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Arrojó a su hijo al río y huyó a Asia: el caso que estremece a Nueva York
El hallazgo de un bebé en el East River destapa una tragedia familiar y pone en evidencia fallas críticas en el sistema de custodia compartida en Nueva York.

Una tragedia estremeció a Nueva York luego de que el cuerpo de un bebé de aproximadamente siete meses fuese hallado flotando en el East River el pasado domingo, según informaron autoridades locales. Un turista proveniente de Oklahoma lo encontró cerca del South Street Seaport alrededor de las 4:00 p. m. y, junto a su esposo, intentaron reanimarlo sin éxito.
El infante, vestido únicamente con pañal y envuelto en una manta, fue llevado de inmediato a un hospital, donde se confirmó su muerte.
La investigación determinó que el padre, identificado como James Currie, de 37 años y residente del Bronx, tenía al bebé bajo un acuerdo de custodia. Las autoridades relataron que Currie llevó al infante a su apartamento el sábado al mediodía, y luego salió rumbo a Manhattan con el bebé ya sin vida.
Fue captado en video por cámaras de vigilancia portando al pequeño en una mochila diseñada como portabebés. Posteriormente, arrojó el cuerpo al río cerca del puente de Brooklyn, donde la mochila quedó a la deriva.
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Tras cometer el presunto delito, Currie huyó del país rumbo a Tailandia. Sin embargo, las autoridades tailandesas le negaron el ingreso al detectar su llegada y lo retuvieron en Bangkok. Actualmente, está en proceso de extradición hacia Estados Unidos para enfrentar cargos por ocultamiento de un cadáver, un delito penal grave.
El NYPD y el Departamento de Relaciones Policiales cooperan con los fiscales para preparar cargos adicionales, incluidos homicidio o desacato a una orden judicial. Según declaró el jefe de detectives, Dermot Shea, el caso “es desgarrador” y se aguardarán los resultados de la autopsia para tomar decisiones sobre nuevas acusaciones.
La madre, de aproximadamente 36 años, quien comparte custodia con Currie, alertó a la policía el domingo por la noche, tras constatar que su hijo no había sido regresado según el acuerdo establecido. Durante su llamada de emergencia a las 9:00 p. m., mencionó haber visto un reportaje sobre un bebé en el agua y temía lo peor.

Si bien no existían denuncias previas ante servicios sociales, según oficiales, el caso puso en evidencia graves fallas en la supervisión de procesos de custodia y la coordinación con la policía durante visitas programadas. En respuesta, el NYPD abrió una investigación interna para examinar cómo se manejaron las señales previas y determinar si se pudo intervenir antes.
Este suceso revive debates sobre la necesidad de protocolos más estrictos en casos de custodia compartida, especialmente cuando hay tensiones entre padres. Expertos legales subrayan que eventos como este exigen mecanismos mejores para informar a las autoridades cuando las visitas resultan en retrasos o incumplimientos, incluso sin una orden de restricción previa.
La comunidad está conmocionada, al igual que los turistas que presenciaron la recuperación del cuerpo en un área transitada del río. El incidente ha reactivado el pedido de mayor control y seguimiento en situaciones de custodia infantil y en la colaboración entre servicios sociales y fuerzas policiales.
Por el momento, Currie está bajo custodia en Bangkok a la espera de su extradición; al bebé se le realizarán exámenes forenses para confirmar fecha y causa de la muerte. Una vez en Estados Unidos, enfrentará cargos que podrían incluir homicidio, además del ya anunciado por ocultación de cadáver.
Este caso, golpeado por la pérdida y agravado por presuntos fallos institucionales, ha generado indignación y tristeza en Nueva York. Las autoridades instan a quienes cuenten con información adicional a comunicarse con la línea de Crime Stoppers del NYPD.