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La respuesta al tiroteo “fue un fracaso”: Gobierno de EE. UU. reconoce negligencia de la Policía en masacre de Uvalde
Los agentes optaron por responder a la situación como si se tratase de un “sospechoso atrincherado”.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos concluyó que la intervención policial frente al tiroteo que dejó 21 muertos en una escuela de Uvalde (Texas) en mayo de 2022 fue un “fracaso”, lo que provocó que pasasen 77 minutos desde que el asaltante irrumpió en el centro hasta que fue interceptado.
La revisión del Gobierno constató “varios fallos clave” antes, durante y después de la intervención policial, tal como recoge un informe de casi 600 páginas en el que se apunta que los agentes, una vez que tuvieron constancia de que había un “tirador activo”, debían haber actuado “inmediatamente” para irrumpir en la clase donde se encontraba y eliminar la amenaza, algo que “no ocurrió”.
Los agentes optaron por responder a la situación como si se tratase de un “sospechoso atrincherado”, pese a que hubo alrededor de una decena de momentos en los que habría estado justificado que hubiesen concluido la intervención con un asalto final contra el tirador, de 18 años.
Una “cascada de fallos” que el Departamento de Justicia considera favoreció a que el tirador pudiese evaluar sus opciones o retrasase la atención médica a los heridos y que ha puesto en tela de juicio un despliegue que implico a unos 400 efectivos y en el que fallaron prácticamente todos los elementos de la cadena de mando.
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Además, parte de las familias recibieron “información incorrecta” que dio pie a que pensaran que sus parientes estaban vivos cuando en realidad habían fallecido víctimas de un ataque en el que fueron asesinados 19 alumnos y dos profesores. Otras “fueron notificados de las muertes por personal que no estaba formado para dar este tipo de noticias”, según consta en el texto recogido por medios locales.
El Gobierno federal inició esta investigación el año pasado a petición de las autoridades de Uvalde y ha recabado más de 13.000 elementos de prueba. Las familias reclamaban también un examen a fondo de lo ocurrido y, de hecho, en el informe se pone de manifiesto que varias de ellas “han indicado que no podían seguir con sus vidas (...) hasta saber lo que le ocurrió a sus hijos”.
Los tiroteos escolares se han convertido en algo habitual en un país donde alrededor de un tercio de los adultos posee un arma de fuego y las regulaciones para la compra incluso de rifles potentes son laxas.
Las encuestas muestran que una mayoría de votantes está a favor de controles más estrictos sobre el uso y la compra de armas, pero los grupos de presión son muy influyentes y la justicia invoca el derecho constitucional a portarlas.
En junio de 2022, los defensores de la reforma obtuvieron una victoria limitada con la aprobación de una legislación que exige verificaciones más estrictas de los antecedentes de los compradores jóvenes.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, calificó de “vergonzoso” e “inaceptable” el discurso de ciertos legisladores republicanos sobre que el Congreso no puede hacer nada para frenar la violencia armada tras el último tiroteo masivo en Estados Unidos.
“Es inaceptable que los republicanos digan que no hay nada que podamos hacer. Nuestras escuelas, nuestras iglesias, nuestros lugares de culto ahora se han convertido en lugares mortales para muchos estadounidenses”, ha lamentado la portavoz de la Casa Blanca.
Así, Jean-Pierre instó a estos parlamentarios conservadores a dirigirse directamente a las familias de las víctimas de los últimos tiroteos en el país --como el reciente en Nashville, o los últimos en Buffalo o Uvalde-- y trasladarles este discurso, según recoge The Hill.
“Si tuvieran coraje, hoy presentarían una legislación que prohíba las armas de asalto (...). Se niegan a seguir adelante y, sin embargo, las armas, como sabemos, son la causa principal que está matando a nuestros niños”, señaló la funcionaria estadounidense.
*Con información de AFP y Europa Press.