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Impactante hallazgo: descubren túnel clandestino que conecta directamente con Estados Unidos
El túnel, equipado con electricidad, ventilación y rieles, evidencia el nivel de sofisticación del narcotráfico en la frontera México–Estados Unidos.
Un sofisticado túnel clandestino fue descubierto en Tijuana el pasado 18 de junio en una vivienda ubicada en el fraccionamiento Nueva Tijuana, a escasos 200 metros del muro fronterizo con Estados Unidos, informaron autoridades mexicanas y estadounidenses.
El hallazgo se logró luego de una orden de cateo autorizada por un juez, derivada de labores de inteligencia, vigilancia aérea y de gabinete. En el operativo participaron elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la Fiscalía General de la República (FGR), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Marina y la Guardia Nacional.
El túnel, aún en construcción, medía cerca de 600 metros de longitud y se extendía hasta San Diego, California. Según el secretario Omar García Harfuch, la excavación alcanzaba una profundidad de aproximadamente 13.5 metros y fue empleada para el traslado de metanfetaminas, así como para el transporte de objetos vinculados con actividades delictivas.
En su publicación en redes sociales, García Harfuch confirmó que el inmueble había sido sellado y quedó bajo resguardo policial, mientras que al Ministerio Público le corresponde continuar con las indagatorias.
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Por su parte, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) detalló que el túnel recorría alrededor de unos 890 metros, de los cuales más de 304 metros estaban sobre el territorio estadounidense bajo el cruce de Otay Mesa.
La estructura era considerada altamente sofisticada. Pues contaba con cableado eléctrico, ventilación, sistema de iluminación y un riel para trasladar grandes volúmenes de mercancías. Además, se detectaron barricadas improvisadas con el fin de retrasar el avance de los agentes de seguridad.
Jeffrey D. Stalnaker, agente en funciones del sector San Diego, enfatizó que estos túneles no solo representan una amenaza para la seguridad nacional derivada del narcotráfico, sino también un posible riesgo de uso por parte de organizaciones terroristas. Por ello, ya está programado rellenar la estructura con miles de galones de concreto, como parte de una estrategia para impedir su reutilización en un futuro.
Desde 1993, se tienen registradas más de 95 detecciones de túneles de este tipo en el área de San Diego, en su mayoría relacionados con el tráfico de droga y personas. Por ejemplo, en enero de 2020 se halló uno que contaba con sistema de rieles, ventilación, electricidad de alto voltaje, elevador, y fue el túnel más extenso identificado hasta esa fecha.
Este descubrimiento refuerza un patrón creciente. Las organizaciones criminales invierten en infraestructuras subterráneas complejas para evadir controles fronterizos cada vez más rigurosos. Según especialistas en seguridad, la combinación de la geografía del terreno, principalmente en la zona industrial de Otay y nueva Tijuana, facilita la construcción de túneles.
En los últimos años, la cooperación binacional ha mejorado la capacidad para detectarlos, gracias a tecnología como drones, radares, sensores geológicos y patrullajes conjuntos.
El diálogo entre México y Estados Unidos en materia de seguridad fronteriza ha ido en aumento. Actualmente se desarrollan planes que incluyen intercambio de inteligencia, entrenamiento conjunto y monitoreo permanente para anticiparse a nuevos métodos de contrabando como drogas, armas y personas.
El reciente hallazgo de este túnel se suma a esfuerzos binacionales para detener el flujo ilegal de sustancias como el fentanilo, cada vez más presente en envíos hacia el norte.
Este caso llama la atención sobre la innovación de las redes criminales y la necesidad de reforzar la vigilancia en zonas estratégicas. Las autoridades advirtieron que mantendrán operativos continuos y una estrecha comunicación entre ambos lados de la frontera para anticiparse a nuevas amenazas y garantizar la seguridad regional.
