Mundo

Gobierno de Guatemala rechaza la decisión de la Fiscalía de ordenar la captura de Luz Adriana Camargo e Iván Velásquez

En un comunicado, el ejecutivo de ese país aseguró que esas medidas “vulneran el Acuerdo entre la Organización de las Naciones Unidas y el Gobierno de Guatemala relativo al establecimiento de la Cicig”.

3 de junio de 2025, 11:09 a. m.
.
Luz Adriana Camargo e Iván Velásquez. | Foto: Fotomontaje SEMANA

Con un enérgico comunicado, el Gobierno de Guatemala rechazó “enfáticamente las órdenes de captura giradas contra el embajador colombiano Iván Velásquez Gómez, excomisionado de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), y la fiscal general de la República de Colombia, Luz Adriana Camargo Garzón”.

“Estas medidas carecen de sustento legal y vulneran el Acuerdo entre la Organización de las Naciones Unidas y el Gobierno de Guatemala relativo al establecimiento de una Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), así como los propósitos y principios de la justicia y Derecho Internacional, contenidos en la Carta de la Organización de las Naciones Unidas y de la Organización de los Estados Americanos”, agrega el documento que fue hecho público por ese gobierno casi a la medianoche de este lunes.

Según reza el texto, “estas acciones se realizan con un evidente objetivo político, sin respaldo en el ordenamiento jurídico nacional e internacional y se suman a la seguidilla de actuaciones por parte del Ministerio Público, la fiscal general de la República y jueces asociados a la corrupción que han tergiversado el sentido de la justicia en Guatemala, poniendo de manifiesto la criminalización y abuso del derecho penal, tantas veces señalado y sancionado en el ámbito nacional e internacional".

El exministro de Defensa Iván Velásquez y la fiscal general, Luz Adriana Camargo.
El exministro de Defensa Iván Velásquez y la fiscal general, Luz Adriana Camargo. | Foto: Semana/Presidencia

También cuenta que ya hay conversaciones entre el Gobierno de Guatemala y el de Colombia “en el ánimo de no afectar la honra de la nación como producto de este irresponsable y espurio acto del Ministerio Público”.

La Cancillería colombiana había rechazado la decisión judicial de Guatemala. En un trino, la canciller Laura Sarabia escribió: “Expresamos nuestra profunda preocupación y rechazamos enérgicamente la orden de captura emitida por la Fiscalía de Guatemala contra el embajador designado Iván Velásquez y la fiscal general Luz Adriana Camargo. Esta acción, sin sustento jurídico, vulnera los principios fundamentales de la justicia internacional y representa una grave desviación de los estándares del derecho internacional”.

Velásquez, por su parte, se había despachado contra la fiscal general. “Y ahora, la corrupta fiscal general guatemalteca y su fiscal Curruchiche —designados como corruptos y sancionados por EE. UU. y la Unión Europea— extienden su persecución contra Luz Adriana Camargo y contra mí”, señaló.

En el mismo mensaje, publicado a través de su cuenta en X, Velásquez expresó su “solidaridad con los exfuncionarios y tantos ciudadanos guatemaltecos a quienes la Fiscalía ha obligado al exilio”.

La orden de captura

El anuncio de la decisión lo había hecho este lunes el fiscal Rafael Curruchiche, de la Sección de la Fiscalía Especial contra la Impunidad. El funcionario judicial aseguró que la investigación está enmarcada en el caso de Odebrecht y que los delitos que se les imputan son los de “asociación ilícita, obstrucción de justicia, tráfico de influencias y colusión”.

“Se ha ordenado judicialmente la difusión de alerta a Interpol a efecto que dichas personas puedan ser aprendidas en cualquier país”, agregó.

“La estructura criminal encabezada por el excomisionado de la Cicig Iván Velázquez Gómez favoreció a los empresarios de la constructora Odebrecht y provocó que el Estado de Guatemala perdiera más de 3 mil millones de quetzales. El Ministerio Público reafirma su compromiso de luchar contra la corrupción e impunidad en Guatemala, y que todos enfrenten el peso de la ley”, concluyó Curruchiche.