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Bajo la inscripción de ‘Franciscus’, el papa ya descansa en la basílica Santa María la Mayor. Se cumplió con su testamento
El féretro del sumo pontífice fue trasladado desde la basílica de San Pedro hasta su lugar de reposo en un cortejo fúnebre que recorrió el centro de Roma.

Tras una sencilla, pero solemne misa exequial para darle el último adiós al papa Francisco este sábado, 26 de abril, en la plaza de San de Pedro, los restos del pontífice fueron trasladados hasta la basílica Santa María la Mayor, tal como lo dispuso en su testamento, que marca el fin de las exequias papales y dará paso al cónclave que se desarrollará en los próximos días.

En un acto sentido y rodeado de cerca de 200.000 fieles, 50 jefes de Estado, diez reyes y los 135 cardenales, quienes luego tendrán que escoger al próximo papa, el decano del Colegio Cardenalicio Giovanni Battista Re pronunció la última oración en la ceremonia exequial, para encomendar al sumo sacerdote formalmente a Dios.
Acto seguido, el féretro de Francisco, que fue tapado en la tarde del viernes en medio de una ceremonia, fue trasladado al interior de la basílica para luego iniciar el recorrido por el centro de Roma, el cual abarcó aproximadamente cinco kilómetros.

Al paso del cortejo fúnebre, los fieles que no lograron despedir a Jorge Mario Bergoglio durante la misa en San Pedro lo hicieron en este trayecto, uniéndose así al adiós del “papa que llegó del fin del mundo”.
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Se vivió una procesión muy tranquila y emotiva, mientras que el cuerpo del sumo pontífice era trasladado en el papamóvil y bajo un robusto esquema de seguridad.
A lo largo de las calles y en cada una de las esquinas, cientos de personas esperaron con paciencia la caravana que llevaba el féretro y, cada vez que lo veían, los aplausos no se hacían esperar.
Además, muchos tomaron fotografías y videos del icónico momento, mientras que otros también gritaron despidiéndose del máximo líder de la Iglesia católica.

Todo se registró con la mayor tranquilidad y paz, esa misma que Francisco siempre pedía en cada una de sus presentaciones en público. Las imágenes de las calles de Roma no demoraron y en cuestión de segundos le dieron la vuelta al mundo.
El recorrido duró varios minutos, el papamóvil iba a paso lento para permitir que los fieles lo pudieran ver y despedirse por última vez del santo pontífice.

Uno de los momentos emotivos a la entrada del féretro a la Santa María fue cuando un grupo de personas pobres y necesitadas hizo presencia en la escalinata de la basílica para despedir al hombre que se identificó con ellos.
Eran cerca de 40 personas que hacían parte del grupo a los que Francisco llamaba como los marginados. Se encontraban ciudadanos presos, transexuales, pobres, entre otros, quienes cargaban algunas flores y le pudieron dar el último adiós al pontífice.

En medio de un canto, el féretro fue ingresado a la basílica, mientras que en la parte delantera iban diferentes personalidades de la Iglesia católica, como los cardenales que harán parte del cónclave.
Algunos pequeños se acercaron para entregar las ofrendas florales en señal de respeto y cariño al argentino. A la salida del sitio, varias personas se aglomeraron para aplaudir y despedir al santo padre, al tiempo que lanzaron algunos globos al aire.
Este fue el momento exacto en el que llegó el féretro del papa Francisco a Santa María la Mayor. Allí descansará el cuerpo del sumo pontífice.
— Revista Semana (@RevistaSemana) April 26, 2025
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La ceremonia finalmente terminó, puesto que el Vaticano avisó previamente que el entierro se realizaría de forma privada, aunque varios ciudadanos se quedaron a las afueras de la basílica Santa María la Mayor y permanecerán allí por unas cuantas horas.
Esta es la primera vez que un papa no es enterrado bajo la cripta papal, un lugar subterráneo dentro de la basílica de San Pedro, en donde también están las tumbas de muchos pontífices como Benedicto XVI (quien ocupó el lugar de Juan Pablo II, luego de que este fuera trasladado a la basílica tras ser declarado santo), Juan Pablo I, Pablo VI y otros personajes de la Iglesia católica.
Según el testamento del santo padre, su tumba debería ser simple, sin ningún tipo de ostentación, con la única inscripción: ‘Franciscus’, como reflejo de su vida llena de sencillez y misericordia.

“Deseo que mi último viaje terrenal culmine precisamente en este antiguo santuario mariano, donde siempre me detenía a orar al principio y al final de cada viaje apostólico”, declaró en su testamento que dio a conocer el Vaticano a horas de su muerte.

Y recalcó que “el sepulcro debe estar en la tierra; sencillo, sin decoración particular”.
En su autobiografía publicada a inicios de este año, Francisco explicó que quería que su cuerpo descansara eternamente en Santa María la Mayor, cerca de la estatua de María Regina Pacis, “junto a esa reina de la paz, a quien siempre he recurrido en busca de ayuda y cuyo abrazo he buscado más de cien veces durante mi pontificado. Me han asegurado que todo está listo”, dijo en ese momento.

La imponente iglesia del siglo V está en pleno corazón de Roma y el sumo sacerdote solía ir a rezar a este templo la víspera de sus viajes al extranjero o a su regreso.
Esta es la tumba donde descansará Francisco
El jueves de esta semana, la Santa Sede presentó la tumba en la que serían depositados los restos de Jorge Mario Bergoglio al compartir las imágenes de cómo luce: “Hecha de mármol y tallada con la inscripción ‘Franciscus’ (Francisco, en latín) y una cruz”.
Los fieles podrán acudir a visitar la tumba de Bergoglio, la cual está ubicada “en el nicho del área lateral entre la capilla Paulina (Capilla de la Salus Populi Romani) y la capilla Sforza de la basílica de Santa María la Mayor (...). La tumba se encuentra cerca del altar de San Francisco”.

Entre las actividades posteriores que tiene programadas el Vaticano, este domingo, 27 de abril, empiezan los Novendiales en recuerdo al papa a las 10:30 a. m. (hora local), en el parvis de la basílica vaticana. La concelebración estará presidida por el cardenal Pietro Parolin, exsecretario de Estado.
El pasado lunes, 21 de abril, el papa murió a los 88 años en su residencia en la casa de Santa Marta, donde vivió los 12 años de su papado, debido a un ictus tras presentar problemas respiratorios por varias semanas.