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Fraude en el concurso para encontrar el oso más gordo; los participantes comen hasta 45 kilogramos de salmón al día
Un zoológico de Estados Unidos está en el centro de la controversia por cuenta de esta irregularidad en el concurso; qué oso.
Una votación anual en internet para encontrar al oso más gordo en un parque nacional de Alaska sufrió un intento de fraude, denunciaron los organizadores, quienes, sin embargo, afirmaron haber podido salvar la integridad de este concurso, muy popular en Estados Unidos.
Con la clase política del país obsesionada con la necesidad de elecciones limpias, la encuesta anual Fat Bear Week, organizada por el Parque Nacional Katmai, en el sur de Alaska, parecía el ejemplo perfecto de una votación libre y justa.
Pero incluso este modelo de probidad democrática parecía haber sido mancillado después de una campaña de spam para que el Oso 435 superara al Oso 747, en una semifinal crucial para determinar qué criatura había acumulado más grasa para la larga hibernación invernal. “Al igual que los osos se llenan la cara de pescado, nuestra urna también se ha llenado”, tuiteó el Servicio de Parques Nacionales de Katmai.
“Parece que alguien ha decidido enviar spam a la encuesta de Fat Bear Week, pero afortunadamente es fácil para nosotros saber qué votos son fraudulentos”, agregó. Después de un recuento, el Oso 747, cuya enorme masa y apodo motivaron comparaciones con el avión jumbo de Boeing, fue nombrado ganador. Ahora se enfrenta al Oso 901 en la gran final del martes.
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El concurso de una semana de duración presenta al público diferentes fotos de osos, y los internautas votan por los que creen que se ven más gordos después de meses de atiborrarse con hasta 45 kilogramos de salmón al día. La capa de gordura es vital para ayudar a los osos a pasar la hibernación durante el frío invierno de Alaska. Durante cinco meses de sueño profundo, no se despiertan para comer, beber o incluso ir al baño, emergiendo hambrientos y mucho más delgados en la primavera.
El concurso Fat Bear Week genera mucha expectativa. Comenzó en 2014 como un esfuerzo a pequeña escala para crear conciencia sobre estos mamíferos y los retos ambientales que enfrentan, pero el año pasado se convirtió en un evento gigantesco, con más de 800.000 votos emitidos.
En Colombia, apareció Tamá
El pasado 15 de septiembre, un oso de anteojos de 180 kilogramos, identificado como Tamá, escapó de una reserva natural del municipio de Tocancipá, Cundinamarca.
En ese sentido, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) lanzó en su momento una alerta luego de registrarse la salida imprevista del oso, el cual se encontraba en cuarentena en una zona especial de la reserva natural Bioparque Wakatá de la Fundación Parque Jaime Duque.
Asimismo, la Fundación y la CAR le hicieron un llamado a los habitantes aledaños para que dieran aviso en caso de identificar a la especie.
No obstante, este miércoles, la Fundación Parque Jaime Duque a través de un comunicado informó que, tras 14 días de búsqueda, el oso “ya se encuentra nuevamente con nosotros”, confirmando también que Tamá está sano y salvo.
Además, agradecieron a la comunidad, ONG, autoridades ambientales, entre otros, el éxito del rescate, afirmando que sin su colaboración, solidaridad y receptividad no hubieran podido regresar a Tamá sano y salvo.
Por otra parte, la Fundación del parque dio a conocer que el equipo técnico llevará a cabo una valoración al oso, teniendo en cuenta que el animal estuvo en un ecosistema al cual no estaba acostumbrado. Según la entidad, se puede apreciar a simple vista que el oso de anteojos bajó considerablemente de peso.
Sin embargo, afirmaron que en los próximos días se le va a realizar un detallado monitoreo de su condición física, acompañado de un análisis de expertos, con el propósito de definir el futuro de Tamá.
Finalmente, la Fundación llamó a la reflexión sobre la pérdida del hábitat de esta especie, ya que varios estudios indican que los osos de anteojos están al borde de la extinción, debido a su alto grado de amenaza.
Aumentó la población de osos anteojos en Neiva
Los más recientes registros en cámaras trampa demuestran que la población de osos de anteojos que habita en la cuenca del río Las Ceibas de Neiva aumentó en los últimos años, llegando a 10 ejemplares, según dio a conocer la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena-CAM.
Desde hace un tiempo se lleva a cabo un seguimiento por parte de profesionales del proyecto Río Las Ceibas de la CAM y los integrantes del grupo de monitoreo comunitario Cacique Candela de Neiva, al hábitat del oso andino en zona rural de la capital del Huila, identificando senderos estratégicos de actividad de especies silvestres, así como de huellas indirectas del oso de anteojos y la localización de árbol rascadero comunitario de la especie.
Al respecto, Katherine Arenas, bióloga de la CAM, precisó que se realizó el análisis de los registros fílmicos, logrando la individualización de los ejemplares de oso andino a través de las características morfológicas de cada uno, como su mancha facial y pectoral, sexo y volumen corporal, lo que permitió determinar la presencia de cuatro osos avistados por primera vez.
La bióloga sostuvo que, tras analizar los videos realizados en esta cuenca, se ha podido establecer que la población de esta especie de mamífero se encuentra estable.
Sin embargo, estas zonas se han ido interconectando, permitiendo la comunicación de poblaciones de osos, la reproducción de estos individuos y por ende el incremento de la población y, con ello, el aumento en las zonas en las que se distribuye y en donde actualmente se está conservando con la comunidad a través de la estrategia de grupos de monitoreo comunitario.