Estados Unidos
Huracán Erin dispara evacuaciones en Outer Banks de Carolina del Norte: olas de hasta 15 pies, corrientes peligrosas y cierre de carreteras
Autoridades de Carolina del Norte ordenaron evacuaciones en el Outer Banks ante marejadas, inundaciones y corrientes peligrosas del huracán Erin.

Huracán Erin, aunque no está previsto que toque tierra firme en Estados Unidos, ha desatado medidas drásticas en Carolina del Norte debido a sus efectos indirectos, especialmente en las islas barrera del Outer Banks.
El huracán ha generado un incremento de evacuaciones obligatorias en zonas como las islas Hatteras y Ocracoke, donde las autoridades locales han declarado estado de emergencia para salvaguardar vidas y estructuras ante el avance de la tormenta en el Atlántico.
Las evacuaciones de visitantes comenzaron el lunes y los de residentes se coordinaron para el martes, con rutas habilitadas hacia el oeste para evitar congestiones y peligros ante marejadas y carreteras inundadas.

La fuerza del huracán Erin ha sido destacada por su rápido fortalecimiento, pues alcanzó categoría 5 brevemente antes de estabilizarse en categoría 3, con vientos sostenidos entre 110 y 130 millas por hora.
Aunque su trayectoria ha evitado un impacto directo, su tamaño y energía han producido olas marejadas peligrosas de 15 a 25 pies, corrientes de resaca mortales, inundaciones costeras y erosión en playas, especialmente desde la tarde del martes hasta el jueves.
Especialistas del Servicio Meteorológico Nacional (NWS) y del Centro Nacional de Huracanes (NHC) han advertido sobre olas destructivas, marejada ciclónica de 1 a 4 pies y la probabilidad de que tramos de la Highway 12, vital para la conectividad de las islas, queden intransitables.
Además, los salvavidas reportaron el rescate de al menos 60 bañistas atrapados por fuerte corrientes en la región de Wrightsville Beach, lo que subraya la gravedad del riesgo.

Autoridades locales han suspendido servicios, cerrado oficinas y cancelado eventos comunitarios, mientras se preparan refugios con capacidad para animales, medicamentos y transporte para quienes no disponen de vehículo.
Un ejemplo conmovedor lo encarna Holly Andrzejewski, quien había adquirido el histórico Atlantic Inn en Hatteras Island apenas hace días y se vio obligada a cancelar reservas, reubicar muebles y asegurarse de contar con generadores y suministros básicos, mientras permanece en la isla para cuidar su propiedad.
Simultáneamente, otros negocios locales recuerdan daños pasados, como los provocados por el huracán Dorian en 2019, lo que eleva la tensión ante los posibles impactos acumulados en esta temporada.

En el ámbito estatal, el equipo de emergencia de Carolina del Norte se encuentra en constante coordinación con agencias federales y locales para monitorear el avance de Erin, emitir alertas y anticipar escenarios de impacto, lo cual ha incluido advertencias para zonas tan al sur como Beaufort Inlet hasta Duck y Cape Lookout.
El fenómeno también se extiende a otras regiones, pues se esperan corrientes peligrosas desde Florida hasta Nueva Inglaterra, así como posibles efectos en Bermuda y Europa en días siguientes.
Aunque Erin no tocará tierra estadounidense, su poder destructivo domina la costa este, obligando a respuestas urgentes y coordinadas, mientras el Atlántico demuestra una vez más la necesidad necesaria de prepararse para tormentas cada vez más intensas.