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Régimen de Maduro responde a Marco Rubio tras advertencias sobre invadir Guyana
La dictadura se manifestó contra el funcionario de Donald Trump, después de que este amenazara al régimen en reunión con el presidente guyanés.


El canciller de Venezuela, al servicio de la dictadura de Nicolás Maduro, Yván Gil, rechazó las declaraciones del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, quien advirtió sobre las posibles consecuencias en caso de un ataque venezolano contra Guyana o contra la empresa petrolera ExxonMobil, presente en la región del Esequibo.
Las palabras de Rubio, emitidas desde Georgetown, capital de la nación vecina a Venezuela, en una rueda de prensa junto al presidente guyanés Irfaan Ali, fueron interpretadas por la dictadura de Caracas como parte de una estrategia de intimidación y presión internacional de los Estados Unidos hacia el régimen, como asegura que se ha venido adelantando desde los últimos meses.
La respuesta llegó a través de un mensaje difundido en su canal de Telegram, donde Gil desestimó las advertencias de Washington y aseguró que Venezuela no se dejará amedrentar. “Conocemos ese viejo guion de amenazas y bravuconadas con el cual un acomplejado aspira a asustar a los pueblos soberanos”, expresó el canciller, señalando que su país “no se rinde ante intimidaciones ni cede ante el chantaje”, dijo el funcionario de la dictadura.

Según su versión, discursos como el de Rubio intentan “torcer la historia” y desconocer los “derechos históricos” que Venezuela sostiene sobre el territorio en disputa entre ambos países. Los cuales han tenido una serie de roces y crisis diplomáticas por cuenta de las intenciones del dictador de apropiarse del territorio guyanés.
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El Esequibo, una extensa región rica en recursos naturales, ha sido motivo de tensión entre Guyana y Venezuela durante décadas. Caracas reivindica el área como parte de su territorio, mientras que Georgetown la administra con el respaldo de la comunidad internacional. En los últimos años, la disputa se ha intensificado debido a la presencia de importantes yacimientos petroleros, explotados por empresas como ExxonMobil; lo que ha llevado a una creciente implicación de actores externos, como Estados Unidos.
En su intervención desde Georgetown, Rubio enfatizó que cualquier acción agresiva de Venezuela traería graves consecuencias. “Tenemos una Armada grande y puede llegar a casi cualquier lugar del mundo. Y tenemos compromisos vigentes con Guyana”, afirmó el secretario de Estado, sin detallar qué tipo de respuesta tomaría Washington en caso de un eventual conflicto. Además, calificó la postura de Venezuela como una amenaza liderada por “un dictador que hace reclamos territoriales ilegítimos”, haciendo referencia al presidente Nicolás Maduro.

Gil, por su parte, insistió en que Venezuela es un país “amante de la paz” y que continuará defendiendo sus derechos mediante “todos los medios disponibles, con la fuerza de la razón y la legitimidad”. No obstante, dejó claro que su gobierno no permitirá que “intereses foráneos” impongan una visión distinta sobre el conflicto territorial.
Finalmente, el funcionario, arremetió contra Estados Unidos y las compañías petroleras, acusándolas de usar la disputa para favorecer a transnacionales como ExxonMobil y al complejo industrial-militar estadounidense. “¡Saque sus narices de esta controversia! No permitiremos que convierta esto en un campo de batalla”, expresó el ministro venezolano.