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Erdoğan se va contra Israel por ataques en el Líbano: “Nadie que tenga conciencia puede aceptar, disculpar o justificar una masacre así”
El presidente de Turquía asegura que en su ofensiva militar, el país ha matado a miles de inocentes.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, acusó el sábado a Israel de cometer un “genocidio” en Líbano y denunció “ataques brutales” contra el movimiento islamista libanés Hezbolá que costaron la vida a cientos de civiles. “Líbano y el pueblo libanés son el nuevo objetivo de la política de genocidio, de ocupación y de invasión llevada a cabo por Israel desde el 7 de octubre”, día del ataque del movimiento islamista palestino Hamás en suelo israelí que desencadenó la guerra en Gaza, afirmó el presidente turco en un mensaje publicado en X.
“A causa de los ataques brutales de Israel, muchos libaneses, entre ellos niños, han sido asesinados desde hace una semana. Nadie que tenga conciencia puede aceptar, disculpar o justificar una masacre así”, escribió el jefe de Estado turco. El dirigente turco no comentó la muerte del jefe de Hezbolá, Hassán Nasrallah, muerto el viernes en un bombardeo israelí cerca de Beirut.
Erdoğan, que lleva meses acusando al Ejército israelí de cometer un “genocidio” contra los palestinos en la Franja de Gaza, pidió en su mensaje que cesen “los intentos de Israel de extender su política insensata [...] a Líbano y a otros países de la región”. En la Asamblea General de la ONU en Nueva York, el martes, el presidente turco acusó a Israel de “arrastrar a toda la región a la guerra”.
El Ejército israelí afirmó este sábado que la eliminación del jefe del grupo libanés Hezbolá, Hassan Nasrallah, hace que el mundo sea “un lugar más seguro”, e insistió en que continuará matando a otros comandantes del movimiento islamista armado.
“Nasrallah era uno de los mayores enemigos de todos los tiempos del Estado de Israel [...]. Su eliminación hace que el mundo sea un lugar más seguro”, declaró el portavoz del Ejército, el contralmirante Daniel Hagari, durante una rueda de prensa televisada, un día después del bombardeo israelí contra el cuartel general de Hezbolá al sur de Beirut.
En otra declaración, el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, dijo, dirigiéndose a la población libanesa: “No estamos en guerra contra ustedes. Es el momento del cambio”.
“A nuestros enemigos, les digo: somos fuertes y estamos decididos”, agregó. Ante el riesgo de un aumento de las tensiones, las autoridades decretaron nuevas normas de seguridad pública en Israel.
El Mando del Frente Interior del Ejército israelí anunció la prohibición de las concentraciones de más de mil de personas, sobre todo en Tel Aviv y en sus alrededores, donde decenas de miles de personas protestan cada sábado desde hace meses para manifestarse contra el Gobierno. Los enfrentamientos transfronterizos entre Hezbolá y el Ejército israelí se alargan desde octubre. Con la escalada militar de los últimos diez días, el movimiento chiita proiraní, que solía dirigir la mayoría de sus disparos contra el norte de Israel, amplió su rango de ataque hasta el centro del país.
*Con información de la AFP.