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Partido Comunista de China eligió a todos sus delegados para el próximo congreso, que decidirá si Xi Jinping continúa en el poder
El partido del Gobierno anunció que cada unidad electoral designó a sus representantes.
El Partido Comunista chino anunció este domingo 25 de septiembre haber elegido a todos sus delegados para su vigésimo congreso, que comenzará el 16 de octubre y que debería permitirle al presidente Xi Jinping obtener un tercer mandato inédito a la cabeza del país.
Este cónclave, que se celebra cada cinco años, también debería respaldar los cambios en el poderoso órgano decisorio del partido, el Politburó.
“Cada unidad electoral en todo el país reunió un congreso del partido o una reunión representativa del partido y eligieron 2.296 delegados para el vigésimo congreso del partido”, informó la televisión estatal CCTV.
Los delegados, entre ellos mujeres, miembros de las etnias minoritarias y expertos económicos, científicos y deportivos, deben adherirse a la orientación ideológica de Xi y a la constitución del partido, precisó la CCTV.
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Este congreso se produce cuando el presidente chino se enfrenta a varias dificultades, entre ellas el deterioro de la situación económica y de las relaciones con Estados Unidos y las consecuencias de la estricta política china de “cero covid”, que aceleró el aislamiento del país.
Los 2.300 delegados, que funcionan como representantes de todas las regiones y ciudades chinas, preparan un ejercicio “coreográfico” para poder elegir a quienes serán los miembros del Comité Central, el cual está conformando por no menos de 200 miembros.
Este Comité Central tendrá que votar posteriormente al Politburó, el cual es conformado por 25 personas, y al Comité Permanente, que es el principal órgano de dirección y poder en el país asiático. Este último está conformado por siete personas.
Sin embargo, muchos piensan que esta votación es solamente una “formalidad”, ya que es bastante probable que el orden de jerarquías del Politburó y su Comité Permanente esté decidido hace varias semanas, incluso meses.
China le pide a Rusia diálogo y alto al fuego en la guerra de Ucrania
China pidió el pasado miércoles 21 de septiembre un “alto el fuego a través del diálogo”, después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, anunciara una movilización parcial para fortalecer su ofensiva en Ucrania.
“Llamamos a las partes relevantes a alcanzar un alto el fuego a través del diálogo” y “encontrar una solución que responda a las legítimas preocupaciones de seguridad de todas las partes lo antes posible”, indicó en una rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Exteriores chino Wang Wenbin.
China y Rusia se han acercado en los últimos años como parte de lo que denominan una relación “sin límites”, y que conciben como un contrapeso a la influencia global de Estados Unidos.
La semana pasada, Putin y su homólogo chino Xi Jinping se reunieron en una cumbre regional en Uzbekistán, donde junto a otros líderes abogaron por un nuevo “orden internacional”.
Este miércoles, Wang reafirmó la posición china de que “debe respetarse la integridad territorial y soberana de todos los países, cumplirse los propósitos y los principios de la Carta de Naciones Unidas, tomarse seriamente en cuenta las legítimas preocupaciones de seguridad de todos los países y apoyarse todos los esfuerzos tendentes a la resolución pacífica de las crisis”.
Conformada por China, Rusia, India, Pakistán, Kazajistán, Uzbekistán, Kirguistán y Tayikistán, la OCS (Organización de Cooperación de Shanghái) se fundó en 2001 como organización política, económica y de seguridad de cooperación.
Sin embargo, durante el encuentro aparecieron signos de desacuerdo. “Excelencia, sé que este no es el momento de la guerra”, dijo el líder indio Narendra Modi a Putin, al comienzo de una reunión cara a cara.
Putin, en respuesta, aseguró que escuchaba sus “preocupaciones” y afirmó que “haría todo lo posible” para que el conflicto en Ucrania “terminara lo antes posible”, acusando a Kiev de rechazar “cualquier proceso de negociación”.
Poco después, sin embargo, el líder ruso se desdecía y aseguraba que “el plan de operaciones” en el país invadido no necesita cambios”. “No tenemos prisa”, sostuvo durante una rueda de prensa.