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María Corina Machado no fue la primera en ganar un Premio Nobel para Venezuela: esta es la historia de Baruj Benacerraf
Baruj Benacerraf, aunque pasó la mayoría de su carrera en Estados Unidos, siempre mantuvo lazos con su lugar de origen, apoyando la formación de nuevos científicos.
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María Corina Machado, líder de la oposición venezolana, fue premiada este viernes, 10 de octubre, con el mayor honor por su lucha por la democracia en Venezuela al recibir el Nobel de la Paz.
La premiación ha suscitado diferentes reacciones, negativas y positivas, pero Machado ya se ha convertido en la segunda venezolana en alcanzar el Nobel, el primer galardón fue para Baruj Benacerraf, que ganó el de Medicina en 1980.
Benacerraf nació en Caracas (1920) y fue el primer venezolano en ganar un Premio Nobel. Cursó sus estudios primarios en Venezuela, pero en 1933 se mudó a París, Francia, y completó sus estudios secundarios en el Lycée Saint-Louis de París.

Entró a la Universidad de París en 1933, pero tuvo que dejar el país debido al estallido de la Segunda Guerra Mundial. Este hecho lo llevó nuevamente a Caracas, donde se graduó en la Universidad Central de Venezuela en 1945.
Después de conseguir su título universitario, se trasladó a Estados Unidos para continuar con sus estudios. Allí duró dos años estudiando sobre inmunología en la Universidad de Columbia, en el Colegio de Médicos y Cirujanos.
Logró hallazgos significativos, como la identificación de los genes del CMH, que son clave para que el sistema inmunitario pueda reconocer y eliminar células extrañas.

Compartió el premio con sus compañeros, Jean Dausset y George Snell, por sus investigaciones, lo que permitió revolucionar el entendimiento del trasplante de órganos y las enfermedades autoinmunes.
Posterior al recibimiento del galardón, continuó investigando sobre inmunología hasta su muerte, en 2011.
Baruj Benacerraf es reconocido como el pionero más importante de Venezuela en el campo de la inmunología, y su trabajo revolucionó la comprensión del sistema inmunitario. Su descubrimiento de los genes del Complejo Mayor de Histocompatibilidad (CMH) resultó fundamental para el desarrollo de nuevas vacunas y tratamientos para diversas enfermedades.

A lo largo de su carrera, Benacerraf fue un científico brillante, un profesor dedicado que inspiró a muchos, y es considerada una de las figuras históricas más significativas de la inmunología. Recibió numerosos galardones por su trayectoria.
Aunque Benacerraf pasó la mayor parte de su carrera en el extranjero, siempre mantuvo lazos fuertes con su lugar de origen, ayudando con conferencias y becas a la formación de nuevos científicos.
Incluso María Corina, cuando dedicó su premio al pueblo venezolano, mencionó que Benacerraf es su inspiración de cómo los venezolanos son capaces de dejar “una huella global”.