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Lo que puede costar el divorcio de Andy Byron el exCeo de Astronomer “pillado” en la kiss cam del concierto de Cold Play
Los medios ingleses han sacado la cuenta de lo que sería este pleito legal.

Andy Byron ha pagado carísimo su infidelidad con Kristin Cabot, la jefa de recursos humanos de la empresa que dirigía, Astronomer. El CEO ya tuvo que apartarse de su cargo, en la empresa en la que llevaba años, y además era fundador.
La compañía comunicó su salida de la empresa así: “Se espera que nuestros líderes fijen estándares de conducta y responsabilidad, y recientemente, esos estándares no se han cumplido”.
Y en su casa las cosas por supuesto no están mejor. Tras las vergonzosas imágenes, Megan Kerrigan Byron, eliminó su nombre de casada, “Byron”, de su página de Facebook y luego, borró la cuenta por completo.

Toda la situación ha puesto a muchos a hacer las cuentas del inminente divorcio que podría venir. El diario británico, The Daily Mail, sacó una cuenta sencilla inicial.
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“La fortuna estimada está en 70 millones de dólares. Además de la división del patrimonio conyugal, dirige Astronomer, una empresa de inteligencia artificial valorada en mil millones de dólares”.
Solo tomando la fortuna personal, el abrazo de ambos en el concierto le podría haber costado, si se divorcia, 35 millones de dólares.
Byron y Cabot fueron pillados por la Kiss Cam en un concierto de Coldplay que le dio la vuelta al mundo, cuando el hecho fue registrado en video y compartido en redes sociales. Cuando la pareja fue grabada, abrazándose y compartiendo el instante, inmediatamente la reacción de los dos fue ocultarse.
Mientas que Byron ya se separó de la empresa y su cargo, en el caso de Cabot, directora de recursos humanos de la misma compañía, esta ha tomado una actitud mucho más reservada, sin declaraciones ni renuncia formal, lo que añade especulación sobre un posible acuerdo con la empresa para manejar la crisis internamente.
Ante la situación, la abogada Nicole Brenecki, consultada por The New York Post, señaló que a pesar del escándalo “en una empresa real, no se puede simplemente despedir a alguien porque los titulares sean desagradables”.
Y es que la situación de la directora de recursos humanos reside en que, a menos que la mujer renuncie, la empresa no podría despedirla a menos que se compruebe la violación de políticas internas de conducta ética o sexual al interior de la compañía.