Estados Unidos
Histórico: Estados Unidos reabre su espacio aéreo a vuelos supersónicos tras medio siglo de restricciones
La FAA levanta una prohibición vigente desde 1973, abriendo la puerta a rutas más rápidas y tecnológicamente avanzadas dentro del país.

Estados Unidos ha abierto una nueva etapa en la aviación comercial al levantar la histórica prohibición de vuelos supersónicos dentro de su espacio aéreo, vigente desde 1973.
La Administración Federal de Aviación (FAA) anunció recientemente que ya no aplicará la restricción que impedía el uso de aeronaves capaces de romper la barrera del sonido, una medida impuesta originalmente por el estruendo inherente a estos aparatos, como los Tupolev Tu-144 soviéticos, cuyo estampido sónico provocaba daños como vidrios rotos y fuertes molestias.
Esta restricción limitada a vuelos transoceánicos queda ahora revaluada gracias a la orden ejecutiva emitida el pasado 10 de agosto de 2025.

Este cambio marca un hito que podría transformar los viajes domésticos. Se espera que, en cuestión de meses, compañías aéreas desarrollen rutas supersónicas capaces de unir ciudades como Nueva York y Los Ángeles en apenas tres horas, acelerando el transporte a niveles impensados hace apenas una generación.
Lo más leído
Para conseguirlo, las aerolíneas deberán introducir aviones con tecnología moderna que mitiguen el impacto acústico y cumplan rigurosos estándares de seguridad y eficiencia.
El levantamiento de la prohibición llega en un momento de creciente innovación en la aviación. Empresas como Boom Technology y Aerion desarrollan jets supersónicos con diseños avanzados para reducir el “boom sónico” y cumplir con normativas ambientales más estrictas.
Aunque esos aviones aún no están en servicio, el respaldo oficial al fin del veto representa un apoyo decisivo a su futuro despliegue comercial.

No obstante, este avance no está exento de desafíos. Reguladores federales deberán establecer límites claros sobre altitud, velocidad y zonas permitidas para estos vuelos. Además, comunidades locales podrían exigir controles adicionales por el temor a molestias acústicas, como ha ocurrido en otras partes del mundo donde se han probado aviones similares.
Desde el punto de vista económico, la reapertura del espacio aéreo para vuelos supersónicos promete reactivar el interés en rutas de alta rentabilidad, atraer a pasajeros dispuestos a pagar por una experiencia más rápida y potencialmente posicionar a Estados Unidos como líder en innovación aeronáutica.
Por otro lado, expertos recuerdan que, tras décadas sin vuelos supersónicos comerciales, la infraestructura aeroportuaria y los protocolos de control de tráfico aéreo necesitan una versión modernizada que permita manejar este nuevo tipo de aeronaves con eficiencia y seguridad.
La decisión de la FAA no solo revierte una norma de casi medio siglo, sino que inaugura una nueva era para los viajes nacionales. Aunque faltan pasos técnicos y regulatorios para que los pasajeros puedan volar supersónicamente entre ciudades importantes, el anuncio abre el camino a un entorno de movilidad más rápido, audaz y tecnológicamente conectado.