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Esta agencia oculta busca deportar migrantes de Estados Unidos y cuenta con apoyo de gobierno Trump
Con operaciones encubiertas, respaldo político y millonarios recursos, la administración Trump intensifica la persecución de migrantes indocumentados en Estados Unidos.

Desde comienzos de julio, Estados Unidos vive una intensificación sin precedentes en las redadas migratorias llevadas a cabo por varios órganos de seguridad, entre ellos el ICE y una agencia operativa menos visible pero igualmente determinante.
Este cuerpo especial, cuya identidad se mantiene deliberadamente discreta, ha sido clave en las detenciones masivas de indocumentados, alcanzando un objetivo de aproximadamente 3.000 arrestos diarios, según fuentes oficiales del gobierno federal.
El impulso de esta estrategia proviene directamente de la Casa Blanca, donde Stephen Miller, asesor principal de políticas migratorias, ejerce influencia decisiva. Miller ha retomado tácticas de su primer mandato, estableciendo cuotas de arrestos y coordinando operaciones encubiertas en zonas urbanas, incluso en ciudades “santuario” como Los Ángeles y Chicago.

Bajo su dirección, el presupuesto del Departamento de Seguridad Nacional para deportaciones superó los $14.000 millones de dólares en junio, lo que ha permitido un notable aumento logístico y operacional.
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Según un reciente informe del Financial Times, más del 70 % de los arrestados en junio eran personas sin antecedentes penales, lo cual refleja un giro estratégico hacia la deportación masiva generalizada.
Estas redadas han generado miedo entre las comunidades migrantes, que se han visto forzadas a recurrir a plataformas tecnológicas para alertarse mutuamente de operativos en curso.

Los efectos no han tardado en manifestarse. En Los Ángeles, las operaciones en torno a zonas laborales y vecindarios con alta concentración migrante fueron documentadas a través de aplicaciones de monitoreo y plataformas comunitarias.
Varias protestas estallaron en respuesta, incluso en espacios públicos como el Dodger Stadium, donde se impidió el ingreso de agentes federales al estacionamiento, lo que evidenció la tensión entre autoridades locales y federales.
Por otro lado, en California se registraron decenas de detenciones en viveros de cannabis con el respaldo de la Guardia Nacional, lo cual activó a operadores agrícolas y legisladores preocupados por el impacto en la cadena de producción alimentaria
Mientras tanto, a nivel judicial, el Departamento de Justicia enfrenta una controversia interna tras conocerse mensajes entre altos funcionarios que sugieren la posibilidad de ignorar órdenes judiciales que buscaban frenar deportaciones referentes a un grupo de migrantes venezolanos, lo que podría abrir procedimientos de desacato al ejecutivo.

La estrategia operativa también abarca proyectos como “Operación Safeguard”, diseñada para atacar zonas urbanas consideradas refugio y que ya ha resultado en más de 23.000 arrestos desde febrero, muchos de ellos aplicados sin órdenes previas
El contraste es evidente: mientras el gobierno resalta el resguardo de la seguridad pública, organizaciones de derechos civiles y legisladores demócratas denuncian violaciones a garantías constitucionales y uso excesivo de tácticas encubiertas.
Un grupo bipartidista en el Senado propone la Ley de Visibilidad para obligar a los agentes a identificarse, argumentando que la opacidad en las redadas genera terror en comunidades vulnerables
Así, estas operaciones dejan claro que el gobierno de Trump no solo ha intensificado el uso del ICE, sino que ha desplegado una red de agencias y programas ocultos, apoyado por fondos masivos, infraestructura militar y respaldo judicial.
El resultado es una doble estrategia: control migratorio agresivo en el corto plazo, y presión política y legal a largo plazo ante un panorama cada vez más polarizado.