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Irán contra Israel: las claves del nuevo conflicto que tiene en alerta al mundo. ¿Podrá ser una guerra a gran escala?
Israel atacó a Irán en medio de una operación de bombardeos masivos contra instalaciones militares. El régimen islámico respondió de manera similar, dando inicio al enfrentamiento. ¿Qué le espera al mundo ahora?


Tras meses de amenazas, Israel cumplió. Lanzó un ataque de misiles masivo contra Irán, alegando que el régimen islámico estaba a punto de conseguir armas nucleares. El jueves en la noche, los cielos de Teherán se iluminaron con fuego y humo, dando fe del inicio de las hostilidades. La respuesta de Irán no se hizo esperar: contraatacó, a pesar de los llamados de Netanyahu y Trump de no responder.
Toda la semana hubo alertas, rumores y un miedo generalizado por un posible ataque contra Irán. Y, finalmente, llegó. Según el Gobierno de Israel, se dio como respuesta a que el Gobierno islámico había acelerado el desarrollo de su programa nuclear y balístico, por lo que el bombardeo estuvo dirigido a científicos y altos mandos del Estado Mayor iraní. Se cree que con el ataque se rompió la cadena de mando militar, y el mismo Donald Trump asegura que no sabe si Teherán aún tiene capacidades atómicas.
“La información estaba, y Netanyahu lo que hace es sencillamente actuar de acuerdo con esa información. Pero esta es una cuestión que estaba planificada desde hace varios años. Sabemos ya datos acerca de la operación y que el Mosad tuvo mucho que ver. El Mosad tenía más de un año de estar apostado allí en Irán y diseñó todo un plan, y los iraníes cayeron. El Gobierno iraní cayó en la trampa montada por el Mosad”, asegura Tania Rodríguez, doctora en Paz y Conflictos por la Universidad de Granada en España y especialista en Oriente Medio.
Según Israel, la operación militar del jueves fue el inicio de sus hostilidades contra Irán y no el final de estas. Como muestra de ello, 12 horas después volvió a atacar una de las centrales nucleares y otras edificaciones en el país islámico. Mientras tanto, el régimen iraní aseguró que responderá con contundencia y que “abrirá las puertas del infierno” para sus enemigos después de los ataques.
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En efecto, la respuesta de Irán no demoró en llegar y el viernes envió más de 200 misiles balísticos contra territorio israelí, con gran énfasis en las ciudades de Tel Aviv y Jerusalén. Si bien la mayoría de estos fueron interceptados por la llamada Cúpula de Hierro, varios lograron impactar contra sus objetivos en la prometida venganza anunciada por el ayatola Jameneí.
“La vida se volverá sin duda amarga para los sionistas. Que no piensen que ya atacaron y se acabó. No. Ellos han comenzado esto; ellos han iniciado la guerra”, dijo el líder supremo de Irán, el ayatola Jameneí, en su cuenta de X. “Israel no debería pensar que todo ha terminado. No les permitiremos escapar ilesos de este gran crimen que han cometido. Esta vez no habrá escapatoria”, declaró públicamente.
Con esto, Israel recibió uno de los peores ataques de su historia y numerosas estructuras fueron bombardeadas. Distintos videos que se hicieron virales en redes sociales muestran cómo varios misiles impactaron edificios residenciales, calles, autos y dejaron al menos 34 heridos, aunque se sospecha que la cifra puede crecer tras los primeros reportes dados a conocer extraoficialmente por los bomberos israelíes.
Ahora la tensión aumenta con ambos países jurando que seguirán atacándose mutuamente. Con el panorama de la posible guerra sobre la mesa, es de esperar que durante los próximos días los combates continúen. La verdadera pregunta es si Irán e Israel cuentan con la capacidad para mantener un conflicto a gran escala.

“Las Fuerzas Armadas israelíes cuentan con sistemas de última generación, tanto su Fuerza Aérea como el Ejército, e incluso la Armada. Irán viene desarrollando un programa balístico, es decir, misiles muy interesantes. Pero, por lo menos desde el punto de vista aéreo, su Fuerza Aérea no tiene las mismas capacidades ni prestaciones, ni puede desplegar los mismos medios y sistemas que puede realizar Israel. En ese sentido, hablando desde el punto de vista tecnológico, están muy rezagados frente a las capacidades israelíes”, asegura a SEMANA el experto militar Erich Saumeth.
Irán tiene un ejército más grande en número, con una estructura dividida entre las Fuerzas Armadas regulares y los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC, por sus siglas en inglés), estos últimos con gran influencia política y autonomía operativa del Gobierno central. Aunque también se conoce que su equipo militar es más anticuado, han desarrollado una amplia red de milicias aliadas en la región, como Hezbolá en Líbano, y grupos en Irak, Siria y Yemen, que actúan como brazo externo de su estrategia militar y mantienen una guerra abierta con Israel.
Como se ha mencionado, Israel cuenta con una fuerza tecnológica altamente desarrollada. El poder aéreo es uno de los más sofisticados del mundo, con aviones avanzados, un sistema de defensa antimisiles de múltiples capas y capacidad cibernética ofensiva. Además, es sabido que el país cuenta con un gran respaldo por una estrecha cooperación con Estados Unidos y que solo ha aumentado con Donald Trump en el poder, quien asegura haber sabido de la primera operación y haber trabajado en coordinación con los israelíes.
“Considero que también este ataque puede estar asociado al contexto de las negociaciones entre Estados Unidos e Irán frente al tema nuclear. Por un lado, podría aventurarme a comentar que Washington tercerizó su estrategia de ‘paz por la fuerza’ con Israel para hacer que Irán firme pronto un acuerdo que, básicamente, lo dejaría sin la capacidad de crear armas nucleares”, asegura Manuel Camilo González, profesor de la Universidad Javeriana.

Según distintos reportes de medios estadounidenses, Trump ya había manifestado su cansancio con Netanyahu por la guerra en Gaza e intentaba detener las hostilidades en Medio Oriente en todos sus frentes. Y cuando Israel le avisó que atacaría a Irán, el mandatario republicano primero pidió no hacerlo, pero, tras algunos minutos, él y su secretario de Estado, Marco Rubio, terminaron sin protestar mucho al respecto. Posteriormente, el presidente aseguró que, a pesar de los muchos temores, no cree que los ataques se conviertan en una guerra regional.
“No va a haber una guerra a gran escala porque Estados propiamente dichos no tienen relación con Irán, más allá de un par de cuestiones que tenga Siria. Entonces, no habiendo proxies ya con fuerzas como Hezbolá o Hamás, y estando los hutíes a más de 60.000 kilómetros, no van a causar mucho daño. Por lo tanto, creo que incluso la región debe estar bastante agradecida con el primer ministro Netanyahu por este esfuerzo de intentar acabar con el programa nuclear”, asegura Rodríguez en SEMANA.
Es claro que las capacidades de Irán están bastante permeadas y hacerle daño a Israel no será tarea fácil. Por esto mismo, se cree que tampoco se ha declarado una guerra formal entre ambos países al momento del cierre de esta edición. “Resulta poco probable un gran despliegue de Irán, salvo por sus misiles balísticos y drones, que han sido lanzados contra territorio israelí, pero han sido interceptados por la Cúpula de Hierro”, dice el profesor González.
El panorama ahora está puesto en dos escenarios. Por un lado, si ambos países buscarán un desescalamiento de tensiones, lograr acuerdos con Estados Unidos y mantener una tensa paz desde sus grandes diferencias. Por otro lado, la posibilidad de llevar la guerra a un punto en el que los dos países pondrán en riesgo la vida de sus habitantes con más bombardeos que asolan nuevamente a los pobladores, que a duras penas se pueden esconder de los misiles de cada bando.