

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En la ciudad hay 350.000 millonarios y 60 multimillonarios. | Foto: Getty Images

Esta combinación de crisis sociales, inseguridad cotidiana y tensiones internacionales genera un clima de fragilidad. Ciudadanos consultados por diferentes medios reconocen que caminan por calles donde no sienten la misma tranquilidad de años anteriores, y advierten que este descontento genera desgaste y polarización.

En opinión de analistas urbanos, si no se refuerzan programas integrales de prevención, reinserción y control comunitario, la comparación con ciudades en crisis no es una metáfora lejana.

Sin embargo, existe un optimismo cauteloso. Las autoridades han anunciado programas para aumentar patrullajes en zonas vulnerables, implementar brigadas comunitarias y abrir canales de diálogo con líderes vecinales.

También se prevé colaboración más estrecha con agencias federales para desarticular redes de crimen organizado y evitar la proliferación del crimen violento.

El objetivo declarado es reconducir la percepción pública y reducir estadísticas sin generar alarma innecesaria, pero actuando con firmeza.