︎Condenan a 10 cadenas perpetuas a un hombre, ¿qué hizo? “La conducta está entre las peores”

En Estados Unidos, Sayfullo Saipov fue condenado a 10 cadenas perpetuas y 260 años más tras las rejas por un hecho que conmocionó y generó indignación en el Halloween de 2017. Ese año este individuo, originario de Uzbekistán, mató a ocho personas y dejó varias heridas cuando las embistió con su vehículo, mientras estas se encontraban en una ciclovía de Manhattan.

Las motivaciones del atacante aludieron a su ‘inspiración’ con el Estado Islámico y presuntamente su objetivo de ser aceptado como militante del grupo terrorista, según informó El País de España. “El acusado sigue comprometido con la yihad, el ISIS y la violencia”, dijo recientemente la fiscal federal, Amanda Houle, en lo reseñado por ese medio.

Pese a que una de las opciones sobre la mesa era la sentencia de muerte, el agresor se libró de esta porque un jurado no llegó a un consenso. Telemundo 47 informó que la arremetida dejó, entre las víctimas mortales, a cinco turistas argentinos, una mujer belga y dos de procedencia estadounidense.

¿Cómo ocurrió el ataque?

Saipov fue acusado de arrebatarle la vida, un 31 de octubre, a casi una decena de personas cuando aceleró su carro contra un carril de bicicletas en Manhattan. Según esa cadena de televisión, antes de arrestarlo, un policía le disparó al asiático, quien empezó a decir en árabe “Dios es grande”. También habría sonreído, desde un hospital, cuando preguntó si podía poner la bandera de ISIS en las paredes.

La Nación identificó a las víctimas suramericanas como Diego Angelini, Hernán Mendoza, Hernán Ferruchi, Alejandro Paccnuco y Ariel Erlij; todos exestudiantes rosarinos que habían viajado a la ‘Gran Manzana’ para conmemorar los 30 años desde su graduación. Los otros fallecidos fueron Anne-Laure Decadt (de Bélgica), Darren Drake (Nueva Jersey) y Nicholas Cleves (residente en Manhattan).

Por su parte, CNN citó al defensor del acusado, David Patton, quien afirmó que su cliente sí había cometido el ataque, pero no para intentar ingresar al grupo terrorista. Según él su motivación no fue otra más que ‘agradar’ a su Dios y poder “ascender al paraíso”.

Sin muestra de arrepentimiento

Según medios internacionales, hasta el momento de la condena el uzbeko no dejó entrever nunca señal de remordimiento por lo ocurrido casi seis años atrás, pese a ver tanto a familiares como amigos de las víctimas. “El tribunal se llenaba con las lágrimas y la sangre de la población musulmana”, recogió La Nación sobre la justificación de ese individuo.

Cuando algunas víctimas y familiares pudieron referirse al sujeto, durante el juicio (que duró dos meses), aprovecharon para reclamarle por las vidas arrebatadas y las secuelas generadas. Ellos habían pedido, como el propio gobierno estadounidense, que Sayfullo Saipov pasara al corredor de la muerte.

“Nunca podré caminar como tú (…). Tengo una pregunta. ¿Después de todo este tiempo en prisión, sigues convencido de que tus actos criminales contra personas inocentes fueron lo correcto?”, dijo Marion Van Reeth, una de las personas heridas. A sus palabras se sumaron las de Frank Decadt, el padre de la mujer belga que murió en esos hechos, y quien aguarda que el uzbeko “algún día comprenda el grado de horror que ha infligido a tanta gente”, recopiló Telemundo.

Esta condena se conoce cuando, en un caso aislado, la organización Human Rights Watch (HRW) acusó a las autoridades de Egipto de supuestamente detener arbitrariamente a mujeres por sus presuntos lazos con el grupo yihadista Estado Islámico. La ONG señaló que algunas habrían sido aisladas y torturadas, informó Europa Press.

HRW subrayó que entre ellas se encontraron a víctimas de abusos por miembros de una rama de ISIS en la zona (en lo que se incluyen violaciones y matrimonios a la fuerza). Los arrestos de varias se habrían consumado, luego de escapar y pedir ayuda a las autoridades.