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Así operaba la red que fingía choques para robar a las aseguradoras en Estados Unidos

La operación expuso un esquema de estafas con accidentes simulados que afecta a aseguradoras, conductores inocentes y al sistema judicial, revelando una red bien organizada que operaba en el sur de Florida

Darwin Schneider Correa Parra

Pasante de Mundo - Semana.

13 de junio de 2025, 3:49 p. m.
Las autoridades han logrado un duro golpe contra una red dedicada a los accidentes de tráfico simulados, medida que evidencia una preocupación creciente por este tipo de estafas en diferentes regiones.
Red estafaba a las aseguradoras en EE. UU. (imagen de referencia) | Foto: Getty Images

Las autoridades han logrado un duro golpe contra una red dedicada a los accidentes de tráfico simulados, medida que evidencia una preocupación creciente por este tipo de estafas en diferentes regiones.

En la denominada “Operación Choque y Efectivo”, seis personas fueron detenidas acusadas de orquestar choques intencionales para reclamar indemnizaciones falsas a compañías de seguros, un modus operandi que no solo genera pérdidas millonarias, sino que afecta directamente a conductores inocentes.

El esquema descubierto en el reciente operativo seguía un patrón ya documentado en Estados Unidos, como en Miami y Nueva York. En Florida, se han reportado centenares de colisiones simuladas cada año; por ejemplo, en Miami-Dade, la Policía detectó redes que organizaban choques premeditados con estructuras criminales bien armadas.

Las víctimas inocentes, a veces turistas o conductores de vehículos antiguos, son manipuladas para participar como actores involuntarios en el esquema.
Pareja de ancianos sorprendidos a punto de chocar en un coche. La vista es a través del parabrisas. | Foto: Getty Images

Asimismo, en Nueva York se alertó que en 2023 se produjeron 1.729 accidentes ficticios, lo que representó un incremento del 14 % respecto al año anterior, generando un aumento promedio de hasta 300 dólares en las primas anuales para cada asegurado.

Según la National Insurance Crime Bureau (NICB), estos fraudes constituyen una parte significativa del fraude total al seguro, con una gama de tácticas desde el clásico “swoop and squat” hasta la creación de narrativas falsas y el uso de múltiples cómplices como testigos. Las víctimas inocentes, a veces turistas o conductores de vehículos antiguos, son manipuladas para participar como actores involuntarios en el esquema.

El impacto social es amplio, el Instituto de Información del Seguro advirtió que estas maniobras elevan los precios para todos los asegurados, trasladando el costo del fraude colectivo al consumidor común. Además, se desvía personal policial y recursos médicos, ya que se debe investigar y atender accidentes que en última instancia son producto de engaños premeditados.

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Escritorio del juez en la sala del tribunal | Foto: Getty Images

Legalmente, las consecuencias son severas. En Estados Unidos, participar en choques simulados puede acarrear penas que van desde varios años de cárcel hasta tarifas elevadas en restitución financiera. En la ley de Florida, por ejemplo, se contemplan delitos graves con sanciones que van de dos a quince años de prisión, dependiendo de la cuantía del fraude.

En la reciente operación, la fiscalía informó que los detenidos, presuntamente miembros de una red organizada, planificaron detenidamente los choques, coordinando vehículos, conductores y declaraciones. Una fuente policial explicó que se ha creado una unidad especializada para desarticular estos grupos, empleando análisis de patrones de siniestros, registros de reclamaciones y declaraciones cruzadas.

En el operativo fueron confiscados documentos, comunicaciones y evidencias que demostraron vínculo directo entre los arrestados y la manipulación de la escena del choque.

Este tipo de estrategias delictivas ha sido detectado también en otros lugares del mundo. Sudáfrica, por ejemplo, ha advertido sobre peatones que se arrojan deliberadamente frente a autos para reclamar pagos falsos, lo que evidencia que el fraude vial no es exclusivo de un solo país. La tendencia demuestra que delincuentes se adaptan localmente, pero mantienen el mismo fin: engañar al sistema de seguros para obtener una ganancia ilícita.

Para evitar convertirse en víctimas, los expertos recomiendan adoptar una conducción defensiva, no aceptar dinero en efectivo o acuerdos en el lugar, recopilar evidencia visual del accidente, llamar a la policía y declarar cualquier sospecha a las aseguradoras. Estas prácticas no solo protegen a posibles víctimas, sino que también ayudan a desbaratar redes fraudulentas.

Con esta iniciativa, las autoridades buscan no solo llevar a los responsables ante la justicia, sino también generar un efecto preventivo que reduzca el fraude sistemático. La cooperación entre policía, aseguradoras y agencias reguladoras es esencial para frenar una actividad que, según datos de la NICB, supone costos millonarios anuales, y que finalmente termina pagando el conductor común.