Estados Unidos
Millones de personas podrían perder los beneficios de SNAP: ¿qué implica la nueva reforma?
Nuevas reglas laborales y reducción de exenciones amenazan la asistencia del programa SNAP, dejando a millones de estadounidenses en riesgo de inseguridad alimentaria.
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En un momento crítico para la asistencia social en Estados Unidos, millones de beneficiarios de programa SNAP, conocido como cupones de alimentos, podrían crear excluidos debido a una reforma impulsada por una nueva ley.
Expertos advierten que esto podría dejar por fuera a los más vulnerables y aumentar la seguridad alimentaria en todo el país.
¿En qué cambian las reglas?
Las modificaciones propuestas, orientadas a endurecer los requisitos laborales, han despertado alarmas entre organizaciones defensoras de los derechos de las personas más vulnerables en Estados Unidos.
De acuerdo a lo que se registra en Newsweek, el cambio proviene de la One Big Beautiful Bill Act (OBBBA), una ley respaldada por legisladores republicanos, que ha introducido nuevas condiciones para acceder a SNAP.
Entre las modificaciones planteadas por la nueva ley, está el refuerzo de las normas para los ABAWD (Able-Bodied Adults Without Dependents) correspondiente a los adultos sin discapacidades ni dependientes, quienes deben trabajar, estar en un programa de entrenamiento laboral o buscar empleo al menos 80 horas al mes para mantener los beneficios.
Bajo esta norma, solo pueden recibir ayudas por 3 meses, en un periodo de 3 años, a menos que califiquen para una exención.
Por otra parte, la reforma limita quiénes pueden quedar exonerados de esos requisitos, pues la edad para estar exento sube de 59 a 65 años.
Se habla de que los ciudadanos solo están exentos si tienen hijos menores de 14 años, cuando antes era sobre los 18.
De igual manera, se eliminan exenciones para personas en situación de calle, veteranos y jóvenes que hayan salido del sistema de acogida foster care, a los 24 años o menos.
Quienes sí quedan protegidos son las personas que están embarazados o tienen limitaciones físicas o mentales para trabajar.

¿Cuál será el impacto de esta medida?
Según un análisis publicado por Newsweek, del Centro de Presupuesto y Prioridades, CBPP, aproximadamente 4 millones de personas podrían ver sus beneficios eliminados o reducidos significativamente.
Además, las organizaciones sociales advierten que no es solo una cuestión laboral, sino también administrativa, ya que muchas personas podrían perder el acceso no por falta de querer trabajar, sino por dificultades para cumplir con la documentación o los requisitos burocráticos.
SNAP es un programa clave de asistencia social, con alrededor de 42 millones de personas beneficiarias.
Las nuevas normas pondrían en riesgo a los más vulnerables, pues los cambios afectan especialmente a quienes ya están en situaciones precarias, personas mayores, cuidadores, sin empleo, con barreras de transporte o recursos, y pueden agravar la inseguridad alimentaria.
Pese a las críticas, desde el punto de vista gubernamental, los nuevos requisitos sirven para incentivar el trabajo y fortalecer la integridad del programa.
Para la Secretaría de Agricultura (USDA), la reforma “combate el fraude y y el desperdicio” en SNAP.
En conclusión, la reforma refleja una tensión central en la política social estadounidense: por un lado, la presión por reducir costos y promover la autosuficiencia; por otro, la necesidad de proteger a los más necesitados y evitar que se queden sin red básica.


