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Habla la esposa de Kilmar Ábrego, el inmigrante deportado por error de EE. UU.: “Nuestros hijos preguntan cuándo volverás a casa”
El Gobierno estadounidense admitió que cometió un error en la deportación del inmigrante, pero hasta el momento no ha brindado soluciones para reparar la cuestionable equivocación.

El pasado martes, el día que se cumplió un mes de la deportación del salvadoreño Kilmar Armando Ábrego García, su esposa se pronunció en Washington en contra del inexplicable error que cometió el Gobierno de Estados Unidos. Hace unas semanas, la administración de Donald Trump aseguró que habían expulsado a Ábrego a su país de origen por un “error administrativo”, pero anunciaron que no pueden hacer nada para llevarlo de vuelta al país norteamericano.
El inmigrante se encuentra hoy privado de la libertad en la prisión de máxima seguridad para terroristas de El Salvador, construida como un proyecto del presidente Nayib Bukele.
“Kilmar, si puedes escucharme, mantente fuerte, Dios no se ha olvidado de ti”, dijo Jennifer Vásquez en una conferencia ante los periodistas, minutos antes de una audiencia en la corte federal de la capital estadounidense, en la cual se definiría el futuro de Ábrego García, que residía en Maryland y donde fue detenido el pasado 12 de marzo.
"I will not stop fighting until I see my husband alive."
— ABC News (@ABC) April 15, 2025
Jennifer Vasquez, wife of Kilmar Abrego Garcia, an alleged gang member who was sent in error to El Salvador, made remarks outside a Maryland courthouse prior to a hearing on her husband's case. https://t.co/gMbtHTqDpr pic.twitter.com/ZkDaVd0ZmO
“Nuestros hijos preguntan cuándo volverás a casa y oro por el día que pueda decirles la hora y la fecha de tu regreso a salvo”, agregó la esposa, ciudadana estadounidense que ha dirigido esfuerzos, junto con los abogados, para agilizar la liberación de Ábrego. “A pesar de que mi corazón está pesado, encuentro esperanza y fuerza en quienes me rodean”.
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El lunes de esta semana, en la Casa Blanca se reunieron los presidentes Bukele y Trump, en medio de las controversias internacionales que se desataron luego de que llevaran a cabo una masiva deportación en marzo. A El Salvador llegaron 300 inmigrantes deportados de Estados Unidos, que fueron señalados de presuntamente pertenecer al Tren de Aragua, aunque muchos familiares argumentan que sus conocidos no son criminales ni tienen antecedentes penales.
Kilmar Ábrego se encontraba en ese gran grupo, que además fueron puestos tras las rejas del Centro de Confinamiento para Terroristas (Cecot), pese a que él contaba con una protección migratoria, pues en una oportunidad anterior un juez federal dictaminó que Ábrego no podía ser deportado, debido a que era probable que sufriera de persecuciones de pandillas en su país natal.

Cuando los periodistas cuestionaron a los mandatarios sobre esta deportación en específico, parecieron pasarse la pelota para no dar detalles, pero dejaron claro que no pueden hacer nada para llevarlo de nuevo a territorio estadounidense, por lo que tendría que pasar mínimo un año en la temida megacárcel. “¿Cómo puedo devolver a un criminal a Estados Unidos? ¿Meter un terrorista ilegalmente?”, respondió Bukele. “No tengo el poder de devolverlo a Estados Unidos”, agregó.
“Kilmar necesita volver a casa, es hora que veamos que esto se cumpla”, complementó Vásquez en su presentación pública.