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Persecución religiosa en el mundo, un problema que atenta contra la libertad de expresión y los derechos humanos
Conversatorio “Periodismo heroico en tiempos de guerra”, a cargo del reportero español, Josué Villalón. El testimonio de Josué muestra que es posible informar de forma fidedigna y veraz, para sensibilizar a la sociedad acerca de la persecución religiosa en diferentes partes del mundo.
El 67 % de la población mundial vive en países con graves violaciones a la libertad religiosa, y en 12 países la persecución es extrema. Tan solo desde 2018, en 30 países se han cometido asesinatos por causa de la fe. Las señales de alerta aumentan en América Latina y el Caribe, especialmente en Cuba, Nicaragua, Venezuela y México, donde cada semana son atacadas 26 iglesias y en el 80 % de los casos los asesinatos de religiosos siguen sin resolverse.
Este es un fenómeno cada vez más frecuente, con el cambio generacional y los gobiernos autoritarios, el ejercicio de cualquier fe con libertad se vuelve problemático y complejo. Hay que recordar que en enero de este año en Suecia se hizo una quema del texto sagrado del islam, El Corán. Esto fue realizado por un político de ultraderecha frente a la embajada de Turquía en Estocolmo. El hecho generó repulsión y protestas anti-suecas en Estambul, Turquía.
Casos como este, demuestran que la intolerancia religiosa no es un juego, que está presente en todos los aspectos de nuestra vida y hay que combatirla. Pero el Islam no es el único pasando por ese escenario. En algunos países de Medio Oriente y el África subsahariana, la lucha en contra de los católicos y su éxodo es cada vez más preocupante. En un conversatorio con ACN, el periodista cristiano de guerra, Josué Villalón, compartió su experiencia cubriendo estos temas en tiempos de guerra.
Josué Villalón, periodista español que trabaja desde hace 11 años en el departamento de comunicaciones de ACN en España, ha realizado reportajes en diferentes países como Irak, Siria, Líbano, Pakistán, Mozambique, Albania y Venezuela, donde los cristianos son muy pobres, son minoría o sufren algún tipo de discriminación y persecución
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Villalón ejerce su profesión en tiempos de guerra y persecución religiosa, y comenta: “Cubrir este tipo de temas -que no tienen gran eco en los medios de comunicación- tiene un valor humano increíble, porque detrás de estas historias de dolor hay vidas humanas, que necesitan ayuda, que necesitan ser escuchadas, por tanto, es un trabajo con una motivación especial y un mensaje que necesita ser difundido… En Occidente, además, el hecho religioso está perdiendo interés en la sociedad, cada vez son menos las personas creyentes, y esto hace que la religión sea un tema secundario para la opinión pública”.
Cabe resaltar que este tipo de acciones discriminatorias y de persecución religiosa, precisamente, están en países ampliamente cristianos, con sociedades muy creyentes, de arraigada tradición cristiana. Sin embargo, la Iglesia está recibiendo amenazas, ataques e incluso actos violentos, principalmente por parte de las autoridades gubernamentales y del crimen organizado.
Es importante difundir el mensaje acerca de que la persecución religiosa afecta a la sociedad en general, pues en los últimos años, casos como el preocupante incremento de grupos terroristas en África Subsahariana, con el yihadismo, han extendido su influencia a través de Internet en regiones muy alejadas del lugar de origen de estas corrientes como Europa, Asia y Norteamérica.
“Me han impactado las historias de fortaleza frente a esta persecución, los testimonios de esperanza, de diálogo, de perdón, pese a haber sufrido grandes injusticias; historias humanas que muestran otra realidad, pero muy encarnada, con nombres y apellidos, historias reales, donde en los rostros y en los testimonios de las personas que he podido conocer siempre he notado un rayo de luz en medio de tanta oscuridad”, indicó Josué Villalón, en el marco del conversatorio: “Periodismo heroico en tiempos de guerra”, realizado el 23 de febrero.
Con un periodismo comprometido con estas causas, que pide el respeto y la promoción de la libertad religiosa, es posible sentar las bases de un desarrollo verdadero de las sociedades y un auténtico progreso humano; además, se puede derribar el muro de indiferencia tras el cual sufren las comunidades religiosas más vulnerables. En este sentido, el derecho a la libertad religiosa debería ocupar un lugar preeminente, pues hace parte del fuero interno de las personas, de su construcción trascendental, y concierne a una de las relaciones humanas más importantes: la relación con Dios.