Estados Unidos
Florida, uno de los mejores estados para vivir en Estados Unidos; estas serían las razones
Con una economía líder y una creciente diversidad poblacional, Florida enfrenta el reto de equilibrar su atractivo con la asequibilidad y la sostenibilidad.

Florida se consagra como el sexto mejor estado para vivir en Estados Unidos, según el informe más reciente de U.S. News & World Report, que evalúa 71 indicadores en ocho categorías como economía, educación, salud, infraestructura y entorno natural.
Destaca en particular porque es el único estado del sur en aparecer en el top 10, reflejando una transformación en el atractivo nacional de la región.
Este ascenso es impulsado por su sobresaliente economía, donde ocupa el primer lugar, mientras que en educación también logra un desempeño destacado con el segundo puesto. Sin embargo, en acceso a oportunidades se ubica en una posición más baja, lo que indica áreas que aún requieren atención.

Así mismo, según el portal financiero WalletHub, Florida también ocupa el sexto lugar en su ranking de 2025, basado en 51 factores como asequibilidad, crecimiento de ingresos, salud y calidad de vida.
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El estado sobresale en calidad de vida, ubicándose cuarto, y en seguridad, con un puesto 12, mientras que en salud y educación figura en el 26.º, y en economía en el 11.º.
Destaca además por el tercer lugar en crecimiento de ingresos y por contar con la mayor cantidad de establecimientos gastronómicos per cápita en Estados Unidos. No obstante, enfrenta desafíos como costos de vivienda elevados, siendo el cuarto estado con precios más altos del país, y preocupaciones sobre la asequibilidad en áreas urbanas como Orlando, donde muchos trabajadores deben ganar más de 33 dólares por hora o laborar más de 96 horas semanales para cubrir la renta promedio.

Este estatus dual apunta a una realidad compleja: por un lado, Florida proyecta una fortaleza económica notable, con un PIB estatal de 1.705 billones de dólares en 2024, ubicándose como la cuarta economía más grande del país, con baja tasa de desempleo y altos niveles de ingresos per cápita.
Por el otro, la asequibilidad de vivienda y la equidad en oportunidades deben atenderse con políticas públicas más focalizadas que permitan un desarrollo equilibrado.
Sumado a lo anterior, el atractivo de Florida se ve reforzado por su condición fiscal. Pues no cobra impuesto sobre la renta personal, lo que lo convierte en un imán para jubilados, inmigrantes latinos y residentes temporales conocidos como “snow birds”.
Además, ciudades como Naples lideran rankings de calidad de vida dentro del estado y de Estados Unidos, destacando en educación, salud y seguridad, aunque también enfrentan costos elevados y vulnerabilidad climática.

El impacto migratorio en Florida ha sido significativo en la última década. Según datos del Censo de Estados Unidos, el estado recibe cada año a más de 300.000 nuevos residentes provenientes de otros estados y países, principalmente de América Latina y el noreste estadounidense.
Esta diversidad cultural ha enriquecido su vida social y económica, pero también ha presionado el mercado inmobiliario y la infraestructura, especialmente en zonas metropolitanas como Miami, Tampa y Orlando.
El reto para las autoridades será encontrar un balance entre crecimiento poblacional y calidad de vida, evitando la saturación de servicios y el aumento desproporcionado de los precios.
En el plano medioambiental, Florida enfrenta un desafío adicional: su alta exposición al cambio climático y a fenómenos meteorológicos extremos. Huracanes, inundaciones y el aumento del nivel del mar amenazan áreas costeras densamente pobladas, lo que obliga a inversiones millonarias en protección costera y resiliencia urbana.
Aunque el estado ha implementado programas de mitigación y adaptación, expertos advierten que el éxito a largo plazo dependerá de integrar políticas ambientales sólidas con su modelo económico y de desarrollo urbano.
Así, Florida se posiciona en 2025 como una opción viable y atractiva para vivir: su sólido motor económico, calidad de vida y política fiscal favorable lo distinguen, pero los desafíos en vivienda asequible, equidad de oportunidades y sostenibilidad ambiental siguen siendo relevantes.
Mantener y ampliar su atractivo dependerá de políticas que fomenten el desarrollo urbano accesible, fortalezcan la educación, mejoren los servicios sociales y enfrenten de manera decidida los riesgos climáticos, garantizando que el crecimiento económico se traduzca en bienestar real y duradero para todos sus residentes.