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¿Qué hace la Unesco y qué implicaciones tiene que Trump retire a Estados Unidos de la organización?
Según el gobierno republicano, la asociación “promueve causas divisivas” y criticó la inclusión de Palestina como miembro pleno.

La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de retirar a su país de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) pone en debate el papel y el futuro de dicho organismo internacional. El anuncio, hecho oficial este martes, implica que Estados Unidos dejará de ser miembro activo de la organización a partir de finales de 2026.
La UNESCO es una agencia especializada de la ONU fundada en 1945, con el mandato de promover la paz y la cooperación internacional a través de la educación, la ciencia, la cultura y la comunicación.
Sus áreas de trabajo van desde la defensa del patrimonio cultural de la humanidad hasta el impulso a la educación universal, la protección de la libertad de expresión y la coordinación de programas científicos globales, como los relacionados con la sostenibilidad ambiental.
Entre sus iniciativas más conocidas está la designación de los sitios Patrimonio de la Humanidad, el fomento de la alfabetización y el acceso a la educación, programas de protección de la libertad de prensa y el desarrollo de ciencias al servicio de la paz. También impulsan temas de sostenibilidad, igualdad de género y promoción de la diversidad cultural alrededor del mundo.
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La salida de Estados Unidos, que es uno de los mayores contribuyentes financieros de la UNESCO, supone un golpe significativo para la organización tanto a nivel económico como político.
Antes de este anuncio, la contribución anual estadounidense equivalía a unos 75 millones de dólares, aproximadamente el 8% del presupuesto total de la Unesco. La directora general, Audrey Azoulay, reconoció que aunque se trata de una “decisión lamentable”, la organización ha tomado medidas para protegerse financieramente ante este escenario.
Más allá del impacto económico, la retirada podría tener consecuencias diplomáticas a futuro. Ya que se cree que Estados Unidos, como potencia global, podría perder influencia en las decisiones de la organización en temas claves como la preservación cultural, la regulación de la inteligencia artificial o la coordinación de políticas educativas internacionales.
Para la propia UNESCO, la salida estadounidense podría reforzar las divisiones políticas internas y reducir su capacidad de mediar en conflictos culturales o educativos.

Desde la Casa Blanca, la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, justificó la medida señalando que la UNESCO “promueve causas divisivas” y criticó la inclusión de Palestina como miembro pleno, alegando que ha alimentado un “sesgo antiisraelí”. También calificó las políticas sobre sostenibilidad y cambio climático como una “agenda globalista”.
Esta no es la primera vez que la administración Trump abandona la organización: ya lo había hecho en 2018, bajo argumentos similares. La breve reincorporación se dio durante el mandato del presidente demócrata Joe Biden, pero ahora Trump reafirma su postura crítica hacia el organismo multilateral, especialmente aquellos que considera contrarios a sus ideas políticas.
Se teme que, a largo plazo, la salida de Estados Unidos podría afectar la misión de la UNESCO, reducir su financiamiento y limitar sus programas en el planeta. Sin embargo, la propia organización insiste en que continuará con su labor junto a los países miembros restantes.