Exasesor de Donald Trump y sobrino de Mike Pence habla en SEMANA de Irán, el gobierno Petro y Venezuela. “Usar la fuerza para lograr la paz”

SEMANA: Donald Trump parece haber logrado desactivar lo que se veía como una posible tercera guerra mundial. ¿Cómo pudo dar este giro?

John Pence: Lo que estamos viendo es el liderazgo estadounidense de regreso en la Casa Blanca. Aquí se dice “peace through strength” (la paz a través de la fuerza). Es un dicho del presidente Trump que explica cómo está tratando de lograr la paz. A veces hay que usar la fuerza y las fuerzas armadas. El trabajo del presidente comienza con el diálogo. Si vemos, lo que el presidente Trump está promoviendo es el cese al fuego entre Israel e Irán. El primer mandatario ha viajado por todo el mundo, acaba de estar en los Países Bajos para la conferencia de la Otan, está charlando con los líderes del mundo para lograr la paz. Es decir, la paz es lo que quieren los Estados Unidos y lo que quiere el pueblo estadounidense.

SEMANA: Históricamente, Irán ha representado una amenaza para los Estados Unidos. ¿Qué tan latente ha estado el papel de este régimen en las discusiones de seguridad?

J.P.: Ha sido así por décadas. El presidente Trump, en 2015, ya alertaba que Irán puede lograr un arma nuclear. Entonces el presidente está tratando de evitar que eso suceda. Los Estados Unidos tuvieron que actuar la semana pasada (el Gobierno Trump atacó tres bases nucleares en ese país), pero sigue el diálogo por la paz. El presidente Trump tiene no solo y palabra, sino acciones concretas.

SEMANA: Trump también ha desempeñado un papel muy importante en el conflicto desatado en Israel y la guerra con Hamás, tras la horrible masacre del 7 de octubre.

J.P.: Lo que pasó ese 7 de octubre, bajo la presidencia de Joe Biden, fue lamentable. Una vez posesionado, el presidente Trump tuvo que regresar para promover los Acuerdos de Abraham, que habían sido una serie de tratados de normalización diplomática firmados entre Israel y varios países árabes, pero impulsados por la primera administración Trump. El presidente, además, acaba de viajar al Medio Oriente y allí tuvo conversaciones con los líderes de esos países. Entonces, cuando Irán trató de atacar de nuevo a Qatar, por ejemplo, varios países árabes rechazaron esta acción de Irán. Esta región también tiene como causa común que Irán no se arme nuclearmente.

SEMANA: La Organización Internacional de Energía Atómica ha advertido que Irán tiene el material suficiente como para hacer siete u ocho bombas. ¿Eso es motivo de preocupación hoy en los Estados Unidos?

J.P.: Por supuesto. No solo preocupa lo que nosotros llamamos un warhead (la cabeza de la guerra), que sería un misil nuclear, sino que cualquiera puede poner esa arma en una mochila. Esta tecnología es muy peligrosa para los seres humanos y para la vida en paz y la seguridad del planeta.

SEMANA: Irán ha hecho amenazas muy fuertes a Estados Unidos, ha hablado de infierno y ha dicho que podría infligirles un gran sufrimiento.

J.P.: Esas amenazas vienen del Ejército iraní, no del pueblo de Irán. Lo que está tratando de hacer el presidente Trump es sacar del poder al Ejército de Irán. Nunca ha atacado al pueblo de Irán, sino a los lugares del Ejército que son una amenaza nuclear. Cuando Donald Trump dice “América primero”, no quiere decir que no es “América sola”. Nuestro presidente está tratando de trabajar con nuestros aliados por tener un mundo libre, seguro y más próspero para nuestros vecinos.

SEMANA: Usted conoce al presidente Trump desde hace años y lo ha asesorado. ¿Cómo siente que ha cambiado desde su primera presidencia?

J.P.: Creo que este es un segundo chance de lograr más metas, más promesas. Por ejemplo, tenemos a un secretario como Marco Rubio que está viajando por América Latina, está luchando por la democracia y la libertad en nuestros países latinos. Para mí, este es un segundo chance de hacerlo de nuevo. Veo en Colombia un nuevo periodo de violencia política, ojalá gane la libertad y la democracia en Colombia en estas elecciones que vienen.

SEMANA: ¿Qué le recomienda a Colombia frente a su relación con Estados Unidos?

J.P.: Me parece importante que no crezcan las relaciones económicas y los vínculos con China, por ejemplo. Creo que el presidente Trump sí está interesado en compartir oportunidades con los vecinos latinos y este gran país que es Colombia.

SEMANA: Como sabe, la relación entre el presidente Petro y Trump no es la mejor. ¿Usted sí cree que exista una posibilidad de reconciliación?

J.P.: Yo diría que el presidente Trump siempre quiere lograr un trato. Entonces, si el Gobierno de Petro quisiera tener uno, pues habría que partir de no estar vinculado a China, por ejemplo. Creo que el Gobierno Petro sí puede cambiar esa relación tensa con los Estados Unidos, pero hay que empezar por la seguridad y las oportunidades compartidas entre ambos países. Ojalá ambas naciones sigan juntas en esa gran historia entre Colombia y los Estados Unidos de promover estos valores democráticos.

SEMANA: ¿Puede haber más consecuencias negativas si hay un acercamiento mayor del Gobierno Petro a China?

J.P.: Yo creo que sí. No es una opinión, están los datos. Si Colombia acepta más comercio de China, está contra su propia seguridad nacional. A mí me da mucho miedo ver los vínculos entre Colombia y China creciendo. Ojalá el pueblo colombiano esté notando lo que está pasando. Creo que el pueblo colombiano comparte los valores democráticos con el pueblo estadounidense. Ojalá que esos valores sigan primando. La historia entre ambas naciones no se ha terminado de escribir.

SEMANA: ¿Usted cree que es inminente que el Gobierno Trump descertifique a nuestro país en materia de lucha contra las drogas?

J.P.: Ojalá no, pero viene más de las decisiones del presidente colombiano. Yo diría que Colombia está frente a un punto de inflexión y en estos meses el pueblo debe darse cuenta de las consecuencias de las decisiones del Gobierno Petro. Ojalá el pueblo decida cambiar este liderazgo en el porvenir.

SEMANA: Usted tiene en su biblioteca la biografía del expresidente Álvaro Uribe, No hay causa perdida. ¿Qué resalta de lo que ha leído de su vida?

J.P.: Pues empiezo con el liderazgo del presidente Uribe. Para ser líder hay que tomar decisiones difíciles. Y, ojalá, que podamos regresar a un tipo de liderazgo fuerte para nuestro pueblo colombiano, así como hemos regresado aquí en los Estados Unidos. Quiero decir también que mi corazón está con el pueblo colombiano tras el atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay. Pero, como dije, la historia no se ha terminado de escribir. Está en las manos del pueblo colombiano lograr la democracia y la libertad de nuevo, como aquí en los Estados Unidos hicimos con la reelección del presidente Trump.

SEMANA: Como seguramente está al tanto, el expresidente Uribe enfrenta un proceso penal muy complejo. ¿Tiene alguna opinión al respecto?

J.P.: Es una lástima ver cómo se puede usar la justicia con una agenda política. Lo hemos visto en los Estados Unidos contra el presidente Trump. Para mí, cuando se usa la justicia para lograr las metas de la agenda política, se socava el orden constitucional. Ojalá que este juicio contra el expresidente Uribe termine pronto.

SEMANA: Quisiera hacerle una pregunta final sobre Venezuela. ¿El presidente Trump sí ha sido mano dura con este régimen?

J.P.: Creo que el pueblo venezolano, al igual que el colombiano, está luchando por su libertad. María Corina Machado es una gran líder, y el presidente Trump y su equipo están acompañando su voz. Eso muestra que este compromiso de estar al lado del pueblo venezolano y no de la dictadura de Maduro sigue bajo el liderazgo del presidente Trump. Hay señales de cambio.

SEMANA: ¿Usted cree que durante este Gobierno del presidente Trump vamos a ver la caída de esa dictadura?

J.P.: No puedo saber lo que hará el presidente Trump, pero lo que hemos visto con Venezuela es que el presidente no está tratando de ser amigo de Maduro. El socialismo ha destruido la calidad de vida de ese país.