Estados Unidos

Crisis de salud mental en jóvenes de EE. UU.: 1 de cada 4 recibe tratamiento mientras millones siguen sin ayuda

Expertos alertan que la depresión en adolescentes de EE. UU. se dispara, con graves desigualdades en el acceso a la atención.

Darwin Schneider Correa Parra

Pasante de Mundo - Semana.

10 de septiembre de 2025, 4:57 p. m.
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Una mujer triste se sienta sola en la ciudad. | Foto: Getty Images

La salud mental de los jóvenes en Estados Unidos atraviesa una fase crítica, en la que el incremento de la depresión convive con avances en atención, aunque persisten profundas desigualdades.

Según datos recientes, uno de cada cuatro adolescentes con diagnóstico ha recibido algún tipo de tratamiento, pero esto deja al 75 % sin atención adecuada. Esta cifra se traduce en millones de jóvenes vulnerables a consecuencias graves si no se interviene con urgencia.

El aumento sostenido de casos de depresión en niños y jóvenes es alarmante. Un informe del Centro Nacional de Estadísticas de Salud (NCHS) del CDC registró que la prevalencia de depresión en personas de 12 años o más durante el periodo de agosto de 2021 a agosto de 2023 fue del 13,1 %; en adolescentes, este porcentaje es aún más alto: 19,2 %.

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Psicóloga asesorando a un adolescente en la oficina | Foto: Getty Images

Las mujeres jóvenes presentan tasas significativamente mayores (26,5 %) en comparación con los hombres de la misma edad (12,2 %).

Por su parte, la Fundación Annie E. Casey resalta que el 18 % de los jóvenes de 12 a 17 años ha tenido al menos un episodio depresivo mayor en el último año, lo que equivale a unos 4,5 millones de adolescentes.

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Una terapeuta de salud mental toma notas mientras una adolescente habla de sus problemas. | Foto: Getty Images

Si se incluyen trastornos por abuso de sustancias, el porcentaje asciende al 23 %. Asimismo, el 40 % de los estudiantes de secundaria reportan sentirse persistentemente triste o sin esperanza, especialmente las chicas, con un 53 % y los jóvenes LGBTQ+, con un 65 %.

Aun cuando algunas métricas muestran pequeños avances, como la disminución del 42 % al 40 % en adolescentes que sienten tristeza persistente entre 2021 y 2024, las brechas siguen siendo profundas, en particular entre niñas, estudiantes hispanos y negros, así como en la comunidad LGBTQ+.

Un factor emergente que refuerza esta crisis es el estilo de vida moderno. Un estudio reciente vincula el exceso de tiempo frente a pantallas (más de cuatro horas diarias) con mayores riesgos de depresión, ansiedad y trastornos conductuales; estos efectos se atenúan si se promueve la actividad física, el sueño regular y horarios adecuados.

La depresión juvenil aumenta en Estados Unidos, y, aunque uno de cada cuatro jóvenes reciben tratamiento, millones permanecen sin atención. Las desigualdades por género, ingreso y orientación sexual persisten, mientras el entorno digital añade nuevos desafíos.

Para enfrentar esta crisis, se requieren intervenciones integrales que abarquen escuelas, políticas públicas, acceso equitativo a la salud mental y promoción de estilos de vida saludables.