MUNDO
Fallido intento de arresto al presidente suspendido de Corea del Sur Yoon Suk Yeol
Tras declarar la ley marcial a finales de noviembre del 2024, el presidente suspendido de Corea del Sur afronta el cargo de “insurrección”.
Policías y agentes anticorrupción surcoreanos intentaron arrestar el viernes al presidente suspendido Yoon Suk Yeol por la imposición de una ley marcial hace un mes, pero abortaron la operación ante la resistencia de los servicios de seguridad en la residencia del dirigente.
El líder conservador, que sumió al país en una grave crisis al declarar por primera vez en democracia una ley marcial el 3 de diciembre, podría convertirse en el primer presidente surcoreano en ser arrestado en el cargo. Suspendido de sus funciones por la Asamblea Nacional, Yoon también se expone a acusaciones por presunta “insurrección”, punibles con la cadena perpetua o la pena de muerte.
A la espera de que el Tribunal Constitucional confirme su destitución, sigue siendo oficialmente el jefe del Estado. Investigadores de la Oficina de Investigación de la Corrupción (OIC), encargada de la causa, accedieron este viernes a su residencia en Seúl, donde Yoon lleva encerrado desde que la justicia emitió esta semana una orden de arresto contra él.
El equipo, que llegó a bordo de cinco vehículos cuyo trayecto fue retransmitido en directo por las televisiones del país, se vio bloqueado inicialmente por una decena de vehículos en la carretera de acceso.
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Finalmente consiguieron entrar en la propiedad “tomando una ruta por la ladera”, declaró un funcionario de la OIC. Pero el centenar de policías y miembros de la OIC se encontraron con “más de 200 personas con los brazos entrelazados para bloquear el paso”, prosiguió, añadiendo que se habían producido “altercados físicos menores y mayores” entre ambas partes. Tras unos cuarenta minutos de tenso enfrentamiento con los guardaespaldas presidenciales, la OIC decidió retirarse, temiendo por su seguridad. Los investigadores tienen hasta el lunes para ejecutar la orden de detención, que expira a los siete días.
Uno de los abogados del presidente, Yoon Kap-keun, insistió este viernes en que la orden de arresto es “ilegal e inválida” y que, por lo tanto, su ejecución “es ilegítima”. “Se tomarán acciones legales” al respecto, afirmó. Pero el jefe de la oficina anticorrupción, Oh Dong-woon, alertó que si alguien intenta impedir la detención puede ser perseguido judicialmente.
Fuerte despliegue policial
La colaboración de los guardaespaldas de Yoon en la investigación era incierta desde el comienzo. En las últimas semanas, sus miembros habían bloqueado varias veces las órdenes de registro de las dependencias presidenciales.Desde su encierro, Yoon, de 64 años, prometió combatir a las autoridades que buscan detenerlo e interrogarlo por haber declarado la ley marcial y haber enviado al ejército a la Asamblea Nacional.
En los alrededores de la residencia presidencial estaban concentrados cientos de partidarios de Yoon, algunos de los cuales pasaron allí toda la noche. La zona está acordonada por un importante dispositivo policial. En medio de un fuerte despliegue judicial y mediático, los partidarios del presidente ondeaban banderas nacionales, coreaban su nombre y entonaban cánticos como “La orden de captura ilegal no es válida”.
Lee Hye-sook, un simpatizante de Yoon de 57 años, aseguró que los líderes opositores “intentan transformar el país en un Estado socialista, similar a Corea del Norte”, un vínculo establecido varias veces por el presidente.“Nos enfrentamos a una situación en la que nuestro país puede preservar la democracia liberal o perderla”, afirmó Choi Sung-hwan, de 47 años, que lleva en el lugar desde el jueves.
“Insurrección”
Yoon sumió al país en una grave crisis política al declarar por sorpresa la ley marcial en la noche del 3 de diciembre. Horas más tarde se vio obligado a dar marcha atrás presionado por los diputados opositores mayoritarios en la Asamblea Nacional y por miles de manifestantes.Tanto el presidente como algunos de sus colaboradores enfrentan ahora una investigación por “insurrección”.
El viernes, la fiscalía imputó por la misma causa a dos altos cargos militares, que ya estaban bajo arresto. Los investigadores habían citado a Yoon sin éxito en tres ocasiones para ser interrogado y finalmente optaron por pedir a la justicia una orden de arresto contra él. Pese al anuncio del fracaso del intento de detención este viernes, los partidarios de Yoon estimaron que era “demasiado pronto para sentirse aliviados”.
“Si nos vamos, [el OIC] podría volver e intentar detener de nuevo al presidente”, declaró a AFP Lee Hye-sook. “Muchos de nosotros, nos quedaremos aquí hasta” el 6 de enero, cuando expira la orden. Según los medios surcoreanos, los responsables del OIC quieren arrestar a Yoon y trasladarlo a su oficina en Gwacheon, cerca de Seúl, para un interrogatorio.
Después, el presidente suspendido puede seguir retenido hasta 48 horas en virtud de la orden actual. Para mantenerlo más tiempo detenido, los investigadores deben solicitar otra orden a la justicia. En este tenso contexto, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, llegará el lunes a Corea del Sur, aliado de Washington en la región.
*Con información de AFP.