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El duro artículo de ‘The Economist’ contra Gustavo Petro y su Gobierno: “El terrible presidente de Colombia se desespera”
El medio británico señala que “los planes del señor Petro han sido defectuosos” durante su Gobierno y reconoce escasos avances.


El presidente de Colombia, Gustavo Petro, recibió una crítica mordaz desde un medio internacional de prestigio. En su más reciente edición, la revista británica The Economist le dedica un artículo titulado ‘El terrible presidente de Colombia se desespera’, en el que retrata su Gobierno como errático, conflictivo y marcado por el fracaso de sus principales reformas en el Congreso de la República.
El medio del Reino Unido inicia su cruzada contra el mandatario diciendo que prometió reformar las pensiones, el sistema de salud y las leyes laborales; reducir drásticamente la desigualdad. Así mismo, prometió establecer la paz total, en la negociación con todos los grupos armados en Colombia. Sin embargo, destaca el fracaso de la administración en todos estos aspectos.
“El estilo de gobierno pugilístico del señor Petro ha dificultado obtener apoyo en el Congreso, mientras que los tribunales han frenado algunas de sus reformas. Exasperado, el señor Petro ahora coquetea con la idea de cambiar la Constitución”, dice el artículo de The Economist.

La revista critica con dureza su manejo de la reforma a la salud, señalando que, en lugar de ajustar un sistema imperfecto, pero funcional, Petro optó por intentar desmantelarlo y forzar su estatización.
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“El año pasado propuso un proyecto de ley que nacionalizaría todas las aseguradoras privadas. Cuando el Congreso archivó esta propuesta, los reguladores intervinieron las dos aseguradoras más grandes”, dice el artículo, que asegura que el proyecto sería rechazado por el Senado.
“Un proyecto de ley de reforma pensional también está en el limbo. Según este, los trabajadores que ganaran hasta 2.3 veces el salario mínimo habrían estado obligados a pagar sus contribuciones al sistema estatal”, dice el medio británico, resaltando que luego “la Corte Constitucional lo devolvió al Congreso después de que legisladores de la oposición dijeran que el Gobierno lo había tramitado a la fuerza en el Congreso sin tiempo suficiente para el debate”.
Aunque reconoce que logró sacar adelante una reforma laboral, The Economist cuestiona las formas en que lo hizo, hablando incluso de intimidación al Congreso con la consulta popular que finalmente terminó retirando, pero también se hace foco en los problemas que podría traer a futuro.

“Fedesarrollo, un centro de pensamiento en Bogotá, la capital, calcula que la reforma elevará el costo de la contratación hasta en un 15 %. Podrían despedir empleados, empujando a aún más colombianos al mercado informal, donde aproximadamente el 60 % de los trabajadores ya labora”, asegura la revista británica.
Luego, el medio dice que a todo esto se suma la pérdida de margen fiscal. Con un déficit que podría superar el 7 % del PIB este año y una congelación del límite legal de gasto y endeudamiento, Petro estaría quedándose sin herramientas para ejecutar su programa de gobierno.
The Economist vuelve a hablar de las políticas de seguridad de Petro, las cuales fueron duramente golpeadas por el atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, además de otros hechos de violencia en el país, como los atentados en Cali y sus alrededores.

Al final del artículo, la revista critica el propio carácter del presidente Petro. “A menudo despotrica en X y ha comparado a sus críticos con dueños de esclavos y nazis”, manifiesta el medio.
“Desde que llegó al poder, ha renovado su gabinete cuatro veces, nominando a más de 50 ministros. En abril, su exministro de Asuntos Exteriores lo acusó de consumir drogas”, refiriéndose al escándalo revelado por Álvaro Leyva y que el mandatario niega.
“Estos reveses han llevado al señor Petro a abrazar una idea peligrosa. El 20 de junio anunció que incluiría una votación sobre la convocatoria de una asamblea constituyente en las elecciones generales del próximo año”, explicando que la propuesta del presidente y sus intenciones “son preocupantemente vagas”.
Finalmente, The Economist asegura que existe el temor de que con la constituyente el presidente intente pasar sus reformas por encima del Congreso. “Los índices de aprobación del señor Petro, de alrededor de un tercio, son bajos, aunque no inusuales para los estándares colombianos. No es elegible para la reelección y no tiene un heredero claro. En cambio, cree que el pueblo salvará su legado”, cierra el artículo.