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¿Quién es el líder supremo de Irán? El enemigo de Israel que advierte a EE. UU. que su país “nunca se rendirá”
Bajo su figura, el país musulmán se ha enfrentado a varias crisis, confrontaciones y duros conflictos, tanto internos como externos.

Carolina Flechas Anzola
Editor web en SEMANA. Comunicadora social y periodista de la Universidad Externado de Colombia, especialista en estudios políticos y magíster en periodismo de agencia. Internacionalista con experiencia de 20 años.

“Esta nación nunca se rendirá a los dictados de nadie”, afirmó Alí Jamenei, el líder supremo de Irán, en un discurso televisado este miércoles 18 de junio, en el que le advertía a Estados Unidos que no está dispuesto a ser derrotado, en medio de la guerra que sostiene con Israel, que ataca a su país con el fin de destruir su programa nuclear.
Jamenei, el hombre que está detrás del régimen de la República islámica, no necesita gritos o golpes en la mesa para hacerse sentir. Cada discurso que profiere a los iraníes o al mundo muestra el calibre de lo que es capaz, con tal de proteger y blindar a Irán de las manos de Occidente.
Bajo su figura, el país musulmán se ha enfrentado a varias crisis, confrontaciones y duros conflictos, tanto internos como externos. Y es que Jamenei es de los que con su sola presencia rodea lealtades y también a quienes ha considerado como infieles y traidores.

El hombre, de 86 años de edad, ha manejado bajo una gran severidad ese país. Medios han denunciado violación de derechos humanos, en especial a las mujeres; espionaje; persecución, y censura.
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Y desde el viernes 13 de junio, el ayatola se enfrenta a una de las guerras que varios venían venir y de las que dibujaban escenarios posibles de confrontación, bajo la advertencia del armamento nuclear. El ataque vendría de su peor enemigo, ese que en constantes alocuciones decía que era el objetivo a eliminar: Israel.
Bajo un régimen impuesto y tras la muerte de Rullolah Jomeini, este clérigo chiita subió al poder. Su gobierno siempre ha estado en la lupa de Estados Unidos, no solo por su desarrollo nuclear y enriquecimiento de uranio, sino por financiar a grupos terroristas como Hamás, Hezbolá o a los hutíes.
Jamenei es de los que también ha mantenido relaciones con Rusia, China y Venezuela, fuertes acercamientos políticos, estratégicos y comerciales con aquellos que se declaran antagonistas a la agenda de Occidente, liderada por Estados Unidos.
En 2002, el entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, incluyó a Irán en el listado del Eje del Mal, en el que figuraban Siria (cuando lo presidía Bashar al Asad), Irak, Corea del Norte, Libia y Cuba.
La máxima autoridad política y religiosa de un país aislado
Desde 1989, este clérigo chiita de aspecto austero y voz pausada ha sido el líder supremo de la República islámica de Irán, la máxima autoridad política y religiosa del país. Es tal su influencia que se extiende desde los cuarteles de la Guardia Revolucionaria hasta los micrófonos de los medios estatales. Nada se mueve sin su venia.
Jamenei sucedió al ayatola Ruhollah Jomeini en 1989 y desde entonces ha capeado sanciones, tensiones internacionales y protestas reprimidas con sangre, las últimas en 2022-2023 contra la política del velo impuesta a las mujeres, quienes en varias ocasiones se han rebelado quitándoselo en público y enfrentándose a la cárcel o la muerte.
Nació el 17 de julio de 1939 en Mashhad, una ciudad sagrada para el Islam chiita. Jamenei creció en el seno de una familia clerical y su dedicación a la religión lo llevaría más tarde a estudiar Teología en Qom, el centro del pensamiento religioso en Irán.

Fue discípulo de Ruhollah Jomeini, el líder de la Revolución Islámica de 1979, que cambiaría para siempre el Irán de ese entonces, en el que, con la caída del sha y su familia, el país se cerró al mundo, cayendo en un completo hermetismo.
Jamenei comenzó a tener un papel importante tras la instauración del régimen teocrático, escaló posiciones dentro del nuevo orden, llegó a ser presidente entre 1981 y 1989 y, tras la muerte de Jomeini, el Parlamento de los Expertos lo nombró su sucesor.
Poco a poco empezó a construir un sistema de poder sólido que se basaba en una red de lealtades religiosas, militares, económicas y armamentísticas. Esta última con el objetivo del desarrollo nuclear, convirtiendo a Irán en un país de constante monitoreo y alerta para la comunidad internacional.
Jamenei, un veterano de la guerra contra Irak (1980-1988), no ha viajado al extranjero desde que asumió el cargo hace 36 años. En 1981, sobrevivió a un intento de asesinato, que le dejó el brazo derecho paralizado. Cualquiera de sus movimientos está envuelto en secretismo y un importante dispositivo de seguridad.
La guerra con Israel: ¿el ocaso de su reino?
Desde la Revolución Islámica en 1979, las relaciones entre Irán e Israel se rompieron y, con el ascenso de los ayatolas, tanto Jomeini como Jamenei nunca han reconocido la existencia del Estado hebreo, por lo que siempre lo han considerado como un objetivo militar.
Ahora, con la tensión que se vive en Medio Oriente y los ataques del ejército de Israel enviando misiles a Teherán, dando de baja a varios de los principales líderes de la Guardia Revolucionaria y a científicos nucleares, el conflicto abierto representa una prueba para Jamenei, que amenaza tanto el sistema político que dirige como a su propia integridad.

“Jamenei está en el ocaso de su reino, con 86 años que tiene, y buena parte del mando diario del régimen ya no está en sus manos, sino en las de una serie de facciones pendientes de lo que ocurra en un futuro”, explica Arash Azizi, de la Universidad de Boston, a la AFP.
El ayatola logró mantener el país a salvo de conflictos directos, al tiempo que su régimen patrocinó a los enemigos de Israel, pero con los socios de Irán debilitados por Israel, desde que empezó la guerra en Gaza en octubre de 2023 y los actuales ataques del Estado hebreo, esa situación ha cambiado por completo.
Irán también ha respondido a la ola de misiles que Israel ha enviado directo a Teherán, atacando Tel Aviv y Jerusalén. Estados Unidos, con el presidente Donald Trump, está atento a cómo se desarrolla esta guerra y le dice a Jamenei que se rinda.