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El papa Francisco cumple un mes hospitalizado. Así sigue la evolución de su salud
Si bien el santo padre sigue mejorando en su condición, aún es una duda la fecha de su salida del centro de salud.


El papa Francisco ha pasado nuevamente una “noche tranquila”, según informó el Vaticano este viernes, cuando se cumplen cuatro semanas de su ingreso en el hospital romano Gemelli, debido a una doble neumonía. En los últimos días, la salud del pontífice argentino de 88 años ha mostrado signos de mejoría, aunque continúa bajo estricta supervisión médica.
El lunes pasado, el papa dejó de estar bajo pronóstico reservado, lo que representa un avance significativo en su recuperación. Como prueba de su mejoría, el jueves, con motivo de su duodécimo aniversario como jefe de la Iglesia católica, el pontífice celebró una pequeña fiesta con el personal médico del hospital. Según la oficina de prensa del Vaticano, el evento incluyó un pastel y velas, lo que reflejó un ambiente de celebración y esperanza dentro del centro de salud.
A pesar de estos avances, Francisco sigue requiriendo asistencia respiratoria. Durante el día, recibe oxígeno a través de una cánula nasal, mientras que por las noches necesita una mascarilla de oxígeno para facilitar su respiración. Su recuperación, como es de esperarse en una persona de su edad, es un proceso que tomará tiempo. Según una fuente vaticana, “la situación sigue estable, pero es necesario esperar para que un cuerpo de 88 años que ha sufrido una neumonía bilateral recupere su energía y fuerza”.

Este viernes por la tarde se espera un nuevo boletín médico que brindará más detalles sobre la evolución de su salud. Además, se ha mencionado la posibilidad de que en los próximos días se suprima el parte médico matutino, lo que podría interpretarse como una señal de mayor estabilidad en su condición.
La actual hospitalización del papa Francisco es la cuarta y más prolongada desde su elección como pontífice el 13 de marzo de 2013. Esta situación ha supuesto una pausa significativa en su rutina habitual, marcada por un frenético ritmo de actividades, a pesar de las reiteradas advertencias de su entorno sobre la necesidad de moderar sus esfuerzos.
Su estado de salud ha generado incertidumbre en torno a su participación en las ceremonias y eventos de la Semana Santa, programadas del 13 al 20 de abril de este año. La posibilidad de que deba ausentarse de algunas de estas celebraciones es motivo de preocupación tanto dentro del Vaticano como en la comunidad católica global para esta fecha sagrada.

Más allá de los eventos inmediatos, el estado de salud del papa Francisco ha vuelto a revivir las especulaciones sobre el futuro de su pontificado. Recientemente, convocó a un consistorio de cardenales, lo que ha llevado a algunos analistas a recordar que este fue el mecanismo utilizado por su predecesor, Benedicto XVI, para anunciar su histórica renuncia en 2013.
Sin embargo, Francisco no ha fijado ninguna fecha específica para la reunión, lo que sugiere que no se trata necesariamente de un anuncio trascendental. Además, en repetidas ocasiones ha rechazado la idea de renunciar, afirmando que no desea que la dimisión papal se convierta en una “moda”, a pesar de que en su momento respaldó la decisión tomada por su predecesor.
Con información de AFP.