Estados Unidos
Latinos en el 11-S: las historias olvidadas de héroes e inmigrantes en las Torres Gemelas
A 24 años del 11 de septiembre, resurgen las historias poco contadas de inmigrantes hispanos que murieron, sobrevivieron o se convirtieron en héroes aquel día.

Cada año, la memoria del 11 de septiembre revive con homenajes en Nueva York y Washington, pero pocas veces se profundiza en las historias de los inmigrantes latinos que estuvieron en primera línea aquel día.
Según datos del Departamento de Salud de Nueva York, alrededor de 250 víctimas mortales eran hispanas, una cifra que equivale a casi el diez por ciento del total de fallecidos en los atentados. Sus nombres están inscritos en el Memorial del 11-S, pero sus vidas han quedado muchas veces en silencio.
Entre esas víctimas hubo trabajadores de restaurantes en las Torres Gemelas, empleados de limpieza, mensajeros y oficinistas que sostenían la vida diaria de la ciudad. Uno de los casos más recordados es el del ecuatoriano Manuel López, empleado en Windows on the World, el restaurante ubicado en el piso 107 de la Torre Norte, donde murieron decenas de inmigrantes que preparaban desayunos esa mañana. Su familia en Queens ha relatado cómo, con dos empleos, mantenía a tres hijos y enviaba remesas a su madre en Guayaquil.

Pero los latinos no solo fueron víctimas, también hubo sobrevivientes que se convirtieron en testigos clave. La periodista peruano-americana Blanca Rosa Vílchez, corresponsal en Nueva York, estaba cubriendo las elecciones primarias de la ciudad cuando ocurrió el ataque.
Corrió hacia el World Trade Center y transmitió en vivo la tragedia para Univisión, convirtiéndose en una de las voces latinas que narraron al mundo la magnitud del desastre.
Otros fueron héroes anónimos. La paramédica puertorriqueña Ivonne Coppola Sánchez formaba parte del equipo de respuesta de emergencia y trabajó durante días en el rescate de sobrevivientes y en la recuperación de cuerpos.
Su chaqueta y su identificación forman hoy parte de la colección del Museo Nacional de Historia Estadounidense, dentro de la iniciativa NYC Latino 9-11 Collecting Initiative, que desde 2018 recopila testimonios y objetos que muestran el papel de los hispanos en la tragedia.

Con el tiempo, las familias latinas se enfrentaron a obstáculos adicionales. Algunas eran indocumentadas y temieron acercarse a las autoridades para reclamar ayudas, lo que retrasó procesos de duelo y compensaciones.
Según Axios, los trámites en inglés y la falta de representación dificultaron que varias viudas e hijos pudieran acceder a beneficios del fondo de compensación de víctimas. Esta doble vulnerabilidad: la pérdida de un familiar y la barrera legal o idiomática, ha sido denunciada por organizaciones comunitarias como LULAC.
Hoy, el Smithsonian y el Memorial del 11-S buscan rescatar esas voces. Fotografías, uniformes de trabajo y testimonios de familiares conforman un archivo en crecimiento que devuelve rostro y contexto a víctimas y héroes hispanos.
A más de dos décadas, las historias de los latinos del 11-S recuerdan que el ataque no solo golpeó símbolos financieros y políticos, sino también a miles de inmigrantes que con su trabajo cotidiano construían Nueva York.