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Horrores en el centro de exterminio de cartel mexicano: “la cantidad de personas calcinadas es incalculable”

Tres crematorios, cráneos calcinados, fosas, cientos de zapatos y cartas de despedida fueron algunos de los aterradores hallazgos en un rancho de Jalisco. Un campo de exterminio en el siglo XXI.

15 de marzo de 2025, 7:39 a. m.
 Los descubrimientos incluyen una pila de zapatos y pertenencias que han identificado las familias de los desaparecidos.
Los descubrimientos incluyen una pila de zapatos y pertenencias que han identificado las familias de los desaparecidos. | Foto: afp

En México, por años, los crímenes más letales no han ocurrido en las sombras del país, en lugares desconocidos e inaccesibles para las autoridades y los ciudadanos. Se llevan a cabo en el centro del país, a plena luz. Recientemente, un grupo de familias de Jalisco, que buscaban a personas cercanas desaparecidas, denunció un hallazgo terrorífico: habían descubierto un centro de exterminio en el que se cometieron los crímenes más atroces e inimaginables.

El descubrimiento tuvo lugar en Teuchitlán, un pueblo que está a menos de una hora de Guadalajara. En el rancho, que cuenta con un poco más de media hectárea, los buscadores encontraron restos de cuerpos, cientos de zapatillas y elementos personales que registran la cantidad de personas que pasaron por allí, y crematorios en los cuales “hacíamos una cama de piedra, echábamos gasolina y quemábamos los cuerpos ahí. El horno se usaba varias veces antes de taparlo”, según dijo un sobreviviente al medio Aristegui Noticias.

El pasado septiembre, las autoridades locales habían inspeccionado el lugar, donde detuvieron a diez personas y liberaron a dos que estaban reclutadas. En ese mismo momento, evidenciaron la cruda imagen: un cuerpo sin vida, decenas de fragmentos óseos quemados, armas y casquillos de las balas. Pese a que encontraron allí el campo de entrenamiento de reclutas del grupo armado Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), la investigación fue abandonada y quedó a medio camino.

El rancho tiene menos de una hectárea de tamaño y está ubicado a una hora de Guadalajara. | Foto: FOTOs: afp

Fue hasta ahora que el rancho, conocido como La Estanzuela o Izaguirre, ha resonado públicamente. La semana pasada, el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, luego de recibir diferentes llamadas anónimas, llegó al lugar y, sin mucho esfuerzo, se topó con las pruebas irrefutables de un infierno. “Se iban unos, llegaban otros. La cantidad de personas calcinadas es incalculable”, afirmó Indira Navarro, líder del colectivo, a medios de comunicación.

El crimen y la violencia se han convertido en el pan de cada día para los mexicanos. El grupo armado CJNG ponía anuncios de trabajo en medio de la ciudad de Guadalajara, con el fin de llamar la atención de las personas más necesitadas, que luego llegaban engañados al centro del horror, donde eran secuestrados y reclutados para iniciar los entrenamientos.

Las autoridades ya habían inspeccionado el lugar anteriormente, pero no tomaron las medidas necesarias. | Foto: FOTOs: afp

“Ofrecían una buena paga, 5.000 pesos a la semana (un poco más de un millón de pesos colombianos), por ser guardia de seguridad o chofer. Pero siempre los citaban en la central. Ahí los interceptaban y ya no se sabía nada”, dijo Navarro en Aristegui Noticias. El reclutamiento forzado de jóvenes en el país tampoco es un tema nuevo. Los grupos criminales han usado esta herramienta para fortalecer sus comandos, hecho que ha sido denunciado durante décadas sin que un cambio ocurra.

“Nos obligaban a hacer unos hoyos, unas fosas; ponían una plancha de piedra y ladrillo, ahí aventaban los cuerpos seccionados. En el fondo había un cuarto que le llamaban ‘la carnicería’, ahí nos obligaban a quemarlos”, narró Navarro al mismo medio, citando el testimonio de uno de los sobrevivientes. “Ahí sí te mataban. El entrenamiento era táctico. Te hacían pelear entre los demás, te golpeaban. Algunos instructores llegaban ebrios, se volvían salvajes”, relató otra víctima.

Clothes and shoes are seen at the Izaguirre Ranch in the community of La Estanzuela, where the collective 'Guerreros Buscadores' located three human crematoriums while searching for their relatives in Teuchitlan, Jalisco state, Mexico on March 5, 2025. Mexico's Attorney General's Office and the federal government will investigate alleged clandestine crematoriums located in a rural area of the western Mexican state of Jalisco, local authorities said on March 12. (Photo by ULISES RUIZ / AFP)
Cientos de artículos como ropa, zapatos, bolsos e identificaciones estaban esparcidas por el rancho. | Foto: AFP

Pero la situación va más allá. Los eventos que allí ocurrían superan el guion de una película de terror. En la misma entrevista, Navarro reveló detalles aún más impactantes: en el lugar había esposas metálicas, drogas y un altar a la ‘santa muerte’. Además, aseguró que recibió una llamada luego de la revelación del descubrimiento. Antes de contar los atroces eventos, la fuente afirmó que el centro de entrenamiento opera desde 2012 y que la gente tenía conocimiento, pero no podían hacer ni decir nada al respecto, porque vivían bajo amenazas.

Cuando se pensaba que los crímenes habían llegado a un límite extremo, la nueva sobreviviente reveló que “había unos médicos que iban y hacían como unos experimentos, obviamente se trataba de venta de órganos”, mencionó Navarro. Pero tampoco fue suficiente. Aseguró que fue testigo de casos de abuso infantil. “Había un jefe que le gustaban las niñas, le llevaban niñas. Obviamente estamos hablando de pedofilia”, dijo.

En el mismo relato, la testigo contó que las personas que lloraban o se demostraban débiles, eran encerradas en una zona del rancho que llamaban “la puerquera”, que estaba cercada por alambres de púas y donde encerraban cerdos hambrientos que atacaban y devoraban por partes a las personas que ingresaban.

Imágenes de la Santa Muerte en el Rancho Izaguirre, en la comunidad de La Estanzuela, donde el colectivo "Guerreros Buscadores" localizó tres crematorios humanos mientras buscaba a sus familiares en Teuchitlán, Jalisco, México, el 5 de marzo de 2025.
Imágenes de la Santa Muerte en el Rancho Izaguirre. | Foto: AFP

Cada detalle es peor que el anterior. La testigo también señaló que los más de 200 reclutas eran obligados a participar en peleas entre el lodo, y la recompensa era recibir comida. Dormían unos sobre otros directamente en el suelo en otra zona conocida como “el domo”. Vestían con colores naranja para ser identificados fácilmente y, en caso de que alguno intentara escapar, era ejecutado de inmediato.

“La ropa ya no era tuya, era de todos. Dormíamos en el piso, sobre una lona”, señalaron algunos sobrevivientes. Además, al llegar al lugar, perdían sus nombres. Entre los elementos encontrados, había libretas con apodos de todas las personas reclutadas.

A pesar de que gran parte de los secuestrados llegaban engañados por ofertas de trabajo, algunos de ellos eran pedidos directamente por algunos líderes de la banda criminal. Solían ser empresarios o civiles que tuvieron en algún momento conflictos con los integrantes del grupo y, a modo de venganza, los secuestraban en el repugnante centro.

Miembros del colectivo "Guerreros Buscadores" trabajan en tres crematorios humanos encontrados durante la búsqueda de sus familiares en el Rancho Izaguirre, en la comunidad de La Estanzuela, Teuchitlán, Jalisco, México, el 5 de marzo de 2025.
Miembros del colectivo "Guerreros Buscadores" encontraron los tres crematorios, armas, restos humanos y demás apenas ingresaron al lugar. | Foto: AFP

La declarante aprovechó para describir que las personas, luego de un periodo de adiestramiento, eran enviadas a zonas de conflicto como Zacatecas o Michoacán. Quienes sobrevivían a ese reto, pasaban a otra etapa llamada “escuela del terror”, donde recibían entrenamiento impartido por civiles, exmilitares y extranjeros.

Ante la desmesurada ola de atroces eventos, el titular de la Fiscalía General de la República, Alejandro Gertz, anunció que la institución abrirá una investigación y cuestionó la falta de acción oportuna. “No es creíble que una situación de esa naturaleza no hubiera sido conocida por las autoridades locales de ese municipio y del Estado”, dijo en una intervención junto con la presidenta. Y tenía razón, las autoridades tenían conocimiento, habían evidenciado lo que allí ocurría.

“Hicieron prospección dos días. Dijeron que era muy grande el rancho, pero mide menos de una hectárea. Hicieron tres hoyos y no pasaron georradar”, criticó Navarro la precaria inspección de septiembre.El registro estatal de personas desaparecidas en Jalisco indicó que actualmente hay 15.426 personas no localizadas; más de 12.000 son hombres. El reclutamiento forzado se ha convertido en uno de los temores latentes para los jóvenes del país.

A notebook that reads in spanish 'My love, if one day I don't come back, I only ask you to remember how much I love you' is seen at the Izaguirre Ranch in the community of La Estanzuela, where the collective 'Guerreros Buscadores' located three human crematoriums while searching for their relatives in Teuchitlan, Jalisco state, Mexico on March 5, 2025. Mexico's Attorney General's Office and the federal government will investigate alleged clandestine crematoriums located in a rural area of the western Mexican state of Jalisco, local authorities said on March 12. (Photo by ULISES RUIZ / AFP)
Las cartas encontradas demostraban la desesperanza que tenía los reclutas de volver a su hogar. | Foto: AFP

Entre los hallazgos, se descubrieron cartas de despedida que retratan la cruda realidad que cientos de personas tuvieron que enfrentar. En ellas, les decían a sus allegados: “Dejen de buscarnos”, demostrando que allí perdieron cualquier esperanza de salir con vida.

“Mi amor, si algún día ya no regreso, solo te pido que recuerdes lo mucho que te amo. Y digas: ‘se me fue mi enojón, berrinchón y celoso’”, se lee en una de las cartas, firmada por Eduardo Lerma Nito, de 21 años, quien por suerte logró escapar del fatídico aislamiento en 2024, según las autoridades. Su conmovedora historia contrasta con las miles de vidas que quedaron allí atrapadas.