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La polémica ley de guerra que usará Trump para deportar masivamente a inmigrantes, ¿de qué se trata?

El presidente de Estados Unidos desafió los tribunales de su país e invocó una controversial ley que le da potestad para deportar cientos de inmigrantes que la administración señala de terroristas.

9 de abril de 2025, 10:54 a. m.
El presidente Trump ha negado brindar más información sobre las deportaciones a la cárcel de máxima seguridad en El Salvador.
El presidente Trump usó esta temida ley para deportar un masivo grupo de inmigrantes a una cárcel de máxima seguridad en El Salvador. | Foto: Win McNamee

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desempolvó una polémica ley de guerra que le permitió deportar casi 300 inmigrantes de origen venezolano, a quienes señaló de hacer parte del Tren de Aragua, por lo que los expulsó del país para llevarlos a la temida megacárcel para terroristas de El Salvador. En ese momento, un juez federal bloqueó cualquier trámite migratorio que se llevara a cabo mediante esa ley, y ordenó al gobierno devolver los aviones con estos inmigrantes.

Sin embargo, Trump firmó una orden ejecutiva en la que anunciaba su intención de usar la Ley de Enemigos Extranjeros de 1789, implementada por última vez durante la Segunda Guerra Mundial, y que le da potestad al gobierno de deportar a todos los inmigrantes mayores de 14 años que estén vinculados con la reconocida banda Tren de Aragua.

“Durante décadas, nuestro país ha sido saqueado, pillado, violado y expoliado por naciones cercanas y lejanas, tanto amigas como enemigas”, dijo el presidente Donald Trump.
El presidente desató una lucha con el poder judicial para aplicar la polémica ley de guerra. | Foto: ap

Esta ley fue creada para expulsar del país norteamericano a aquellos inmigrantes que sean definidos como “enemigos extranjeros”, en casos específicos como en la guerra o durante una invasión.

A pesar de los esfuerzos del juez federal, la administración de Trump logró imponer la ley que ha desatado controversia internacional. Lo que ha alimentado la lucha de Trump contra el poder judicial, mientras se destapa la conversación sobre el poder de los jueces para impedir que el gobierno invoque este tipo de leyes y acelere los procesos de deportaciones masivas.

El gobierno estadounidense dijo que planea tener “múltiples” vuelos de deportación a la semana con destino a Venezuela, de acuerdo con una exención a las restricciones de viaje del Departamento de Transporte de Estados Unidos, que colocaría a Venezuela entre los principales destinos para las autoridades de inmigración estadounidenses.
Cientos de inmigrantes fueron expulsados mediante esta ley, que permite enviar a los inmigrantes a centros de detención. | Foto: AP

Semanas después de su investidura, el republicano pareció sentar las bases para poder traer a colación esta ley, cuando anunció que su gobierno considerará al Tren de Aragua como una organización terrorista, y que además está controlada por la dictadura de Venezuela para infiltrarse en Estados Unidos.

La orden ejecutiva del presidente asegura que los presuntos miembros de esta banda criminal “están llevando a cabo una guerra irregular y emprendiendo acciones hostiles contra Estados Unidos”. Además, anunciaba que todos los inmigrantes señalados serán “objeto de aprehensión, detención y expulsión inmediatas, y además no se les permitirá residir en Estados Unidos”.

La familia retornará a su hogar luego de 10 días en detención.
Los procesos de deportación serán agilizados gracias a la implementación de la ley de guerra. | Foto: Thing Nong Nont/Getty Images

Así también, la ley indica que los miembros del Tren de Aragua pueden ser expulsados “a cualquier lugar que indiquen los funcionarios responsables de la ejecución de estas normas, de conformidad con la legislación aplicable”. El gobierno ya ha implementado la polémica ley para deportar inmigrantes a la base militar de la bahía de Guantánamo, en Cuba.

Hasta el momento, a pesar de que cientos de personas se han manifestado en contra de la deportación de casi 300 inmigrantes a El Salvador, ni Trump ni su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele, parecen tener la intención de deshacer los hechos. Tampoco está claro en qué momento el gobierno dé pie a otra gran expulsión amparada con esta ley.