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Inteligencia de EE. UU. desmiente a Trump y asegura que el Tren de Aragua no está aliado con Nicolás Maduro
El presidente de Estados Unidos ha insistido en vincular al grupo criminal con el gobierno del dictador de Venezuela. Aun así, las agencias de espionaje no creen en las teorías del republicano.

Un comunicado oficial de las agencias de inteligencia estadounidenses negó la teoría del presidente Donald Trump sobre la deportación masiva de venezolanos a El Salvador a mediados de marzo. Para expulsarlos del país, Trump aseguró que los inmigrantes presuntamente tienen vínculos con el Tren de Aragua (TDA), y además sentenció que el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, es quien facilita que la agrupación ingrese a territorio norteamericano.
Según el memorando, emitido el pasado lunes por el Consejo Nacional de Inteligencia, las oficinas de espionaje del país norteamericano no consideran confiables las afirmaciones del presidente sobre una posible alianza del grupo criminal con el gobierno venezolano. En este, se asegura que las agencias no “observaron ni recopilaron” evidencia que demostrara que el “régimen de Nicolás Maduro proporcione instrucciones a los líderes de las pandillas”.

“Si bien el entorno permisivo de Venezuela permite que el TDA opere, el régimen de Maduro probablemente no tiene una política de cooperación con el TDA y no está dirigiendo su movimiento ni sus operaciones en Estados Unidos”, se lee en el informe del consejo, recuperado por el medio The New York Times.
En el memorando también se detalló que funcionarios venezolanos “de nivel medio a bajo” se “benefician de actividades ilícitas del Tren de Aragua”. Según el documento, el FBI tiene conocimiento de que algunos miembros del Gobierno “facilitan la migración” de los participantes de la agrupación.
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“Buscan promover lo que ven como el objetivo del régimen de Maduro de desestabilizar gobiernos y socavar la seguridad pública en estos países”, dice el documento.
“Sin embargo, la versión de que los líderes del régimen están dirigiendo o facilitando la migración del Tren de Aragua a Estados Unidos no es creíble”, agrega.

Por su parte, el Departamento de Justicia anunció una “investigación criminal relacionada con la filtración selectiva de información inexacta, pero clasificada, de la comunidad de inteligencia sobre el Tren de Aragua”, luego de conocer el documento de las oficinas de inteligencia. Y rechazó “los intentos políticamente motivados del Estado en la sombra para socavar la agenda del presidente Trump mediante la filtración de información falsa”.
A mediados de marzo, la administración de Trump deportó a 238 venezolanos que fueron señalados de —presuntamente— pertenecer a la banda criminal de Venezuela. Para llevar a cabo su plan, el presidente días antes determinó que el Tren de Aragua sería considerado como un grupo “terrorista” bajo su gobierno.

El mandatario invocó una antigua, y polémica, ley de guerra (la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798) para deportar al grupo de extranjeros, quienes ahora están privados de su libertad en la prisión de máxima seguridad para terroristas de El Salvador. En el documento emitido el lunes, las agencias de inteligencias señalaron que el republicano presentó un argumento “injustificado” para desempolvar la ley.
Sin embargo, el Gobierno no ha brindado detalles sobre el debido proceso que tenía que llevarse a cabo, pese a que algunos jueces y grupos de defensa de derechos han solicitado más información sobre el operativo.
Incluso, varios abogados han señalado que la administración deportó a algunos inmigrantes basándose en los tatuajes que tenían. Desde aquella masiva deportación, también grupos de familias han defendido la inocencia de sus conocidos, por lo que consideran injusto su encarcelamiento en la megaprisión de alta seguridad.