Estados Unidos

Lo que comenzó como una simple caminata con mascotas en Brooklyn terminó en un hecho violento que impacta a Nueva York

La violencia irrumpió en un parque de Brooklyn y dejó preguntas abiertas sobre seguridad y responsabilidad comunitaria.

Darwin Schneider Correa Parra

Pasante de Mundo - Semana.

22 de agosto de 2025, 12:41 p. m.
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Criminal con arma blanca amenazó a personas en paso subterráneo. | Foto: Getty Images/iStockphoto

En Brooklyn, el ambiente de un parque público se vio sacudido por un incidente inesperado que convirtió una simple caminata con mascotas en una escena de violencia urbana.

Dos niños, de apenas doce y quince años, fueron arrestados tras apuñalar a un hombre de 41 años, quien resultó herido en la axila y el abdomen, luego de intentar mediar en una acalorada disputa generada por los ladridos de un perro.

El hecho tuvo lugar alrededor de las siete y media de la noche, en María Hernández Park, cerca de Starr Street e Irving Avenue, en el barrio de Bushwick.

Las luces del metro que pasa se difuminan en primer plano.
Vista del centro de Manhattan tomada desde Bushwick, Brooklyn, al atardecer. | Foto: Getty Images

Según testigos, el ataque se originó cuando un grupo de adolescentes comenzó a hostigar a un pequeño Pomerania que ladraba cerca. La víctima, que paseaba a su propia mascota y se alarmó por la conducta de los jóvenes, se dirigió a ellos para interceder.

Un testigo afirmó que uno de los adolescentes alegó ser alérgico a los perros, lo que escaló la tensión, y que la víctima optó por confrontarlos. En respuesta, los menores recurrieron a un arma blanca, lo que convirtió una situación cotidiana en una urgencia policial y médica.

El hombre fue trasladado al Elmhurst Hospital Center y su estado fue reportado como estable, lo que reduce parcialmente la gravedad del evento. Ambos menores fueron detenidos en el lugar.

El de doce años enfrenta cargos de agresión, mientras que el adolescente de quince años enfrenta cargos más graves, incluyendo agresión agravada, amenazas y posesión criminal de un arma.

Los cargos fueron confirmados por las autoridades del NYPD, aunque sus nombres no fueron divulgados debido a su condición de menores.

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Edificios de apartamentos en Brooklyn, NY | Foto: Getty Images

En un contexto en el que los índices de delitos violentos en Nueva York habían descendido durante las últimas décadas gracias a estrategias como CompStat y la teoría de las ventanas rotas, este tipo de incidentes llaman la atención sobre nuevas formas en que los conflictos pueden escalar rápidamente.

Aunque los crímenes con arma blanca entre menores son estadísticamente inusuales, este incidente elimina cualquier percepción. Pues un desacuerdo entre jóvenes y adultos, catalizado por una mascota, derivó en agresión física grave.

La Policía, por su parte, hace un llamado a que los adultos supervisen de manera más activa a menores en espacios públicos y que cualquier conflicto sea arreglado antes de escalar. También se destaca la necesidad de promover programas de resolución de conflictos entre jóvenes y de concienciar acerca del uso de objetos peligrosos como armas.

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Perro pomerania de pelaje esponjoso caminando en un parque durante un día soleado | Foto: Getty Images

Este episodio también destaca la importancia de mantener los parques como zonas seguras. Muchos neoyorquinos consideran estos espacios como refugio comunitario donde los niños juegan, los vecinos conversan y las mascotas se reúnen.

Cuando un conflicto tan superficial desemboca en violencia física, afecta no solo a las personas directamente involucradas, sino también al tejido social de la comunidad. Reforzando la urgencia de fomentar una cultura de respeto mutuo, intervención responsable y prevención temprana.

Según fuentes policiales, el hombre de 41 años permanece hospitalizado en condición estable, mientras ambas detenciones han generado preocupación y discusión en el vecindario.

El incidente subraya, una vez más, que incluso en ciudades con índices de criminalidad en descenso, la convivencia pacífica nunca está garantizada y que el rol de mayores, instituciones y comunidades es vital para mantener los espacios públicos libres de violencia.