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Científicos proponen enviar 400 bolas de hormigón al fondo del mar con este propósito

Estarían sumergidas esferas de nueve metros de diámetro y 400 toneladas a 500 y 600 metros de profundidad.

14 de mayo de 2025, 9:05 p. m.
Oceáno
El experimento buscaría tener un gran avance tecnológico. | Foto: CHRISTIAN ÅSLUND

Uno de los mayores desafíos de la transición energética global es cómo almacenar de forma sostenible y eficiente la energía generada por fuentes renovables como el sol o el viento. Una propuesta revolucionaria, desarrollada por científicos alemanes, podría ofrecer una respuesta tan simple como audaz: grandes esferas de hormigón sumergidas en el fondo del océano.

El proyecto, denominado StEnSea (Stored Energy in the Sea), ya ha superado sus primeras pruebas en Europa y se prepara para dar el salto al océano Pacífico, frente a las costas de California.

La iniciativa es liderada por el Instituto Fraunhofer de Economía de la Energía y Tecnología de Sistemas Energéticos (IEE). El concepto básico es ingenioso y, a la vez, de una sorprendente sencillez física: instalar esferas huecas de hormigón a varios cientos de metros de profundidad, equipadas con turbinas, bombas y sistemas de válvulas.

Las esferas están equipadas con turbinas, bombas y sistemas de válvulas. | Foto: istock

Cuando hay excedentes de electricidad, por ejemplo, en momentos de alta producción solar o eólica, se utiliza esa energía para bombear agua fuera de la esfera, generando un vacío parcial. Luego, cuando se necesita electricidad, se abre una válvula y el agua, impulsada por la presión del mar, vuelve a entrar a la esfera, haciendo girar una turbina que genera energía.

Este mecanismo permite aprovechar la presión natural del océano para almacenar y liberar electricidad sin generar emisiones ni alterar significativamente el entorno. Cada esfera tiene una vida útil estimada de entre 50 y 60 años, aunque algunos componentes deberán ser reemplazados cada dos décadas.

El proyecto StEnSea fue validado con éxito en una prueba piloto en el lago de Constanza, en Alemania, utilizando esferas de tres metros de diámetro. Tras esta experiencia inicial, el equipo se prepara para una prueba a gran escala en 2026: una esfera de nueve metros de diámetro y 400 toneladas de peso será sumergida frente a la costa californiana, entre 500 y 600 metros de profundidad. Esta unidad tendrá una capacidad de 0,4 megavatios hora (400 kWh), suficiente para abastecer un hogar promedio durante varias semanas.

Las ondas de calor en el fondo del océano es un tema que preocupa a la comunidad científica.
Las esferas serían sumergidas frente a la costa californiana, entre 500 y 600 metros de profundidad. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Pero el verdadero objetivo es aún más ambicioso: construir esferas de hasta 30 metros de diámetro, que puedan formar campos de almacenamiento submarino alrededor del mundo. Según el Dr. Bernhard Ernst, del Fraunhofer IEE, este sistema podría convertirse en una pieza clave para garantizar la estabilidad de las redes eléctricas impulsadas por fuentes renovables, cuya producción es variable e intermitente.

Frente a las presas hidroeléctricas tradicionales, a menudo cuestionadas por su impacto ambiental y social, las esferas submarinas presentan ventajas considerables: pueden instalarse en extensas zonas del fondo marino poco explotadas y, al ubicarse lejos de áreas habitadas, generan menos resistencia social.

Esta tecnología, aun en etapa de desarrollo, plantea una visión esperanzadora: que las soluciones a los desafíos energéticos del siglo XXI pueden surgir de ideas tan sencillas como colocar una esfera... de hormigón, en las profundidades del mar.