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No le alcanzará la vida: 2.000 años de prisión para el responsable de una masacre en un club LGTB en Colorado, Estados Unidos
La Fiscalía no ha pedido la pena de muerte porque Colorado se convirtió en 2020 en el 22.º estado norteamericano en abolir la pena capital.
Anderson Lee Aldrich, de 23 años, aceptó este lunes cinco cargos de asesinato en primer grado y 46 cargos de intento de asesinato, lo que se traduce en una condena a más de 2.000 años de prisión sin posibilidad de libertad condicional, por el asesinato en 2022 de cinco personas en el Club Q, un local LGTBI+ de Colorado Springs, en Colorado, Estados Unidos.
El juez Michael McHenry condenó a Aldrich a 2.208 años de cárcel solo por los cargos de intento de asesinato, a los que se suman cuatro años más por el agravante por tener motivaciones para atacar a esas personas en concreto, asimilables a agravante por delito de odio.
La Fiscalía no ha pedido la pena de muerte porque Colorado se convirtió en 2020 en el 22.º estado norteamericano en abolir la pena capital, destaca la cadena CNN. Aldrich se identifica como no binario y utiliza el pronombre ellos.
El crimen
Aldrich irrumpió con un fusil en el club, mató a cinco personas e hirió a otras 19, por lo que los supervivientes y familiares de las víctimas que comparecieron pidieron el mayor castigo posible. “Por favor, su señoría. Le ruego que encierre a este animal en lo más profundo del infierno”, dijo Cheryl Norton, madre de Ashtin Gamblin, quien recibió hasta nueve disparos, pero sobrevivió.
Tendencias
El Club Q estaba considerado como un espacio seguro para la comunidad LGTBI+ en una ciudad con precedentes de ataques contra este colectivo. Este incidente evocó la masacre de la discoteca Pulse de Orlando, Florida, donde en 2016 murieron 49 personas.
Además, reactivó el debate sobre la posesión de armas de guerra como los fusiles de repetición. “Las armas de asalto son demasiado fáciles de conseguir”, se lamentó otro de los heridos, Ed Sanders, en su comparecencia ante el juez.
En 2022 murieron al menos 642 personas en tiroteos masivos, aquellos con cuatro o más personas heridas de bala, sin contar al tirador, según el Archivo de Violencia de Armas de Fuego. Este año la cifra apunta a que superará la del año anterior, con 385 muertos
Inacción en una masacre
El juicio de un policía estadounidense, acusado de no intervenir para detener una matanza en una escuela secundaria de Florida, quedó visto para sentencia este lunes después de los alegatos finales de la Fiscalía y la defensa.
Scot Peterson, de 60 años, era el oficial encargado de proteger el centro Marjory Stoneman Douglas de Parkland el 14 de febrero de 2018, cuando Nikolas Cruz mató a tiros a 14 alumnos y tres adultos en su antigua escuela.
La Fiscalía le reprocha al acusado que buscara refugio cerca del edificio donde ocurrió el tiroteo en lugar de entrar e intentar parar a Cruz.
“Cuando llegó el momento y tuvo que actuar, tomó una decisión. A las 2:23 p. m., Scott Peterson eligió no entrar, sabiendo que esos disparos estaban ocurriendo”, declaró Kristen Gomes, asistente del fiscal estatal, en su alegato final ante el jurado.
“Dejó atrás a un asesino sin restricciones para que pasara los siguientes cuatro minutos y 15 segundos deambulando por los pasillos a sus anchas”, añadió.
Durante las casi tres semanas de juicio, la acusación insistió en que Peterson, un oficial veterano, no había seguido las consignas en caso de tiroteo activo al no ir al encuentro de Cruz y tratar de detenerlo.
Por ello le imputa siete delitos de negligencia infantil como consecuencia de la muerte de cuatro estudiantes y las heridas de otros tres, en la tercera planta del edificio de la masacre. En el momento en que Peterson llegó al lugar, Cruz ya había matado a 13 personas y herido a 14 en la planta baja.
El exoficial, que podría ser condenado a hasta 97 años de prisión, se declaró no culpable y alegó que había permanecido fuera del edificio porque no sabía de dónde procedían los disparos.
Cruz fue condenado en 2022 a cadena perpetua.
*Con información de Europa Press y la AFP.