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Este es el ‘rogito’ que fue introducido en el féretro de Francisco como recuerdo de su vida como pontífice
El documento destaca varios episodios del sumo sacerdote desde su vida privada hasta su última aparición antes de morir.

El Vaticano publicó el documento oficial que muestra un breve resumen de lo que fue el pontificado de Francisco, el cual fue introducido en un tubo de metal y posteriormente depositado en el féretro como parte del cierre del ataúd, en el que se destaca que “fue el 266 papa. Su recuerdo permanece en el corazón de la Iglesia y de toda la humanidad”.
En el texto se lee: “Con nosotros, peregrino de esperanza, guía y compañero de camino hacia la gran meta a la que estamos llamados, el Cielo, el 21 de abril del Año Santo 2025, a las 7:35 horas, mientras la luz de la Pascua iluminaba el segundo día de la Octava, el Lunes de Pascua, el amado pastor de la Iglesia Francisco pasó de este mundo al Padre”.
El acta funeraria resalta también “toda la Comunidad cristiana, especialmente los pobres, alabaron a Dios por el don de su servicio prestado con valentía y fidelidad al Evangelio y a la Esposa mística de Cristo”.
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En la breve biografía sobre Jorge Mario Bergoglio recordó su lucha más grande y severa respecto a la “legislación sobre crímenes cometidos por los representantes del clero contra menores y personas vulnerables”.
Otro de los puntos más destacados de su vida papal sobre la sencillez que mostró en todo momento: “Siempre atento a los últimos y a los descartados de la sociedad, Francisco, nada más ser elegido, decidió vivir en la Casa Santa Marta porque no podía prescindir del contacto con la gente”.
Entre los momentos que marcaron a Bergoglio están sus viajes o las visitas a los necesitados, “que a lo largo de sus más de doce años de pontificado hizo a prisiones, centros de acogida para discapacitados o drogadictos, y sus llamamientos a los sacerdotes de ser ‘misericordiosos’ y ‘salir de las sacristías’”.

El acta también mostró cómo el sumo pontífice hizo una labor de “incansable dedicación en favor del diálogo con los musulmanes y con representantes de otras religiones”.

Sobre su modo de vida dice: “Era un pastor sencillo y muy querido en su arquidiócesis, que viajaba por todas partes, incluso en metro y autobús. Vivía en un apartamento y se preparaba la cena, porque se sentía uno más del pueblo”.

Uno de los episodios que afectó al mundo y al propio obispo de Roma fue la icónica e imborrable imagen cuando caminó solo por la plaza de San Pedro durante la pandemia: “Ante la propagación de la pandemia de la covid-19, la tarde del 27 de marzo de 2020 quiso rezar a solas en la plaza de San Pedro, cuya columnata abrazaba simbólicamente Roma y el mundo, por la humanidad asustada y herida por la enfermedad desconocida”.
Además de recordar los episodios de salud que lo afectaron y su última aparición el pasado Domingo de Pascua, el documento termina: “Francisco ha dejado a todos un admirable testimonio de humanidad, de vida santa y de paternidad universal”, y con un cierre en latín:
“CORPUS FRANCISCI P.M. (CUERPO DE FRANCISCO P.M.)
VIXIT ANNOS LXXXVIII, MENSES IV DIES IV. (VIVIÓ 88 AÑOS, 4 MESES, 4 DÍAS.)
ECCLESIAE UNIVERSAE PRAEFUIT (ÉL PREVALECIÓ LA IGLESIA UNIVERSAL)
ANNOS XII MENSES I DIES VIII (12 AÑOS, 1 MES, 8 DÍAS)
Semper in Christo vivas, Pater Sancte! (¡Vivamos siempre en Cristo, Padre Santo!)”.