María Elvira Salazar le pide a Marco Rubio negar credenciales diplomáticas al coronel Carlos Feria. En su explosiva carta habla de Petro

La congresista republicana María Elvira Salazar envió una carta al secretario de Estado, Marco Rubio. La misiva pone en la mira a uno de los hombres del círculo cercano de la seguridad del presidente Petro, el coronel Carlos Feria.

Feria, investigado en el escándalo por las interceptaciones y chuzadas a Marelbys Meza, había sido “premiado” con un cargo diplomático en Estados Unidos.

Para la congresista Salazar, quien es una de las voces más relevantes en el Congreso norteamericano sobre América Latina, se trata de un “desarrollo muy preocupante en la Embajada de Colombia en Washington, D. C.”.

Salazar describe a Feria como “un hombre que ha llegado para ser el nuevo agregado policial”, pero que en “realidad debería estar en Colombia enfrentando un juicio y cooperando con los fiscales”.

La congresista le pone de presente al secretario de Estado el caso de Marelbys Meza, denunciado en su momento por SEMANA. Cómo se recordará, la mujer narró el maltrato y las persecuciones que había vivido de parte de funcionarios de la Casa de Nariño que, incluso, la habían llevado a un sótano adyacente al palacio presidencial para hacerle una prueba con polígrafo, sin cumplir con los requisitos legales para tal fin. Los hechos tienen su origen en un supuesto robo en la casa de la hoy canciller colombiana, Laura Sarabia.

Salazar asegura que Feria es un actor clave en relación con ese “caso de corrupción de alto perfil que alcanza los niveles más altos del Gobierno colombiano”.

“El coronel Carlos Alberto Feria Buitrago no debe ser permitido para trabajar en la Embajada colombiana en Washington, D. C.; se le deben negar las credenciales diplomáticas y ser enviado de regreso a Colombia para que enfrente la justicia”, concluye Salazar.

SEMANA narró, en medio de esa investigación, que los policías que aceptaron cargos y negociaron con la justicia apuntaron a Feria como la persona que había dado la orden de interceptar las comunicaciones de la niñera. Como se recordará, en su momento, para que la justicia autorizara la interceptación se señaló falsamente que la niñera pertenecía al Clan del Golfo y se le puso el alias de la Cocinera.

El Gobierno Petro, lejos de liderar la investigación contra Feria, lo condecoró y, recientemente, lo nombró en ese cargo diplomático. En la justicia, siguen las pesquisas en su contra. Lo investigan por los delitos de abuso de función pública, privación ilegal de la libertad y otros crímenes.

“El coronel Feria fue un actor clave en el encubrimiento de un caso de corrupción importante”, resalta Salazar.

Y agrega: “Otros oficiales policiales implicados en el mismo abuso de autoridad han recibido hasta diez años de prisión como castigo. El presidente Petro está haciendo una burla del generalmente distinguido cuerpo diplomático que trabaja en Washington D. C.; no debemos ser parte de esta farsa”.

La congresista segura que es claro que Feria es enviado a Washington para hacerles el quite a sus procesos judiciales “y posiblemente revelar información perjudicial para el presidente Petro y otros miembros de su administración”.

El caso por el escándalo del polígrafo y las interceptaciones a Marelbys Meza tuvo un giro radical ante la justicia este viernes. El presidente de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, Mauricio Rodríguez Tamayo, anunció “la apertura de una investigación disciplinaria contra diez funcionarios del Instituto Nacional de Medicina Legal por presunto acceso irregular al expediente relacionado con la muerte del coronel de la Policía Óscar Dávila”.

La investigación abre un enorme interrogante sobre lo que realmente sucedió con el coronel Dávila. El dictamen de Medicina Legal había concluido que se trataba de un suicidio. La investigación tendrá que apuntar a corroborar si esa tesis es la correcta, en medio de la enorme desconfianza que desde el primer momento ha generado su muerte.