ECONOMÍA
Importante cadena de supermercados en Estados Unidos anunció el cierre de sus tiendas
La marca no alcanzó a declarar su quiebra, pero dejará de operar en los diferentes estados.


En un giro inesperado para muchos en la comunidad, los supermercados Daily Table anunciaron el cierre definitivo de sus operaciones.
Fundada con una misión social única, esta cadena no era un supermercado común. Su propuesta se basaba en ofrecer alimentos saludables, frescos y asequibles, especialmente dirigidos a comunidades de bajos ingresos. El cierre de Daily Table no solo marca el final de una empresa, sino también de una visión innovadora en el combate contra la inseguridad alimentaria.
Daily Table fue fundada por Doug Rauch, expresidente de Trader Joe’s, con la intención de cambiar la forma en que se abordaba el acceso a alimentos nutritivos en zonas de bajos recursos. A diferencia de muchos supermercados, Daily Table trabajaba con márgenes muy reducidos y se abastecía, en parte, de excedentes de otras cadenas o distribuidores.

Esto le permitía ofrecer productos saludables a precios que competían con los de la comida rápida o ultraprocesada, contribuyendo así a una alimentación más balanceada en comunidades tradicionalmente marginadas del acceso a opciones saludables.
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Uno de los mayores logros de Daily Table fue desafiar el estigma de que la comida saludable es inaccesible para las personas con menor poder adquisitivo. Además de ofrecer precios bajos, se preocupaba por la dignidad de sus clientes.
No funcionaba como una organización benéfica que entrega alimentos, sino como un supermercado donde cualquiera podía comprar, con productos seleccionados cuidadosamente para cumplir estándares nutricionales. Esto creaba una experiencia más inclusiva y respetuosa, fomentando la autosuficiencia y el orgullo comunitario.
El cierre de Daily Table representa un golpe para muchas familias que dependían de sus servicios.

Las causas del cierre no se han detallado completamente, pero podrían estar relacionadas con los desafíos económicos que enfrentan muchas empresas sociales: bajos márgenes de ganancia, competencia con grandes cadenas, aumento de costos logísticos y una presión constante para equilibrar impacto social con viabilidad financiera.
También puede haber influido el cambio de hábitos de consumo tras la pandemia, los altos costos de operación en zonas urbanas, y las dificultades de escalar un modelo que depende en gran medida de donaciones de alimentos o acuerdos especiales con proveedores.
Aunque la misión era noble, sostener un modelo tan ajustado financieramente por largo plazo presenta retos difíciles incluso para las organizaciones más comprometidas.
Por el momento no se conoce el futuro que tendrán los empleados con los que cuenta el supermercado en sus diversas locaciones.
*Con información de la AFP.