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“La izquierda no sabe conjugar el verbo trabajar”: Francisco Camps, líder político del PP español habla de la consulta de Petro
El expresidente de la generalitat valenciana, quien fue recientemente absuelto por la Audiencia Nacional, estuvo en Colombia en un evento de la Universidad Central. Habló con SEMANA.


SEMANA: ¿Había venido a Colombia?
Francisco Camps: No. Es la primera vez. Es mi tercer día y estoy enamorado de Bogotá, del país, del ambiente. Todo me está pareciendo extraordinariamente interesante en todos los ámbitos.
SEMANA: Usted es un miembro del PP muy crítico con el gobierno de Pedro Sánchez. ¿Qué piensa del rol que ha tenido en Venezuela?
F.C: Me parece un escándalo, un horror, el apoyo descarado del expresidente Rodríguez Zapatero al régimen chavista, a la dictadura de Maduro y al horror que está viviendo los ciudadanos venezolanos en estos momentos por la férula neocomunista de ese régimen. Lo que ha hecho el gobierno español me parece trágico. Primero, porque es abandonar toda suerte de compromiso con la democracia y la libertad. Segundo, porque es un antes y un después de la política de la izquierda en relación con las dictaduras. Y en tercer lugar, es una demostración culpable y palmaria de lo que es el Gobierno de Sánchez, un gobierno bajo la férula del comunismo y de los golpistas independentistas. En relación con Venezuela y con las elecciones manipuladas escandalosamente por el gobierno de Maduro, lo que hemos visto es desgraciadamente la deriva anti-libertad, anti-constitución y antidemocracia de la izquierda española.
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SEMANA: ¿Y cómo ve específicamente el asilo a Edmundo González?
F.C: Puro tactismo político. Mire, en mi tierra, en Valencia, ha habido una tragedia que ha sido la Dana. El gobierno de España ha jurado de su papel de responsabilidad en una emergencia nacional, una de las más grandes que ha tenido nuestro país en las últimas décadas. Por tactismo político ha tomado la decisión de apartarse del compromiso con los valencianos. Por tactismo político, toma estas decisiones también respecto del candidato de la libertad y la democracia en el caso de Venezuela en España. Es puro tactismo. Cada día el Gobierno de Sánchez hace algo que tiene que ver con la necesidad de seguir manteniéndose en el poder.
No piensa en España, no piensa en los españoles, no piensa en la democracia, no piensa en la libertad, en la Constitución, en el bienestar, en la prosperidad, en la economía. No piensa en nada de esto, piensa en mantenerse en el poder como sea. Y si un día tiene que apoyar a alguien en concreto, se le apoya, aunque luego se le abandone. Y si un día no tiene que aparecer por Valencia, no se aparece por Valencia y no se compromete con los valencianos, como ha sucedido.
Y si tiene que huir de forma escandalosa y vergonzosa de uno de los pueblos más afectados por esta riada, como hizo en el caso de Paiporta, se abandona y se huye y luego se justifica diciendo que fue atacado por no sabe muy bien quién. Este es el sanchismo, que es una desgracia política y social para nuestro país y que espero que dentro de dos años, con la victoria del Partido Popular, que es mi partido, salga del poder.
SEMANA: España ha sido cuestionado también por recibir a los chavistas y a sus fortunas corruptas. ¿Es así?
F.C: No es solo el chavismo. No sé si lo saben aquí, pero la mujer de Sánchez está imputada por prevaricación, malversación y por abuso de poder. Su hermano, el hermano de Pedro Sánchez, está imputado por haberle dado a dedo presuntamente un puesto de trabajo en una diputación provincial. La mano derecha de Sánchez, el ideólogo del proyecto sandinista, que es un tal Ábalos, está imputado por malversación, por cohecho, por blanqueo de capitales y por colocar a cuatro amigas a dedo en la administración para darles un sueldo y un trabajo y por viajar con ellas de un sitio para otro.

Además, el fiscal general del Estado impuesto a dedo por Sánchez está imputado por develar en un caso información que no podía develarse de un ciudadano cualquiera, pero además por presuntamente haber destruido pruebas incriminatorias contra él. Fíjese cómo está el país en estos momentos. A eso suma que en estos momentos el colaborador necesario del sanchismo, es un señor que se llama Puigdemont, que huyo de la justicia. Está en Waterloo y es el que manda realmente en el gobierno de España.
SEMANA: ¿Usted cree que la izquierda está perdiendo peso?
F.C: La izquierda se desdibujó cuando cayó el muro de Berlín, nos dimos cuenta todos de sus vergüenzas. Ahora se ha redibujado. Se ha creado una agenda ideológica que se implementa a base de martillazo, a base de presión. Esa agenda ideológica que es radical y brutal y es antidemocrática y es anti libertad y anti dignidad. Lo que ha provocado que una parte del electorado del centro derecha haya decidido extremar su discurso y radicalizarse en contra de la agenda ideológica de la izquierda. La ruptura del voto del centro derecha es una victoria de la izquierda.
SEMANA: ¿Cómo ve Europa estos nuevos liderazgos tipo Bukele o Milei?
F.C: Podría decir que son producto de la radicalidad extrema de la izquierda. Intento explicarlo también en términos europeos. Los partidos de extrema radicalidad populista en la derecha son producto directo de la extrema radicalidad de la izquierda. Por eso, tenemos que esforzarnos en los proyectos de moderación de centro derecha y conservador, tenemos la obligación de volver a trabajar con esfuerzo no solo la buena gestión de la economía, de la sociedad, sino también en el discurso político que haga que la gente vuelva de nuevo a creer de manera mayoritaria en el proyecto político de democracia liberal. No podemos quedarnos de brazos cruzados.
SEMANA: En Colombia vivimos un llamado a una consulta popular que es muy atractiva. Las preguntas son, por ejemplo, si quiere ganar más recargos por trabajar de noche o los domingos. ¿Qué piensa de eso?
F.C: El discurso de la izquierda es mimético. Con eso buscan desvirtuar el sistema democrático. Cada vez que hacen un tipo de consultas de este tipo, lo que hacen es sacar la soberanía nacional del parlamento y llevárselo a una asamblea para desvirtuar el papel de la democracia. Es otro ataque más a la libertad. ¿Qué tenemos que hacer nosotros? Con serenidad absoluta, ese es mi punto de vista: denunciar que esa forma asamblearia de actuar lo que pretende es desvirtuar la democracia. La aritmética es fundamental. Sin aritmética no hay victoria electoral.

SEMANA: ¿Pero cómo votar que no a tener mejores beneficios de trabajo?
F.C: Hay que hacer mucha pedagogía. En el referendo independentista de Cataluña, el Partido Popular salió públicamente a decir que no estaba de acuerdo con ese referéndum, que ese referéndum no le corresponde a los ciudadanos de esa región de manera unilateral, sino que es a toda la soberanía nacional y que esa propuesta debía darse en el Congreso de los Diputados. Lo complicado de todo esto es que la izquierda, que no hace nada, porque el verbo trabajar no sabe conjugarlo, se dedican constantemente a lanzar sofismas. Entonces hay que preguntarles, ¿ustedes han mejorado la vida de los colombianos? ¿Hay más carreteras? ¿Hay mejor salud? ¿Hay más empleo o hay menos empleo? ¿Hay más expectativas de futuro o hay menos expectativas de futuro? ¿La gente que peor lo pasa lo está pasando mejor ahora? La izquierda actual lo que pretende es agotar a quienes defienden la libertad y la democracia. Sánchez cada día en España pone encima de la mesa una locura nueva, una barbaridad nueva, una catástrofe nueva. Pero no ha mejorado nada. Eso es lo que tiene que ver la gente.